EXPERIENCIA DE AMOR…
“DAR Y RECIBIR”
(Bernarda de Jesús Serna Cadavid)
En 1977 inicie mi práctica docente con el recuerdo de mis padres, quienes me dieron ejemplos de ayudar a otros y deseos de salir adelante. Encontré niños y familias enteras con vacíos académicos y personales, fue difícil vincular la escuela en sus hogares. Todo me dio pautas para proyectar y transmitir mis diversas habilidades en peluquería, pintura en tela y alfabetización, para que aquellos tuvieran un saber de subsistir y me dieran la oportunidad de conocerlos, compartir y ayudarles, a veces solo escuchando sus dificultades, con la plena seguridad de que al desahogarse aliviaban la carga que les impedía ser felices. Fue en Montebello, Escuela Nueva La Merced, donde inicie mis labores. Después de la jornada, entre 4:30 y 9:00 de la noche, me reunía con los padres que querían aprender. Ellos me ayudaban a ocupar el tiempo, llenar vacíos y sembrar la semilla del saber.
En 1999 fui trasladada al municipio de Girardota, a la vereda San Juan Cojo, institución educativa Olaya Herrera, donde seguí sembrando la semilla del saber y aprendiendo temas de salud mental, maestro líder, prevención de la drogadicción y otros, con el fin de ayudarme y ayudar en diferentes colegios, comunidades y en mi institución. Es de anotar también que las directivas me dieron la oportunidad de capacitarme en educación sexual, y en el programa “aprender jugando” del centro internacional de educación y desarrollo humano (CINDE). Con estos conocimientos planteaba proyectos y los presentaba, y con la ayuda de otras entidades, como Colcerámica o el municipio, que aportaron dineros o espacios, de los rectores y algunos compañeros, y en compañía de los padres de familia comprometidos o necesitados, lograba llevar estos proyectos adelante.
Todo lo anterior no ha sido fácil, a causa del cansancio, el reducido espacio, la acumulación de actividades, el poco cambio en algunos, la critica de mis compañeros que me decían “no se mate tanto, regalada, a usted no le pagan…”etc. pero seguía adelante planeando mejor mi trabajo, evitando preocuparme por pequeñeces, combinando actividades con mi vida personal, como ir a gimnasia, a yoga, aprender a masajear, asistir a grupos de autoayuda, en fin, todo esto fue de gran valor para seguir llevando la semilla.
En cuanto a mi capacitación profesional, obtuve la licenciatura en pedagogía reeducativa e hice un posgrado en gestión curricular, donde encontré pautas para mejorar mi vida personal, mi hogar, mi trabajo, y cambiar mi forma de pensar, de sentir y de actuar. Logré ser tolerante conmigo y con los demás, llené vacíos, logré seguridad y obtuve alegría, paz interior y desprendimiento emocional.
En lo personal, he notado la aceptación de mis compañeros. Algunos me felicitan por mi forma de ser y la ayuda recibida; también los padres de familia, que se sienten orgullosos de ver los cambios en sus hijos y sus hogares, que dejan atrás la pereza, la irresponsabilidad, los gritos, las peleas, y las inseguridades.
Los galardones recibidos como felicitaciones del distrito, botón de oro, placas, incentivos de $10.000.000 para la escuela, de $600.000 para mi, han sido maravillosos motivos de alegría, comprensión, reflexión y fortalecimiento. Estoy segura que cambiando una familia cambia una sociedad, y esto me da motivos para hablar del perdón, de ser positivos y de valorarnos.
Quiero expresar al ser superior, a mis padres, a mis hermanos, a mis hijas, a mis directores, compañeros, estudiantes y comunidad en general, un inmenso agradecimiento por permitirme escalar un peldaño más hacia la realización en el quehacer pedagógico, en este hermoso arte de enseñar, amar, compartir y ser feliz.
Dios los acompañe…..
Experiencia de amor..."dar y recibir"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 Puede hacer sus comentarios aquí.:
Publicar un comentario