EDITORIAL XUNDABÉ.
(Vigésima-Tercera Edición)
Próximos a terminar un año más, tenemos la obligación moral, de agradecer de una manera muy especial, a los estudiantes de la Institución Educativa: “Sebastián de Belalcázar”; que durante los dos últimos años, han prestado su servicio social en nuestro taller, con tanto empeño y dedicación, y que muy pronto, ya recibirán su título de bachilleres. Fue una grata experiencia con ellos; pues por medio de sus trabajos, nos aportaron muchos conocimientos, que supimos aprovechar, mejorando así, un gran crecimiento en nuestro diario trajinar por el mundo de las letras.
Es pues, una maravillosa oportunidad para recordarle a los próximos nuevos bachilleres, que su paso por Xundabé; Taller de escritores, fue realmente muy fructífero; ya que durante el tiempo que nos dieron todo su tiempo y su saber, tuvimos la suerte de tenerlos a ellos como guías y orientadores por medio de todos los trabajos que nos hicieron llegar de manera clara y completa, para un mejoramiento y progreso del proyecto literario que nos propusimos llevar a cabo.
Valga pues un saludo de gratitud por su trabajo con el grupo de pacientes, y de felicitaciones de todo corazón por parte de este grupo para los jóvenes:
Damián Alexander Zapata Cuello.
Carlos Alberto Zapata Cuello.
Jorge Armando Aguirre Garcés.
Candelaria Álvarez Montiel.
Daniela Sepúlveda Silba.
Jessica Alejandra Rodríguez Naranjo.
Luís Fernando Carmona Sánchez
Carlos Alberto Carmona Sánchez.
Manuel Felipe Estrada Gil.
Iván Darío Huiguita Martínez.
Leonardo Andrés Reyes Naranjo.
Oscar Alí Findlay Monsalve.
Fueron ellos, quienes con su aporte, contribuyeron notablemente, al engrandecimiento del grupo. Por otra parte, alterno a ellos, en abril de 2010, aparece el llamado grupo de los “10”: que indirectamente, y en forma muy positiva para nosotros; hizo un aporte invaluable a nuestro grupo de escritores, fueron ellos, que con uno de los reportajes concedidos a nuestro maestro fundador, nos enseñaron cosas y anécdotas, que hicieron más agradable la manera de escribir, y animaron en forma positiva a los nuevos pacientes que recién llegan al taller, a animarse a escribir sus experiencias y vivencias que antes de sufrir la terrible enfermedad conocieron.
En un comienzo, el grupo de los “10” surgió como una nueva experiencia juvenil, con estudiantes del grado 11, sin imaginar que sería un gran apoyo a los alfabetizadores que terminaban su labor por esos días. A ellos, que también se gradúan pronto, los felicitamos y agradecemos de manera muy afectuosa y especial. Son ellos:
Weymar David Deleón Scarpetta.
Juan Esteban Vélez Zapata.
Anderson Torres Arenas.
Carolina Gómez Hoyos.
Paula Andrea Arcila Rodríguez.
José Iván Sánchez Marín.
Jorge Andrés Mejía Torres.
Héctor Luís Valencia Arrieta.
Rubén Steven Pérez Gómez.
Enrique Rubio Basave.
Gracias a todos ellos nuevamente, por que desinteresadamente hicieron cada uno su aporte a un grupo de pacientes, que a pesar de las dificultades que nos ha puesto el destino, queremos mostrarle al mundo, que la vida es una sola, y que por lo tanto, debemos disfrutarla al máximo, hasta que llegue el momento de volver de nuevo al creador.
Felicitaciones jóvenes bachilleres, mil y mil gracias, y sobre todo: muchos éxitos en sus próximos proyectos. De todo corazón!
XUNDABÉ; Taller de Escritores.
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HOMENAJE AL PUEBLO DE URRAO.
Es muy conveniente, en ésta oportunidad, rendir un homenaje al bellísimo municipio de Urrao y su Valle del Penderisco donde se encuentra situado, a raíz de estos 239 años de fundado por el liderazgo del cacique indígena MATEO TAUCHIGUI y los indios MANUEL JAIPERÁ, FRANCISCO Y PEDRO, quienes el 14 de Mayo de 1781, se presentaron ante el gobernador de Antioquia, como autoridad española; quien autorizó el asentamiento, que poco a poco se ha ido desarrollando. Durante su vida municipal, ha ostentado nombres como el de Olimpia, como se conoció primero; luego como San Carlos de la Isleta, hasta que llegó a convertirse en la actualidad como “URRAO” “Paraíso escondido de Colombia”
Este ancestral pueblo, conserva un estilo colonial español, y el valle donde está ubicado, se encuentra enmarcado por el Este con la Colina del Indio, por el Oeste con el Cerro Pesetas. Por el Norte con el Páramo del Sol o de Frontino, y por el Sur con el Cerro San José. Este valle está bañado principalmente por el río Penderisco, que lo atraviesa, de Sur a Norte, convirtiéndose en la columna vertebral del valle y a cuyo caudal se unen al Sur el río Pabón, las quebradas: Aguaschiquitas; la Juliana, la Gulunga. El Hato, Quebradona, La Cartagena, San Agustín, San José y la Magdalena. Ya en el Norte, recibe aguas del río Urrao, y de las quebradas: la Lucía. Aguapantal y el Salado, hasta convertirse en el río Murrí, antes de su desembocadura en el Atrato. Su paisaje es de espectacular belleza y colorido. Donde el campo armoniza con los adelantos citadinos de la actual tecnología y de la informática, contribuyendo con sus adelantos al progreso permanente de sus habitantes. Sus corregimientos son: Jaiperá, La Encarnación, Mandé, Santa Isabel, Nendó; así como un gran número de veredas de gran importancia para la vida municipal.
Es por eso, que desde esta ventana virtual: Xundabé; Taller de Escritores felicitamos a su gente pujante que ha dado tantos hijos ilustres a la patria. Hoy, destacamos la labor intelectual del maestro Félix Durango, autor y compositor del Himno Urraeño, del cual deseamos de todo corazón, que todo el mundo conozca su letra.
HIMNO URRAEÑO
(Félix Durango)
El Girón más hermoso del cielo,
Al posarse en Colombia formó
Este valle feliz donde vivo:
Libertad y trabajos de unión.
Tus montañas altivas avanzan
Hasta el sol con sus gélidos riscos,
Para ver el milagro esplendente
Que hizo Dios, cuando creo el Penderisco.
Libertad es la enseña sagrada
Que el Creador a mi pueblo legó,
Con mi alma, mi sangre y mi vida,
Defenderla hasta el fin juro yo.
Patria chica más grande que el Orbe.
Mi cariño hacia ti será eterno.
Noble orgullo sentir que me diste
Paz, hogar y regazo materno.
Ya que amante mi cuna meciste,
Bajo el Palio feliz de cielo.
Dame patria Urraeña por tumba:
Un rincón escondido en tu suelo.
También encontramos entre sus símbolos; una bandera compuesta por tres franjas de igual tamaño distribuidas así: en la parte superior una de color azul, al centro otra blanca y una verde en la parte inferior.
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EVARISTE GALOIS. Vivió este matemático francés, entre 1811 y 1832. Después de realizar estudios en su liceo, ingresa en la Escuela Normal. Acusado de peligroso republicano va a parar a la cárcel. No fue la única vez que estuvo en prisión. Acabado de salir, muere de un pistoletazo en un duelo, cuando apenas tenía 21 años de edad. A pesar de su corta vida, Galois dejó una estela profunda en la historia de las matemáticas. Dejó la demostración del teorema que lleva su nombre sobre la resolución de las ecuaciones de primer grado.
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KAROL WILHELM THEODOR WEIERSTRASS. Matemático Alemán que vivió entre los años de 1815 y 1897. Fue maestro de escuela, y más tarde profesor en la universidad de Berlín. Puede considerarse a Wilhelm el verdadero padre del análisis moderno. En sus primeras investigaciones abordó el problema de los números irracionales. Más tarde, se dedicó durante el resto de su vida, al estudio de las funciones de variables complejas y de variables reales. Su nombre es inseparable del de su discípula: Sonia Kowalewski, valiosa matemática rusa.
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JULES-HENRY POINCARE. Matemático de origen Francés, que vivió durante los años 1854 y 1912. Estudió en la Escuela Politécnica. Fue profesor de Análisis matemático en Caen; luego es nombrado profesor de Mecánica y Física Experimental en la Facultad de Ciencias de Paris. Independientemente de las contribuciones a las matemáticas, es un verdadero divulgador de los métodos científicos. Circulan por todo el mundo sus obras: “Ciencias e Hipótesis” y “Valor Social de las Ciencias”. Es importante su trabajo sobre las ecuaciones fuschianas.
Anfephe.
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Quisimos retomar el siguiente reportaje, ya que sus protagonistas son unos jóvenes que prestaron su servicio social al grupo, quienes nos han aportado mucho a través de los trabajos que nos presentaron, y que para su satisfacción, serán graduados como nuevos bachilleres de la Institución Educativa “Sebastián de Belalcázar” y que desde los comienzos del taller de escritores, fueron ellos quienes nos concedieron el honor de tener en nuestra mesa su simpática historia, bellamente escrita por nuestro fundador. Felicitaciones a ellos de todo corazón, y gracias por habernos permitido conocerlos, por medio de sus trabajos y de este relato.
G E M E L O S.
(Marino Gaviria Vargas) Paciente
Es un día especial para una joven madre que va camino de la clínica a dar a luz por vez primera, y en su corazón palpitante de alegría, la emoción desborda, al sentir cercano el momento más grande de su vida, realizándose como la más especial de las mujeres. El fruto de su gran amor, está a punto de hacerse realidad y por lo tanto, esta fecha del 28 de Enero de 1993, marcará su existencia y la del fruto de sus entrañas.
Si bien es cierto que los nervios la tensionan un poco, es consiente de su trabajo de parto y eso le da el valor requerido para llevar a feliz término el proceso, que en breve tiempo culminará con el nacimiento de su procreación; sabe que Dios está en todo esto, que no la abandonará un solo instante, que las bendiciones que le tiene de ahora en adelante serán para su crecimiento como madre y mujer; recordando que ella también es hija y que un día también fue niña al cuidado de su progenitora; que por fortuna hoy, en éste mismo momento, todavía está a su cuidado y será ella, la que estará a su lado para ayudarle en tan maravilloso acontecimiento.
El tiempo pasa y la joven madre, espera ser atendida por el médico de turno que con suma dedicación hace la evaluación preliminar, para luego conducirla al quirófano, donde el más bello acontecimiento está por ocurrir: el más grande milagro de amor. Son sentimientos encontrados los que se presentan en tan especial momento: alegría ante todo, pero siempre acompañada de los inevitables nervios y sobre todo las no menos infaltables preguntas, que por fortuna, pronto tendrán sus respuestas: será varón, será mujer; a quien se irá a parecer, si al padre, a la madre o a uno de los abuelos; en fin, todo parece acumularse en un montón de preguntas y respuestas, llenas de incertidumbre y expectativa, acompañadas de los dolores del parto, que la madre soporta con abnegación, plena del regocijo que le produce el nacimiento de un hijo.
Es un día muy, muy especial. Hace rato la luna debió perderse, pero no ha querido hacerlo, esperando el gran momento; las estrellas en el firmamento, no quieren dejar de brillar sin antes haber visto un nuevo nacimiento; mientras en el horizonte, el dios Helios, con su inmenso disco de fuego incandescente, alumbra alegre la naturaleza, desafiando el frío de los nevados y entibiando las azules aguas de los mares. Las aves trinan en el cielo en alegre e indescriptible concierto, las flores en los jardines se han puesto sus más vivos colores; el aire tiene un aroma inconfundible de alegría y bendiciones prósperas del cielo; mientras en la sala de partos, se escucha el primer llanto de un bebé que ha nacido y que para más dicha de la joven madre, trae compañía: otro bebé viene con él; han estado siempre juntos desde el instante de la concepción y ahora no será, precisamente el momento de separarlos; han nacido gemelos; doble alegría para la bella dama, gran responsabilidad pero emocionada los recibe en su regazo y desborda toda su ternura en las pequeñas criaturitas que acaba de dar a luz, por las que luchará sin descanso, con la mera esperanza de verlos crecer junto a ella. ¡Qué alegría más grande la que siente ahora!¡Cuánta dicha en su noble corazón de mujer!¡Qué inmensa satisfacción como madre!
Dejemos el frío ambiente de los hospitales y vallamos a las calles del barrio, en donde los dos niños comienzan su camino por la vida. Tal vez, no será fácil, pero su joven madre y su abuela les brindarán todo su amor y su ternura, para que no les falte nada, esperando que ellos sepan entender que si han llegado juntos, su unidad será siempre una constante, de mutuo apoyo y de complicidad, cuando el tiempo los ponga en frente de las travesuras infantiles que alguna vez, todos hemos vivido en la niñez; por las que ellos, un día pasarán para sacarle un buen provecho o simplemente para ponerle un poco de picante o de humor a su existencia.
El tiempo no da tregua y aquellos bebecitos tiernos e indefensos que nacieron aquel día, ya tienen cinco años, por lo tanto, ya es tiempo de ingresarlos a la escuela; así que son llevados a realizar el preescolar, a donde van siempre juntos e inseparables; dando el primer paso a su formación intelectual; la que puede llevarlos a definir en un futuro próximo, cual es la carrera que deben seguir, según el agrado personal. Ya muestran su personalidad bien definida: Uno, bastante serio pero siempre amigable; Otro: simpático, aunque a veces de un mal genio, que no logra ponerlo en contra de nadie. Sus expresiones sentimentales, son tolerantes para con quienes tenemos el honor de entablar una conversación frente a frente, con tan singulares personajes.
Comenzaron juntos la vida, juntos dan inicio a sus estudios; pero un día, en el segundo año de la primaria, tal vez por un descuido, han tenido un fracaso infantil, que marca su primera separación; deben repetir un año, pero esta vez en grupos diferente y así transcurre el tiempo en sus primeros años de la escuela, hasta que años más tarde, cuando llegan a cursar el octavo año, los vuelven a reunir en un mismo grupo, para continuar hasta ahora, como debe de ser y estar: juntos los gemelos.
Han crecido un poco más y en medio de sus amigos de escuela son competitivos entre sí, siendo consientes que dicha competencia no es por sobrepasar uno a otro y mucho menos por pisotear sus sentimientos; más bien para demostrarse mutuamente, que son capaces de superar cualquier tipo de dificultades que la vida les presente, sabiendo que a pesar de la independencia que los puede caracterizar, su apoyo incondicional, será soporte importante del uno hacia el otro; así que esa competitividad, la saben aprovechar para su mutuo beneficio. Saben que el trabajo compartido, puede ser más fácil, por lo menos ahora en su época escolar, sin olvidar que se presentarás situaciones a las que se deberán enfrentar cada uno por su lado, de tal manera que poco a poco alcanzarán su mayor nivel intelectual, cultural y de servicio a su progenitora y muy seguramente a una sociedad ávida de personas que como los gemelos, están dispuestos a escuchar de la mejor manera a quienes los buscan, para contarles a ellos un secreto, que tan discretamente saben guardar, ennobleciendo más aún su humilde y sencilla condición de seres humanos. Tienen muy presente que si se les confía un secreto, lo deben guardar en el fondo de su corazón, como cada uno quiere que así sea con los suyos, cuando entre ambos dialogan para entender cual es un secreto; por lo tanto es un asunto completamente personal.
Desde su niñez, los he admirado siempre porque saben ganarse el aprecio de la gente de su barrio y de su colegio, a donde se dirigen todos los días a recibir conocimientos, que poco a poco engrandecen su sabiduría junto a sus deseos de seguir adelante; uno como administrador de empresas, otro como doctor, después de haber pasado, claro está, por una buena universidad.
Hoy ya son adolescentes, con quince años de edad, que cursan un grado más, con grandes satisfacciones para sus seres queridos: abuela y madre; las que aún siguen a su lado, llevándolos por el camino que debe ser; mucho más ahora que ya cursan el noveno grado de la media básica, que los preparará para la media técnica y luego para la universidad.
No sobra añadir, que los jóvenes gemelos, se roban la admiración de sus profesores y compañeros del colegio y por sobre todo, de muchas de sus compañeritas de clase que son sus fervientes seguidoras, teniendo en cuenta que no deben descuidar sus actividades en los estudios, que tan acertadamente cumplen hoy, con responsabilidad, para beneficio propio y mutuo de los dos.
Cuando caminan por las calles de su barrio, son motivo de miradas diversas: admiradoras unas, inquisidoras otras, no faltarán las amorosas que alguna muchachita enamorada les lanza desde detrás de la cortina en su ventana, o de una madre frustrada, que hasta ahora no ha podido concebir un hijo y en su corazón, le pide a Dios que se apiade de ella y la bendiga enviándole una doble bendición, como a la mamá de los simpáticos gemelos que pasan a diario por el frente de su casa, cuando van rumbo al colegio.
Su desconfianza hacia los demás, no es tan marcada como puede parecer. Desconfían hasta donde prudentemente creen que debe de ser, teniendo en cuenta que todo ser humano tiene derecho a equivocarse, pero que puede reivindicarse de nuevo. Admiradores de la naturaleza que los vio nacer y en la que ahora crecen; siguen siendo tiernos y amigables; respetuosos y simpáticos y sobre todo rectos, honestos y responsables, que saben que el estudio es primordial en la vida del hombre que sueña y desea llegar a ser grande entre los grandes.
Nobles caballeros, amigos de todo el mundo, dignos escuchas, fervientes aprendices, incansables investigadores, hijos maravillosos, hermanos insuperables y otras tantas cualidades; son cosas sencillas, valorables, que distinguen muy bien a los que sin temor a equivocarnos podemos llamar: “Adorables Gemelos”
“Que bien, lo logré”
“Somos únicos entre nosotros”
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Para cerrar la redacción del año que termina próximamente, retomamos la etimología de la palabra “XUNDABÉ”; que recordemos, significa: “NIDO DE TÓTOLAS”. Pues bien. Encontramos en nuestro archivo de viejos abuelos; una hermosa poesía, que encierra el más bello significado, ya que tiene toda la ternura de una madre, el amor incondicional de un buen padre, y la amistad inconfundible de un hermano. Pero es la madre la principal protagonista de ésta bella historia, que nos contó su autor; cuyo nombre no pudimos conseguir, pero que según un abuelo, fue escrita durante el siglo antepasado. Leámosla pues, disfrutémosla y sobre todo meditemos en su mensaje de amor y de ternura que nos muestra en sus líneas.
Gerardo Ospina. (Acompañante)
LA TORTOLA:
(D. R. A.)
Joven aún, entre las verdes ramas,
de secas pajas fabricó su nido
la vio la noche calentar sus huevos,
la vio la aurora acariciar sus hijos.
Bate sus alas, cruza el espacio;
busca alimentos en los lejanos riscos;
trajo de frutas la garganta llena,
y con arrullos despertó a sus hijos.
El cazador las contempló dichoso
y sin embargo disparó su tiro;
ella, la pobre, en su agonía de muerte,
abrió las alas y cubrió a sus hijos.
Toda la noche la pasó gimiendo
su compañero en el laurel vecino.
cuando la aurora apareció en el cielo,
bañó de perlas el hogar ya frío.
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Solo nos resta desear a nuestros fieles seguidores y amigos que esta navidad esté plena de alegrías y bendiciones. Y que el próximo año traiga paz y prosperidad al corazón de cada uno de quienes tenemos el privilegio de compartir estos tiempos de alegría y recogimiento.
XUNDABÉ: Taller de Escritores
Xundabé 23
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