EDITORIAL XUNDABÉ.
(Decimacuarta Edición)
Una nueva edición se nos ocurre, en éste mes, tradicionalmente en las últimas décadas, dedicado a los ancianos especialmente y claro está, con todos aquellos hombres y mujeres que han gastado toda su vida, en la construcción de un mundo mejor para sus generaciones. Ellos, desde muy temprana edad, se dedicaron a cultivar el campo, con el que abastecieron las grandes ciudades; construyeron las inmensas empresas que hoy conocemos y que fortalecen la economía de la sociedad; hicieron patria educando a sus hijos y nietos, a pesar de que una gran mayoría de ellos fueron analfabetas y por lo tanto, su ignorancia y falta de educación los llevó a cometer errores, que supieron enmendar con su honestidad y honradez, porque siempre se caracterizaron por cumplir su palabra; la que llegó a convertirse en una escritura verbal con un sello firme y seguro de cumplimiento en el momento pactado; eso, los hizo grandes, dignos de imitación y por tanto, ejemplo para sus generaciones.
“XUNDABÉ” taller de escritores; conformado por adultos mayores; por no decir “abuelitos”, saludamos a los ancianos que forjaron la historia de una Antioquia grande y de una Colombia, que poco a poco avanza al ritmo de los tiempos. Nosotros, que un día también fuimos jóvenes y que de alguna manera, también colocamos nuestro granito de arena para construir sociedad, hoy, ya vamos conformando otro grupo de adultos mayores; por eso, apoyados por este puñado de estudiantes, jóvenes alfabetizadores, que desinteresadamente nos regalan su energía y conocimientos intelectuales, no cesaremos de escribir, para llevar un mensaje de alegría, de esperanza, de superación a toda persona que lea nuestra página cargada de mensajes amenos y sencillos, con la que tan sólo pretendemos contribuir a que nuestro paso por el mundo sea más ameno, pensando siempre que hay un Ser Supremos, que nos ama, nos bendice y nos guía por los caminos de la felicidad, para que un día logremos con satisfacción las metas que nos proponemos alcanzar, en beneficio propio y el de los demás.
Que éste mes del adulto mayor, sea de verdad un mes, en que realmente reconozcamos que nuestro bisabuelos, abuelos y padres, merecen respeto, consideración y sobre todo un apoyo incondicional, para vivir plenos de satisfacciones, viendo cómo crecen quienes hoy son, lo que nosotros fuimos ayer.
Dios, bendiga a nuestros “VIEJITOS”, esos que recuerdan con nostalgia su niñez, que durante su juventud, adquirieron una experiencia única con que supieron inculcarnos los grandes valores que siempre deberían regir los destinos de la humanidad; que disfruten de cada día del mes como lo debe de ser todos los días de su vida, para que los niños y jóvenes que van quedando, los recuerden, nos recuerden con cariño y sobre todo con mucha, mucha GRATITUD.
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Una de las más resientes amigos del taller de escritores, llega con un aporte interesante, como para celebrar este mes del adulto mayor. Es grato saber que los pacientes nuevos, poco a poco se van acercando a nuestro grupo y comparten sus ideas y propuestas en bien de la recuperación de todos y cada uno. Don Eustacio Palacios, nos hace entrega de un anónimo con un mensaje hermosísimo, con sentido de vida y comprensión de ésta, de lo que somos y de lo estamos, en éste viaje que realizamos en el tren de la existencia.
UN VIAJE EN TREN
(Anónimo)
Nuestra vida es como un viaje en tren, llena de embarques y desembarques, de pequeños accidentes en el camino, de sorpresas agradables, con algunas subidas y bajadas tristes.
Cuando nacemos y subimos al tren, encontramos dos personas queridas que nos harán conocer el viaje hasta el fin: nuestros padres.
Lamentablemente, ellos en alguna estación se bajaran para no volver a subir más. Quedaremos huérfanos de su cariño, protección y afecto. Pero a pesar de esto, nuestro viaje debe continuar; conoceremos otras interesantes personas, durante la larga travesía, subirán nuestros hermanos, amigos y amores. Muchos de ellos solo realizaron un corto paseo, otros estarán siempre a nuestro lado compartiendo alegrías y tristezas.
Es curioso ver como algunos pasajeros a los que queremos, prefieren sentarse alejados de nosotros, en otros vagones. Eso nos obliga a realizar el viaje separado de ellos. Pero eso no nos impedirá, con alguna dificultad, acercarnos a ellos. Lo difícil es aceptar que a pesar de estar cerca… no podemos sentarnos juntos, pues muchas veces otras son las personas que las acompañan.
Este viaje es así, lleno de atropellos, sueños, fantasías, esperas, llegadas y partidas, saben que este tren solo realiza un viaje, el de ida. El gran misterio de este viaje es en cual estación nos tocara descender.
Pienso en que cuando tenga que bajarme del tren, ¿sentiré añoranzas? Mi respuesta es si; dejar a mis hijos viajando solos será muy triste.
Separarme de los amores de mi vida será doloroso. Pero tengo la esperanza de que en algún momento nos volvamos a encontrar en la estación principal y tendré la emoción de verlos llegar con muchas más experiencias de las que tenían al iniciar el viaje. Seré feliz al pensar que en algo pude colaborar para que ellos hayan crecido como buenas personas.
Ahora, en este momento, el tren disminuye la velocidad para que suban y bajen personas. Mi emoción va aumentando a medida que el tren va parando.
¿Quién subirá?, ¿Quién será? Me gustaría que usted pensase que, desembarcar el tren, no es solo una representación de la muerte o el termino de una historia que dos personas construyeron y que por motivos íntimos dejaron desmoronar.
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Damos continuidad al tema de las matemáticas que nos aporta nuestro amigo y colaborador: Anfephe; ya que nos parece puede ser un gran apoyo a nuestros lectores y sobre todo a aquellos que por su calidad de estudiantes, se interesan por obtener más conocimientos sobre la ciencia madre. No es en vano que lo hacemos; ya que contribuimos a la difusión y gusto por el saber de ésta ciencia tan vital en la vida diaria.
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DIOFANTO: Vivió entre los años 325 y 409 de la era cristiana. Famoso matemático griego perteneciente a la Escuela de Alejandría. Se le tenía hasta hace poco como el fundador del Algebra, pero se sabe hoy que los babilonios y caldeos no ignoraban ninguno de los problemas que abordó Diofánto. Fue, sin embargo, el primero en enunciar una teoría clara sobre las ecuaciones de primer grado. También ofreció la fórmula para la resolución de las ecuaciones de segundo grado. Sus obras ejercieron una considerable influencia sobre Viete.
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HYPATIA: Entre los años 370 y 415 D. de C; vivió esta excepcional mujer griega, hija del filósofo y matemático Teón. Se hizo célebre por su saber, por su elocuencia y Por su belleza. Nacida en la ciudad de Alejandría, viaja a Atenas donde realiza estudios; al regresar a Alejandría funda una escuela donde enseña las doctrinas de Platón y Aristóteles y se pone al frente del pensamiento neoplatónico. Hypatia es uno de los últimos matemáticos griegos. Se distinguió por los comentarios a las obras de Apolonio y Diofánto. Murió asesinada bárbaramente.
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LOS ALGEBRISTAS DE LA INDIA: (Siglos V, VI y XII D.C.)
Tres nombres se pueden señalar como hitos en la historia de la matemática india: Aryabhata, Brahamagupta y Bháskara. Aryabhata del siglo V, conoció la resolución completa de la ecuación de segundo grado. Brahamagupta, del siglo VI, fue alumno de Arybhata, expuso en sus obras “Ganita” y “Cuttaca” la resolución de las ecuaciones indeterminadas. Y Bháskara, del siglo XII, recoge los conocimientos de su época en su obra “Sidhanta Ciromani”.
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Recibimos con agrado el nuevo artículo que nos envía un joven estudiante de universidad, con el cual esperamos complacer los deseos del grupo de publicar todos los escritos que nos lleguen, cualquiera que sea el argumento, pues creemos que todo escrito tiene su valor intelectual y de alguna forma contribuye a que, tanto pacientes como lectores, se distraigan un poco mientras ponen su imaginación a volar, tal cual lo hace el autor del próximo cuento, con sentido de ciencia ficción. Bienvenido el joven Nedier Renato Valencia M, estudiante de primer semestre de mecánica industrial, que ha querido a través de este medio, mostrarnos sus dotes de escritor aficionado, que con humildad quiere que su aporte sirva de distracción y recreación a todos y cada uno de nuestros lectores.
Para hacer más ameno e interesante este relato; nos pareció importante que se haga en varias entregas, debido a lo extenso del tema; creemos que es una nueva aventura que debemos emprender en éste deseo de continuar aprendiendo y divulgando la obra de todo amigo que quiera compartir su trajo intelectual con el grupo de escritores. He aquí, un cuento maravilloso y grato de leer.
ABISMO.
(Nedier Renato Valencia M)
No sé como empieza todo, solo sé que yo lo provoqué. No sé cómo llegué aquí…. Solo sé: que aquí estoy.
En la oscuridad me hallo… en un lugar muy alejado…. Vacio, triste, solo, sin esperanza… en mi mente estoy, no sé cuándo ni cómo llegué allí, solo desperté y me di cuenta de que allí me encontraba yo, en un lugar tan extraño como complejo, no sentía nada, no olía nada, todo mis sentidos estaban paralizados, excepto uno….
Abrí los ojos y todos mis sentidos volvieron a mí, haciéndome sentir sólo dolor, miedo, rabia, cansancio. Por lo primero que me preocupe fue por verme a mí mismo, pude ver mi rostro en un pequeño charco que se había formado a un lado mío, estaba vestido con ropa muy extraña, una armadura de plata con símbolos deslumbrantes por todo el cuerpo, menos en mi cabeza, de pronto sentí algo cálido, un extraño liquido rojo estaba saliendo en abundancia de mi pecho justo en mi corazón, no solo estaba ahí sino también en mis manos y en parte del suelo… pero cómo? Cómo llegó ese liquido a salir de mi interior? El liquido salía a través de una herida, una herida provocada por una espada acaso?…. Pero cual espada? Veía la vaina en mi cintura pero no veía la espada, de igual forma por qué habría yo de buscar con tanto recelo aquel extraño líquido? no le di más importancia e intente pararme…. Fue entonces cuando algo llamó mi atención… todo a mi alrededor parecían las secuelas de una gran guerra, por todas partes había destrucción, gente muerta, criaturas extrañas, guerreros alados caídos del cielo; unos portaban armaduras un poco similares a la mía, otros tenían armaduras muy extrañas… mmm…. Que hacía yo ahí? Acaso hubo una guerra en la que yo participé, acaso fue una masacre? O acaso fue un intento de destruirme a mí y a mis “aliados”, intenté caminar pero aun estaba muy adolorido y mis músculos estaban adormecidos, sin mencionar la enorme herida que me afligía.
Mientras caminaba, noté que dejaba un rastro de plumas blancas por el camino… decidí mirar, y vi que justo en mi espalda quedaban rastros de lo que pudieron ser alas, blancas y claras como el día, de ellas ya solo quedaban unas cuantas plumas… parecían haber sido casi mutiladas por algo o alguien… que soy? y porque me pasó esto?. Seguía caminando por aquel campo de guerra lleno de criaturas, monstruos y demás cosas que pudieron haberse relacionado conmigo, finalmente hubo algo que me llamó la atención, y eso fue una extraña bandera con un símbolo en ella, símbolo que pude ver también en uno de los anillos en mis dedos, debajo de aquel símbolo había una escritura que decía: “somos los tres mundos”, por el símbolo supuse que aquel cuerpo era uno de los nuestros o uno de mis guerreros en mayor caso, inmediatamente después de haber visto el símbolo, a mi mente la atacó y recuerdo, me empecé a marear y vi todo borroso, de pronto sin darme cuenta estaba viendo pedazos de recuerdos que parecían míos, era yo, en varias partes con gente diferente, todos a mi alrededor sufrían, era yo quien lo causaba, era yo quien les hacía daño, hay muchas muertes y yo estoy…. Sonriendo…. No entiendo…. De pronto llegué a un último lugar, un campo abierto, una zona árida, se parece a este lugar, o acaso es este lugar? Pero que fue eso… porque estaba yo en esas visiones, por que causé tanto daño, por qué sonreía? Y aquel anillo que llevo ahora también lo tenía en aquellas escenas… mmm… no se qué está pasando…
Volví en sí, acaso era solo un sueño, o un simple dolor de cabeza? No lo creo…. Esos recuerdos son míos, no me queda más que seguir caminando. Continúe mi camino y vi algo, o más bien lo que quedaba de alguien; era uno de los guerreros abatidos, parecía del bando contrario al mío, creo, intentaba levantarse pero no parecía tener fuerzas, estaba herido y a punto de morir según pude notar, fui a verlo y a intentar sacarle un poco de información, lo levanté un poco del piso y cuando intenté preguntarle algo me dijo: - seré yo quien te mate, solo yo y nadie más, mykk…. Agh…. – de pronto murió sin poder escuchar lo que parecía ser un nombre o un indicio de lo que según él, yo fui…. O soy? lo único que me llamó la atención de él, fue el anillo que tenía en su mano derecha, en el dedo anular, un anillo con un símbolo diferente al mío… sí, era del bando contrario, pero cómo? Porqué me conocía? Y cuando me vio solo pude ver odio en su mirada… por qué? Porqué si hubo una guerra, alguien se preocuparía por una sola persona? A menos que esa persona fuera el que comanda uno de los bandos… o me equivoco? Las palabras de aquel sujeto me dejaron pensativo…. Acaso inicié una guerra de criaturas extrañas, donde según veo no hay ningún humano, acaso soy el bando malo, aunque a decir verdad en una guerra no hay buenos ni malos, solo guerreros luchando por un objetivo, no puede ser posible, según lo que he visto y lo que he comparado en mi, soy un ángel, y no puedo ser malo.
Continúe caminando por unos minutos, estaba exhausto, era un desierto árido lleno de cadáveres (pero qué clase de batalla se libró aquí, qué tipo de magnitudes abarcaba para causar tanta destrucción?), mas adelante escuché pasos, pasos muy rápidos se acercaban a mí a gran velocidad, no veía mucho por lo que hacía poco había empezado a aparecer neblina y el viento soplaba impidiéndome ver el horizonte, alcancé a ver una silueta, se acercaba a mí, cada vez la veía más y más clara, lo veía, era alguien montado en una especie de caballo con un aspecto tétrico; negro, de ojos rojos como el fuego, adornado con un traje que protegía sus puntos vitales, de sus patas salía fuego, y su aliento aunque aún lejos de mi, era frío y tenebroso; se podía ver su respiración; finalmente el caballo y su jinete llegaron a mí, así que me puse en la tarea de detallar cada rasgo del jinete; lo primero que vi fue su armadura, resplandeciente como el sol, de un color plateado, tenia símbolos cuidadosamente grabados, tenía una capa roja que tapaba su mano izquierda, tenía una espada que le llegaba a los talones, lo podía notar por la vaina, un casco que cubría su rostro, un casco que daba la impresión de ser de un demonio, era intimidante estar al lado de aquel guerrero, su contorno físico era muy grueso, era delgado pero se notaba en sus brazos, piernas y torso una increíble fuerza y velocidad, ese era el cuerpo de un guerrero, se bajó del caballo y me miró fijo a los ojos, unos ojos negros, llenos de valor y furia, pero a su vez tan llenos de tranquilidad; no pude evitar llenarme de pánico, intenté calmarme, y noté que en su mano derecha traía algo, una especie de orbe lleno de energía, lo cargaba con recelo, me llamó mucho la atención aquella esfera, sentí ganas de quitársela, pero eso sería imposible… solo me quede allí viéndola con envidia.
Se descubrió la mano izquierda y con ella se quitó el casco y lo tiró al piso como si ya no importara… le vi el rostro… no puede ser, como es posible, ¡era yo! ¡Era yo! Qué demonios estaba pasando, porqué estaba yo allí si yo estoy aquí mirándolo a él; su rostro parecía el de un joven de 23-25 años más o menos, pero en sus facciones había una madurez y una fuerte mirada que denotaban más edad y sabiduría, diferente de mi, tenía una barba un poco desvanecida, y en su ojo izquierdo a diferencia mía tenía una cicatriz no muy remarcada pero tampoco bien escondida, su cabello era de un blanco grisáceo en forma de puntas en la cabeza, su cabello bajaba por el hombro izquierdo, de patillas muy largas y elegantes, a diferencia de mi cabello que era negro y caía ajustándose al contorno de mi cabeza.
Era impresionante verme a unos cuantos pasos de distancia, con algunos rasgos un poco cambiados pero en base, lo mismo, todo estaba en silencio… -oye…. Tu…. Mykhael… - me preguntó… me habló por mi nombre… ese no es mi nombre…. Continuó… -te has perdido acaso? O es que no recuerdas nada?- , - porqué me llamas Mykhael, es ese acaso mi nombre? Le respondí… -si ese no es tu nombre como debo llamarte entonces?-,-solo pude quedarme callado y prestar atención a lo que me tenía que decir: -ven conmigo, debes ver algo-, -no iré contigo, ni siquiera sé quién eres, no hay manera, y si eres mi enemigo?-, inmediatamente después de haber dicho esto aquel guerrero se volteo sin soltar aquel orbe, se quitó la capa y también la tiró, se volvió hacia mi y… sin duda alguna sacó su espada velozmente y la movió de una manera extraña, acto seguido y sin darme cuenta la apuntó directo hacia mi cuello, de tal manera que la punta logró atravesar un pliegue de mi piel, la mantuvo firme contra mí, y note que en su espada había sangre fresca…. Acaso esa sangre venia de escarbar profundo en mi pecho…. Sería él quien me causó casi la muerte… noté también que en su dedo anular tenía un anillo con el símbolo del bando contrario, luego… me dijo: - vendrás conmigo, vivo o muerto no me importa, solo necesito que tu cuerpo me acompañe, tú decides-, de repente observé que de su espalda nacían dos extrañas extensiones, las abrió totalmente y las sacudió haciendo que el polvo evacuara rápidamente aquel lugar, eran alas, dos alas negras como la noche, imponentes como su dueño, eran hermosas y daban un aire de seguridad, las mostró hacia mí en un acto de superioridad y arrogancia, como si supiera que yo había perdido las mías.
Pensé: para que tiene un caballo si puede volar y llegar más rápido a donde quiere ir, -volar no sirve de nada en una guerra, puede ser peligroso, mientras que en el suelo estoy a salvo y tengo más probabilidades de protegerme, además, con este fuerte viento no te hubiera encontrado volando…- , pero cómo supo lo que estaba pensando, puede acaso leer mi mente?, me mantuve en silencio… ni siquiera estoy a salvo en mi mente… así que intenté confrontarlo de otra manera… alejé su espada con mi mano y le dije señalándole con mi mano derecha, en la que llevaba el anillo: -quien quiera que tú seas eres de el otro bando, y por ende eres mi enemigo-, acto seguido moviendo de nuevo la espada en forma extraña y veloz, me arrancó el anillo con una gran precisión, ya que solo dañó el anillo fuera de mi dedo, una vez estando el anillo en el aire lo cortó en dos, haciendo gala una vez más de su extremadamente buena precisión, y al termino recalcó: -amigos, enemigos?, ¡mira a tu alrededor Mykhael… ángel ignorante!, aquí no hay enemigos, ni siquiera hay vida, pero si prefieres tomarlo de esa manera, hazte con una espada e intenta defenderte…- cuando bajó un poco la mirada aproveché para coger una espada que estaba a mi lado, la levanté con mi pie derecho y la tomé con la mano derecha, dándome cuenta de que también yo sabía manejar una espada, hubo un choque entre ambas armas, mi mano tembló al sentir la fuerza de tal adversario, las espadas seguían chocando y mientras que a mí me costaba trabajo anticiparme a él, él se limitaba a estar en completa tranquilidad, sin siquiera soltar el orbe se encargaba de mi con su sable, en un momento lo vi perder los estribos, con una tremenda fuerza partió a la mitad mi espada, y con un halito de ella me mandó a volar a varios metros de distancia lejos de él.
………………..CONTINUARÁ.
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SENCILLOS HOMENAJES
Baldemar Ramírez. (Paciente)
“Todos vuelven al lugar donde nacieron”… dice una canción que popularizara el cantautor ecuatoriano, residenciado en Colombia; el maestro Olimpo Cárdenas. Es cierto. Todos queremos regresar algún día, al lugar donde nacimos y, en esta oportunidad, fue nuestro maestro y fundador, quien hace poco, estuvo en su aldea natal. Como buen escritor que es; no olvida nunca, que siempre debe llevar papel y lápiz, indispensablemente.
Me tomé el atrevimiento de sacar del archivo de don Marino, el más resiente poema, que hiciera el pasado mes de Noviembre, cuando por alguna razón, debió viajar a su patria chica; 50 años después de haber salido de allí. Fue en el parque de su natal Altamira – corregimiento perteneciente a Betulia en Antioquia – donde se inspira este bello poema en homenaje a la tierra que lo vio nacer y, de la cual habla con tanto cariño, como lo hace cuando se refiere a su Urrao del alma, pujante pueblo del Suroeste que le prestó sus calles para crecer, sus colegios para estudiar, sus maestros para aprender.
Precisamente para ellos es también este homenaje que inspira el maestro, a través de sus letras, a quienes nombra con gran cariño y gratitud, porque fueron ellos lo que le infundieron el amor por las letras. A don Rafael Yépez Rivera, su profesor de español y literatura, quien más lo animó a escribir en los centros literarios de aquella época, ya que el maestro Marino, mostraba su vena de escritor; don Rafael, es diácono permanente desde hace más de treinta años en la Parroquia San José de Urrao. Con él, el maestro nombra siempre a quienes tuvieron que ver en su aprendizaje como lo fueron: Margarita Rueda, primera maestra en la anexa “Helena Benítez” 1º, primer semestre en 1961, Ligia Durán, “Escuela Jaiperá,” 1º, segundo semestre en 1961. Luego, en la Escuela Urbana de Varones “Cacique Toné”: Ana Felisa González, 2º en 1962; Hernán Vásquez Duque, 3º en 1963 – fallecido en 2002; Santuariano de origen quien llegara a Urrao para quedarse; conoció tanto la historia del pueblo Urraeño, que se ganó el titulo de hijo “adoptivo y admirable” y “la historia andante de Urrao”. La casa de la cultura del pueblo fue bautizada con su nombre- ; Emilio Ibarra y Gustavo Torres Vivares, 4º en 1964; Sigifredo Restrepo, 4º en 1966; Eduardo Londoño, Orlando Guzmán, en 5º preparatorio en 1967. Ya en la secundaria: Arturo Gaviria; Guillermo Restrepo, Héctor Martínez, Gilberto Valderrama, León Roldán; 1º de bachillerato; esto en el Liceo Regional: “Simón Bolívar”, en 1968; Ramiro Muriel, Reinaldo López en 2º Bto. En 1969; Rafael Yépez Rivera, Guillermo Carrasquilla, 3ºBto, en 1970; Esteban Jiménez y, Aura Rita y Oscar Restrepo, en 4ºBto, en 1971; hasta donde pudo llegar el maestro y, por supuesto a su gran rector fundador del liceo y creador de los Hogares Juveniles Campesinos: Jesús Iván Cadavid Gutiérrez, en cuya memoria se bautizó la institución Educativa desde su fusión con la escuela primaria, -Sacerdote Jesuita de Sopetrán; quien también llegó a Urrao para quedarse allí; fallecido en Medellín, en 2001. He aquí, un pequeño y significativo homenaje de un alumno, a su tierra y sus maestros.
ALDEA ANTIOQUEÑA
(Marino Gaviria Vargas. Paciente)
Por las verdes montañas antioqueñas,
empinados caminos serpentean,
para llegar hasta la sima de la cumbre
y descubrir allí la más hermosa aldea.
Esa aldea en la que antaño yo naciera,
para cantar con el poeta de la raza:
nací libre en la pelada sierra,
de las bellas montañas antioqueñas.
De Altamira yo vengo y orgulloso,
canto siempre los aires montañeros,
qué pujante y esbelta está mi aldea,
donde vivieron ayer viejos arrieros.
Aquellos mismos que a lomo de las mulas,
que en filas formaron la arriería,
aquellas que con su fuerza bruta,
por los caminos sembraron la alegría.
Esa misma alegría que describo,
no solamente por ser oriundo de esta aldea,
si no, porque en el fondo de mi alma,
una bandera de paz allí fondea.
Oh! Altamira que a mi mente inspira,
después de regresar hasta tu altura,
hace ya cincuenta años no venía,
a contemplar absorto tu hermosura.
Espero pues volver de nuevo,
otro día con más gozo y con más tiempo;
a recorrer tus calles empinadas,
cargadas de nostalgias y recuerdos.
No te puedo decir adiós, si no hasta luego
y ruego a Dios que muy pronto me permita,
mirar desde el atrio de tu imponente iglesia
ese hermoso parque, por el que mi corazón palpita.
Y es que a Dios en su infinita gracia,
con toda el alma y corazón le pido,
retornar muy pronto a mi amada patria chica
y recordar así, mi patrio nido.
Para recorrer sus empinadas calles,
y admirar ese imponente pico,
donde nació y creció esta bella aldea
de espectacular belleza y noble estilo.
También, de su archivo, me tomé la licencia de extractar este poema que me atrevo transcribir en humilde homenaje a mi maestro; a quien le he prometido, hacerle un nuevo homenaje en la próxima edición, haciéndole un recuerdo de sus viejos compañeros de estudio; quiera Dios, que logre recopilar el mayor número de nombres posibles, ya que a nuestra edad, evocamos con nostalgia, aquellos años maravillosos del colegio, a nuestros maestros, y con verdadera alegría a quienes compartieron nuestras travesuras de niño y adolescentes.
Con cariño y humildad, a mi amable maestro: Marino Gaviria Vargas.
NOCHES SIN TI.
(Marino Gaviria Vargas, paciente)
Noche sin luz, de tiniebla y de tristeza,
ya la luna no ilumina como antaño;
sin tu amor, mi vida no es la misma,
tu ausencia fugaz vida mía, me hace daño.
Noche sin luz, sin luna, sin estrellas,
sin ti, la oscuridad terrible
apagó la llama que tenía de esperanza
y el cruel dolor, mi corazón oprime.
Si regresaras por mi amor mañana,
la oscuridad de esta noche cesaría
y volvería a sonreír de nuevo,
como cuando dije que siempre te amaría.
Yo espero pues, muy pronto tu regreso,
para abrazarte de nuevo entre mis brazos,
para darte un abrazo y muchos besos
y retenerte, vida mía en mi regazo.
Y espero que esta noche triste,
sin luz, sin luna, sin estrellas,
me llene el alma de alegrías,
para convertirse en la ilusión más bella.
Esa ilusión que juntos vida mía,
vivimos en noches como antaño,
esta noche tan larga y de tristeza,
ha de volverse en la más bella del año…..
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No podemos dejar de recordar que siempre estaremos muy pendientes de quienes nos leen, nos escriben, hacen sus críticas y sobre todo sus aportes con el que nos animan a seguir siempre adelante.
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CON SENTIDO DEL HUMOR.
(Adelaida Grajales P. Paciente)
Ya para terminar ésta entrega de Xundabé; damos paso a un artículo muy interesante, que nos presenta la paciente en éste caso; muy conveniente que tengamos en cuenta para que nos demos cuenta que aquí, también cabe un poco de humor y diversión por medio de un chiste o una anécdota graciosa, que nos haga olvidar siquiera por un momento los malos ratos que podamos vivir en el tiempo.
Agradable Tentación
Juanito –dice la madre- no olvide mijo ir a llevarle las empanadas a doña Luisa.
El niño corre al llamado de su madre; pero por el agradable aroma del producto, no pudo resistirse a la tentación de probar las empanadas y fue así que mordió la punta de una de una de ella, luego la otra punta, saboreando dicho manjar haciéndose a la idea que no lo notaría.
Mordió una, dos, tres y así sucesivamente, hasta hacerlo con todas la que llevaba; al término de las cuales se dio cuenta que ya no quedaba una sola que no estuviera mordida.
No había nada que hacer, pero el mandado debí de terminarse. Pronto maquinó una buena razón para justificar la falta, y lleno de valor se acercó a la puerta, toca el timbre y sale la señora.
Que quiere el niño- pregunta doña Enriqueta-
Tranquilo como el que más, aclara su garganta y dice:
Doña Enriqueta: que aquí le manda mi mamá las empanadas y que perdone eso de las puntas, pero que fue que no le alcanzó la masa!
%%%%%%%%%%%%.
Un Pastuso Ganador.
Un paisa, un cachaco y un pastuso salen de viaje, pero tan sólo llevan un pastel par los tres. En el camino, ya de noche se sientan a descansar y resuelven que para saciar el hambre, un pastel es muy poco para repartir. Se ponen de acuerdo y resuelven que el que sueñe más lejos ese será quien se coma totalmente el pastel.
Al despertar, comienza la resolución al dilema.
Yo soñé -dice el cachaco- que estaba en la china, recorriendo sus muralla; eso es lejísimos!
Yo -dijo el paisa- soñé que había abordado un cohete y fui a dar a la luna. Lejisísimos, tanto, que a la velocidad del cohete se requieren cincuenta y seis hora para llegar allí; mientras que a la china serán veintiséis o veintiocho horas a lo sumo.
Y, vos pastoso qué soñaste? Contá haber!
Yo, -respondió muy seguro el pastuso- viendo que ustedes estaban tan lejos y que el pastel se podría dañar, entonces me lo comí!......
XUNDABÉ. (Decimacuarta Edición)
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