Xundabé edición 16


EDITORIAL XUNDABÉ.
(Decimasexta Edición)

En el umbral de éste año próximo a terminar, es maravilloso poder decir: “GRACIAS” a todas y cada una de las personas que participaron en la construcción de un proyecto, que se ha convertido en el ideal primordial de los pacientes, que poco a poco buscamos la superación a través de las letras. GARCIAS: al grupo de médicos y enfermeras que nos han apoyado todo este tiempo. “GRACIAS” a cada uno de nuestros acompañantes y familiares, que nos han impulsado a seguir adelante, sin escatimar esfuerzo alguno. “GRACIAS” a todos nuestros amigos que en todo el mundo nos leen y nos envían sus comentarios; ellos son muy importantes para continuar en la lucha, sin pensar en el mal rato que nos ha tocado vivir, pero que gracias a Dios con mucha entereza hemos sabido afrontar. Esto ha sido parte de la existencia, con lo cual hemos aprendido que la vida es bella y que debemos disfrutarla al máximo.

“GRACIAS” a nuestro editor: Lic. CARLOS UPEGUI, que con tanto cariño y entrega, después de su labor como docente, saca un poco de su valioso tiempo para dedicarlo a una causa ajena a la suya, pero que sabiendo todo el bien que hace, no repara en sacrificar un poco su descanso. “GRACIAS” a todos y cada uno de los estudiantes, de la Institución Educativa “SEBASTIÁN DE BELALCÁZAR” que con esmero prestaron su servicio social estudiantil, en la noble causa de apoyar a unos pacientes ávidos de enseñanza y de deseos de vivir. “GRACIAS” a estos jóvenes que por su entrega, están próximos a graduarse; a todos ellos, nuestro más sincero agradecimiento y reconocimiento por su labor; los llevaremos en el corazón; y aunque a muchos no los conocimos personalmente, siempre vivirán en el recuerdo perenne de quienes recibimos sus trabajos literarios.

Hoy, los queremos nombrar a todos como grato homenaje en su honor; no sin antes recordarles, que seguiremos esperando sus trabajos literarios, para publicarlos orgullosamente en nuestra página y decirles nuevamente, que sus comentarios y talleres han sido lo más grandioso que han podido hacer ellos por nosotros. Dios, se los sabrá recompensar. Son ellos:

JHONY ALEXIS VELÁSQUEZ VARGAS.
JUAN PABLO OROZCO MEJÍA.
JONATHAN ALEXIS CANO ZAPATA.
YORBEY ESTIVEN HERNÁNDEZ VARGAS.
CRISTIAN JULIAN SANCHEZ MUÑOZ.
JAVIER ALEXANDER PEÑA BARRERA.
DANIEL PINEDA HERNÁNDEZ.
JULIAN ESTEBAN BERRIO GAVIRIA.
STEVEN GÓMEZ MESSIER.
DIEGO ALEXANDER ARDILA ROZO.
JULIAN DAVID GARCÍA ARBELÁEZ.
ANDRÉS FELIPE MARÍN LÓPEZ

“GRACIAS” jóvenes estudiantes, porque con ello, se han engrandecido espiritualmente, han madurado académicamente y sobre todo han hecho patria, por su amable solidaridad. Solo nos queda felicitarlos por su graduación como nuevos bachilleres y desearles lo mejor del mundo, para que sus deseos se vuelvan realidad en un futuro muy cercano. “MUCHAS GRACIAS Y MIL FELICITACIONES”


XUNDABÉ.

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Ya son varios los compañeros que apoyan el trabajo de nuestro amigo ANFEPHE; quien ha hecho énfasis en que el conocimiento de las matemáticas, es muy importantes aún en la literatura; pues como lo sabemos es llamada la ciencia madre, por el inmenso valor social que encierra, ya que ésta, se encuentra en todo tipo de aprendizaje que emprendemos.
Bien por nuestros compañeros, que en la matemática, no solo encuentran conocimientos cotidianos, sino, que la hacen parte de una diversión intelectual sana e instructiva, con grandes avances socioculturales.

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LEONARDO DE PISA. Vivió entre los años 1175 a 1250. Conocido por Fibonacci, hijo de Bonaccio, no era un erudito, pero por razón de sus continuos viajes por Europa y el Cercano Oriente, fuel el que dio a conocer en Occidente los métodos matemáticos de los hindúes.

16 16 16 16 16 16 16 16 16.

RAIMUNDO LULIO. Existió entre 1235 a 1315. Llamado el Doctor Iluminado por su dedicación a la propagación de la fe. Cultivó con excelente éxito las ciencias de su tiempo; fue el primero que se propuso construir una matemática universal. Publicó diversas obras.

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NICOLAS DE TARTAGLIA. Vivió desde 1499, hasta el 1557. Nacido en Brescia, fue uno de los más destacados matemáticos del siglo XVI. Sostuvo una polémica con Cardano sobre quién fue el primero en descubrir la solución de las ecuaciones cúbicas y cuárticas.

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JERONIMO CARDANO. Vivió entre el año 1501, hasta el 1576. Natural de Pavia, era filósofo, médico y matemático. Los historiadores le atribuyen el haberle arrebatado a Tartaglia, la formula para resolver las ecuaciones cúbicas y cuárticas, pero esto no le resta mérito alguno.


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Concluimos hoy, uno de los más agradables cuentos de ciencia ficción, que la imaginación del joven autor pudo concebir en sus ratos de esparcimiento. Esperamos que no sea su única creación literaria; pues sabemos que con la demostración que acaba de hacer, es muy capacitado para seguir escribiendo e imaginando historias que recrean de manera creativa; ya que en ellas encierra cierto grado de enseñanzas para el diario vivir. En ellas, nos enseña a sortear algunos percances que en ciertos momentos de la vida debemos afrontar.


ABISMO.

(Nedier Renato Valencia M.)
Estudiante de Ingeniería Mecánica: U de A.

CONTINUACIÓN.
Después de varios intentos Tiamat no pudo tocarlo, el guerrero saltó y luego voló lentamente al suelo, donde Tiamat lo vio desprotegido e intentó propinarle un golpe con su brazo izquierdo… sin duda alguna si lo tocaba no quedaría ni rastro de él, tomando en cuenta que su puño era del tamaño del guerrero más o menos…. Fue impresionante lo que pasó…. El golpe fue detenido con los brazos del guerrero… haciendo uso de su gran fuerza… el guerrero no permitía que Tiamat moviera su brazo… y con gran furia le dijo:
Guerrero: si fueras un poco mas observador, te darías cuenta de que muchas de las almas que llegan al abismo, las he enviado yo…
En un instante, con sus brazos el guerrero clavó el puño de Tiamat en el suelo y comenzó a escalar por su brazo, sacó su espada y con un solo movimiento de ella le cortó el brazo derecho… para después caer y cortar a Tiamat por la mitad sin compasión alguna…
Ahí yacía el cuerpo mutilado de aquella bestia, cuyo nombre se me hacia familiar por alguna razón….
El guerrero con la sangre de Tiamat en su espada, se dispuso a abrir la puerta, y con haz de su espada la hizo temblar, pero esta vez el símbolo de mi bando desapareció y la puerta se abrió….
Guerrero: ¡Mykhael¡ ya puedes entregarme el orbe.
Le devolví el orbe sin hacer ninguna pregunta…. Y continuamos…
Después de un momento… le pregunté….
Mykhael: para que me llevas a ese abismo?
Guerrero: ya lo sabrás…
Esta vez decidí quedarme callado y continuar.
Continuamos caminando por un rato… íbamos a través de un bosque, el camino se hacía mas y mas tenebroso, todos a nuestro alrededor nos abrían camino… cuando salimos del bosque, salimos a campo abierto, todo era negro, estaba oscuro pero aun así veía claramente, caminamos varios minutos…. Hasta muy adelante comenzó a mostrase algo como un agujero, pero no era cualquier agujero… era uno enorme del tamaño de una ciudad… o más grande era un… un… era el abismo… no lo sabía y aun así estaba seguro… ya nos estábamos acercando….
Guerrero: ya llegamos… ya pronto sabrás para que te traje aquí…
Al llegar allí, pude ver con claridad aquel abismo, no me atreví a mirar en el fondo… era enorme… y habían miles y miles de almas de monstruos y demonios cayendo hacia él.
Guerrero: ¡Mykhael¡ mira el orbe que llevo en mi mano… que sientes..???
Mykhael: mm… no lo sé… siento, algo familiar…. Por qué???
Guerrero: ya es hora…
Mykhael: eh… a que te refieres….ahhhh
Antes de que pudiera preguntarle algo, el guerrero se acercó a mí en un parpadeo y me dio un golpe con el orbe en la mano, lo llevó directo hacia mi corazón… y lo comprimió con tal fuerza, que yo solo pude sentir dolor… el orbe se metió dentro de mi pecho y empezó a rodear mi cuerpo con su energía…. Grité e intenté sacarlo, pero no podía ya que la herida por donde había entrado ya no estaba, había desaparecido… sentía que algo estaba volviendo a mi….
Mykhael: ¡es hora Mykhael¡ ¡es hora de que recuerdes todo¡
Empecé a recordarlo todo, era yo y toda esa gente, eran mis amigos, asesinados por mí, me siento feliz, solo uno, solo uno se opuso a mí…. Luego lo vi a él… al guerreo…
Mykhael: eres débil… Jabel y por ello morirás… yo soy todo lo bueno de mi mismo…
Jabel: lo bueno? Has sucumbido a la oscuridad y te dices un ángel piadoso, me enseñaste todo… y ahora te rehúsas a seguir luchando en contra de tu propia oscuridad?
Mykhael: no sucumbo, estoy evolucionando a algo mejor… ahora muere Jabel, mi discípulo.
Ya lo recuerdo… aquel guerrero es Jabel, aquel guerrero fue entrenado por mi… mi discípulo, mi protegido, Jabel… mi aprendiz. Soy un ángel misericordioso y todo poderoso… lo maté por ser débil… por creer que yo no tenía la razón… pero si lo maté… porqué hubo una guerra….
Ahora lo veo todo… abandoné mi antiguo bando y me uní al lado contrario, conseguí aliados, que seguían mi causa, destruir todo rastro de compasión de mi ser… claro… ya lo recuerdo…tiempo después se armó una guerra… fue allí donde me di cuenta de que Jabel seguía con vida… y no solo eso… se había hecho líder de su bando… era más fuerte… era más imponente, era Yo.
Recuerdo estar peleando con él, recuerdo aquella gran guerra, mi lucha contra Jabel, mi alter ego, mi otro yo, mi lado malo… o acaso mi lado bueno???
Recuerdo haber peleado con él… recuerdo sentir a un fuerte oponente, recuerdo ver una pelea sin fin entre los dos, estábamos muy parejos, y más sin embargo fui desarmado… recuerdo… recuerdo…. Todo…. Fui desarmado por Jabel, quien me hirió con su espada en el pecho… me atravesó con ella, y…. a través de la herida sacó algo… una especie de bola…. Un orbe…. Sacó aquel orbe que ahora está de nuevo dentro de mí, sacó mi alma de mi cuerpo, y la encerró en una esfera… ganó la batalla… -pero porqué estoy vivo?
Jabel: una vez más… estas vivo por que quería que vieras esto…
Mykhael: me trajiste al abismo… para qué??? Con que fin???
Jabel: eres el lado más siniestro de nosotros… aunque creas que eres un dios…. Solo eres un virus… que debe desaparecer…
Mykhael: eso no sucederá… ni tu ni yo podemos morir… así que la batalla continuará eternamente…
Jabel: mira… mira en el abismo…
Mykhael: he recuperado mis recuerdos… qué poder crees tener sobre mí…
Jabel: mph! Jaja… si es lo que quieres te obligaré…
Intenté resistirme… por unos momentos se presenció la misma pelea que en aquella guerra, solo que esta vez no había espadas y la pelea no duró mucho, Jabel fue más fuerte y no me dejó más opción que mirar aquel abismo.
Jabel: mira…. Mira con atención.
Michael: que quieres que mire? No veo nada más que oscuridad, ese abismo no tiene fondo.
Jabel: mira bien…
Y antes de que pudiera ver de nuevo… sentí de nuevo algo muy cálido en mi pecho, era la espada de Jabel que una vez más había atravesado mi pecho, para después empujarme al abismo con una patada mientras me decía:
Jabel: Ese abismo no tiene fondo porque ese es tu castigo… ahora morirás en tu propia oscuridad… solo y desesperado para siempre…
Lo último que vi, fue que el cuerpo de Jabel se estaba desvaneciendo… parecía como si estuviera muriendo… y lo último que pudo hacer fue deshacerme de mi.
“No es por tu vida por la que debes preocuparte”, es mi alma la que sería destruida por mi propia maldad… ahora aquí estoy en el fondo de este abismo, compartiendo el destino de muchas almas desesperadas por salir… Ni Jabel ni yo podíamos morir… la única manera era haber caído aquí… incluso si eso significaba la muerte de Jabel… fue su última tarea… al saber que los dos somos uno solo, ahora él está en un lugar mejor que este, el cielo supongo… aquel demonio con alas tan negras como la noche pero alma tan limpia como el día… y yo un ángel con alas tan blancas y claras como la luz, pero con el alma tan negra como este abismo…
No importa el origen, ni siquiera importa si eres un demonio o un ángel… a la hora de la verdad es lo que hacemos lo que refleja realmente lo que somos…
Aquí estoy en el fondo de este abismo… sufriendo por mis pecados en este lugar… mi infierno… mi hogar…
Esperando a que algún día YO regrese y ME saque de AQUÍ!


F I N.


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Desde mi llegada como acompañante al grupo de escritores, he descubierto las maravillas de la literatura y la manera tan agradable como los participantes se deleitan plasmando en ella, todas sus vivencias y experiencias, a pesar de su dolencia, que como dicen ellos mismos, es la forma de redención que un Dios bueno les envió.
No en vano, hemos disfrutado de sus escritos, como los relatados por doña Ana Ines Valencia, doña Paulina Gómez, doña Marina Tamayo, don Baldemar Ruíz, don Jesús Antonio Lasso, doña Leticia Ruíz, don Alfonso Fernández; y con ellos muchos otros que van ingresando poco a poco al taller. Todos han crecido en la medida que sus aspiraciones les exige en cuanto a la composición de sus poemas y sus cuentos, que cada vez lo hacen de mejor manera, con gran riqueza literaria.
No puedo pasar desapercibido este momento que me brinda la posibilidad de destacar un trabajo hecho hace ya muchos años, por el compañero Marino Gaviria; con el cual describe el paisaje de su pueblo, del bello pueblo que nos vio crecer. Es maravillosa la prosa que usa nuestro amigo para pintar con letras un paisaje campesino, y que poco a poco se torna citadino, según los paso que va dando su autor; desde su cabaña en la vereda, hasta el colegio en el pueblo. En él, describe desde el paisaje montañero, estrecho y silencioso; hasta el paisaje pueblerino, amplio y bullicioso, de manera que quien lee esta narración, queda con el más ferviente deseo de conocer personalmente ese lugar; que dicho sea de paso, está enclavado en la cordillera occidental, en la región del suroeste antioqueño.
Sea éste un nuevo reconocimiento al trabajo del maestro fundador de un proyecto tan interesante como lo es el taller de escritores; donde los pacientes encuentran un lugar de esparcimiento y sobre todo, una terapia de extraordinaria de superación.
Sin más preámbulos, deleitémoslo leyendo la primera parte de este trabajo, hecho con un amor tan grande, como el que solo un escritor amante de su terruño puede hacer de ese precioso lugar.

GERARDO OSPINA. (Acompañante)


P A I S A J E.
(Marino Gaviria Vargas) Paciente.


El sol comienza a asomarse por el horizonte, penetrando por entre los árboles que rodean la cabaña, anunciando que ha llegado un nuevo día. Desde muy temprano ya se oía el canto de los pájaros al despertar de ésta mañana que invita a caminar por el sendero que conduce hasta el río que serpentea muy cercano a cabaña; en donde acostumbro a pasar las vacaciones de mitad de año.

Siempre, con el ánimo de despejar la mente y poner en orden mis pensamientos, no lo dudo mucho y decido que hoy tomaré el día, aunque solitario, a caminar hasta el cansancio tal vez, pero disfrutando de las cosas hermosas que nos muestra la naturaleza y el porqué la vida hay que vivirla sin afanes, pero con un deseo inefable de contemplar todo lo que nos rodea, todo lo que hace que sintamos que la vida es bella, si la vivimos honestamente y en función de servir desinteresadamente a los demás.

Sin pensarlo dos veces; después de un refrescante baño y un confortable desayuno, me dirijo por el sendero hasta el río que brota de entre las montañas y en sus aguas cristalinas los peces, juguetean en él. Silencioso el río, se desliza sereno por la inmensa llanura y en sus aguas, parecen navegar viejas leyendas de duendes y de brujas y otros mitos que contaban los abuelos en las noches, cuando después de terminar sus labores en el campo, se sentaban a comer en la cocina, al caluroso pie del inmenso fogón de leña.

Caminar solo en el sendero junto al río y evocar aquellos tiempos, es volver a la niñez. El río, la llanura, las montañas lejanas y el aire puro de la mañana, refrescan un poco la memoria de aquella infancia ya ida y de la que solo nos queda recordar algunas situaciones y momentos memorables; pero también, es admirar la belleza del paisaje: pequeñas casas campesinas incrustadas en la montaña, en la llanura o situadas algunas muy cerca de la orilla del manso río, pero eso sí, todas con su huerta, donde no pueden faltar las hortalizas para el sustento familiar y alguna que otra mata de caña de azúcar o de gramalote, que también hacen parte de la alimentación del ganado vacuno y caballar. Son pequeños predios cultivados de plátano y maíz, cafetales en flor y fríjol en cosecha o potreros simplemente, forman como una inmensa colcha de retazos que hace que el paisaje se torne más interesante y hermoso, con el que la vista y la memoria se recrean al paso fugaz del caminante.

Si me quedara aquí donde el sendero y el río se unen, divisaría a mi alrededor las imponentes montañas que graciosamente enmarcan la llanura en donde infinidad de ganado pasta en su espesor. Divisaría unas cuantas parcelas con su casa cada una y arriba en el firmamento, un sol radiante en el azul intenso del espacio. Pero no me voy a quedar aquí; la idea es, caminar y admirar todo el paisaje que aparece a mi alrededor: las aves en el aire, que parecen columpiarse con el viento y aletean formando una gran bandada, que en busca de sustento se posan en un árbol y otro; van al río, a la montaña y su aleteo se confunde con el viento y con el leve susurro de las aguas, formando un concierto aunque monótono, agradable al oído; pues a ellos se unen también, el piar de los polluelos, el relinchar de los caballos y un kikirikí de algún gallo lejano o el tímido silbar de una serpiente mañanera y el ladrar de un perro, que recoge con su amo el ganado para cuidarlo, ordeñarlo y separarlo de sus crías.

A medida que avanzo en el sendero que paralelo va del río, éste, se va perdiendo al terminar la llanura en las montañas, parece que se internara en ellas, para dar lugar a otro paisaje cada vez, más interesante. El caminar es agradable y confortante; el campo es amplio y puro, el descanso allí, es muy grato; los recuerdo fluyen, la inspiración despierta, la imaginación se aviva y cada paso se disfruta; el paisaje se embellece pasando del llano a la montaña, de la montaña al bosque y de éste a los grandes cultivos o potreros: de un frondoso maizal a una espesa frijolera o a un cañadulzal o a un arado apenas en preparación para sembrar.

Describir este paisaje es agradable; es contar qué alegría es caminar y ver y disfrutar de una naturaleza viva en todo su género: los animales, las plantas, el agua, el viento, las montañas, la llanura, los caminos de herradura formando saltanejas y en ellos, algunos obstáculos construidos por el hombre: la puerta de golpe, el alzapiés, los quiebra patas y la alambrada, hechos para proteger de los animales las cosechas.

Al llegar a un estrecho paso que las montañas han dejado para que el río siga su ininterrumpida marcha, el paisaje es otro: la montaña es más fría, pero igual de productiva que la llanura que dejé hace rato, en mi largo caminar de ésta mañana. Las parcelas son mucho más extensas y las casas son muy pocas en ésta parte de la región; los habitantes son más pocos, pero abundan más los animales; los sembrados, igualmente hermosos; puedo pasar horas enteras caminando sin encontrar un solo habitante con quien cruzar una palabra.

El tiempo corre, la mañana avanza y ya se acerca el mediodía. Parece que el tiempo va a cambiar muy pronto: del calor que se sentía hace un rato, a pasado a sentirse un poco de frío y en el firmamento, las nubes, rápidamente avanzan y forman un manto gigantesco, con el cual han cubierto por completo el sol, pareciendo que muy pronto lloverá; pero igual, sigo caminando, porque lo ideal de este día, es que puedo hacerlo sin afán y solo me mueve el deseo de admirar y disfrutar la belleza natural; aunque solo sea en éste pedazo de tierra, en donde he tenido el privilegio de vivir.

Se hace estrecho el camino por la escarpada montaña, cuando me encuentro un arriero con su manada de mulas que ataviadas con su carga, me hacen buscar un lugar para no interrumpir ni estorbar el paso de la recua; han ido al pueblo a llevar la madera para los grandes aserríos, el carbón, la leña para los fogones en el caserío o bien, el producto de sus cosechas y regresan a sus parcelas con los artículos que los campesinos no pueden producir en sus fincas: las nuevas herramientas para arar la tierra y un sinnúmero de cosas necesarias en la vida del agro.

Las mulas y los machos van pasando lentamente y al final, su dueño, que envuelto en su paruma de cuero, con su zurriago en la mano y en el cinto su machete, suelta con fuerza su “arre mula” y entre silbido y silbido, también entona una copla montañera. Delante de mí, pasa el arriero y solamente un “cómo le va”, me dirige y sigue arriando su mulada. Y mientras él y su manada pasan, afloran en mi mente los recuerdos de mi abuelo que años antes también trajinó por estos caminos con sus mulas y sus bueyes cargados con las cosechas recogidas por los labriegos, o en su caballo ensillado y finamente vestido, los Domingos, para el pueblo.

En un recodo de la montaña no muy lejos de donde me encuentro, a desaparecido de mi vista, el arriero con su última mula de la fila y yo quiero seguir adelante en mi camino hasta terminar el día. El cielo ya está completamente nublado y por lo cercano de una montaña con otra formando un cañón por donde pasa el río, la oscuridad es inminente y la lluvia comienza a salpicar el polvoriento camino, por lo que me apresuro a buscar un lugar en donde refugiarme del fuerte aguacero que se avecina. En efecto; me encuentro en una improvisada pesebrera o abrevadero; es el sitio donde el ganado ha sido acostumbrado por su mayordomo, a acercarse después del pastoreo, a saborear un poco de sal de mar y así, provocar la sed, para que los animales consuman el agua indispensable para complementar su alimentación. No acabo de llegar al saladero cuando la lluvia, ya cae a torrentes, pero no importa, aquí, ya no me mojo y el paisaje se hace mucho más interesante y bello; la lluvia a iniciado su ruidoso concierto con el agua caída de las nubes, acompañado de uno que otro trueno y relámpagos continuos, mas un sonoro silbido del viento que azota furioso el follaje de los árboles. Las aves se han silenciado temerosas del invierno; solo el ruido de la lluvia, de los truenos y del viento y el río, que por un momento ha aumentado su caudal, es lo único que escucho y en mi mente los recuerdos de inviernos ya pasados, que me contaba el abuelo, cuando en su juventud vivió sus tiempos de arriería.

Desde éste sitio, no es mucho lo que se puede apreciar, el ganado se acomoda debajo del árbol más frondoso, para protegerse un poco de la lluvia. Al frente, al otro lado del río y al pié de la montaña, una pequeña cabaña, de la que, por el tejado sale una gran columna de humo con olor a leña verde, producido por el arder de ésta en el fogón de la cocina. Se nota que la casa no en muy grande, pero sí se nota que tiene su corredor enchambranado de un color rojo vivo pintado, adornado con materos, en su patio de enfrente si se alcanzan a distinguir muy diminutamente las flores del jardín; me imagino que hay gran variedad de ellas, por los múltiples colores entremezclados que aparentan, pero que no se distinguen de una manera exacta a como debe de ser. A pesar de la lluvia y del frío, el espectáculo es maravilloso contemplarlo desde aquí, desde el saladero donde escampo del aguacero.

Hace rato está lloviendo, parece que se va a demorar mucho para que cese la lluvia, pero yo no tengo mucho afán de continuar; estoy en vacaciones y solo quiero disfrutar de mi descanso en toda forma y apenas es mediodía; de manera que puedo esperar hasta que escampe para luego seguir adelante.
El río, ha crecido mucho, después de recibir incontables arroyos a lo largo de su recorrido, ahora recibe también el agua lluvia y se hace mayor su caudal, es el hilo de agua interminable que se desliza ahora por entre las montañas y peñascos que le dan más colorido y otro aspecto, aunque más áspero, igual de interesante y hermoso al paisaje.

Observando esta creciente del río, recuerdo que me contaba el abuelo, que cuando éste echaba sus borrascas, le tocaba a él, junto con sus mulas y bueyes, esperar días enteros a que bajara su caudal para poder cruzarlo sin peligro, porque de lo contrario corría el riesgo de ser arrastrado por la fuerte corriente, él, o sus animales de carga, pues entonces no existía un puente para pasar al otro lado.

¡Qué impredecible es la naturaleza!. Cuando uno menos piensa llueve, escampa, hace calor o frío, sale el sol.....pero es bella; es hermoso contemplar y sentir los cambios naturales. Recuerdos y fantasías afloran o se escapan a cada momento que se vive intensamente y eso también hace parte de nuestra naturaleza humana. ¡Qué tiempos!, qué recuerdos y vivencias se tienen cada día, con cada cambio natural siempre espontáneo e impredecible como la mente. Todo es bello y vale la pena disfrutarlo.
Parece que la lluvia ya comienza a ceder y yo me propongo continuar mi camino, no sé, hasta donde llegaré, pero ahora que ha escampado casi totalmente, sigo adelante por un camino ya pantanoso pero agradable; después de tanto tiempo de no caminar por él, ya que el progreso con sus máquinas haciendo carreteras, ha hecho que éste se utilice tan poco últimamente. El paisaje ahora se ve triste después de tanta lluvia, paro las nubes ya han comenzado a rasgarse y a despejar el firmamento, dando paso nuevamente a un caluroso sol de mediodía, ya un poco avanzado. Los potreros y sembrados que circundan las laderas empiezan a soltar el agua en forma de vapor, que nuevamente sube al cielo por efectos del calor y el verde-oscuro de los campos va tomando un verde más vivo, más alegre y la tarde lentamente va avanzando, mientras me empeño en continuar más adelante.

Unos momentos más tarde, después de haber recorrido un trayecto no muy largo; otra vez las escarpadas montañas parecen retirarse, para dar paso a un esplendoroso y verde valle, más amplio que la llanura anterior, aquí, el río es mucho más grande y más al fondo, un nuevo río se extiende majestuoso sobre el valle y éste recibe, como una gran serpiente tragándose a otra, las aguas cristalinas del río que he venido siguiendo, desde que salí de mi cabaña, ésta mañana. Es más caudaloso el río y más tranquilo, es más amplio y silencioso; es como la columna vertebral de éste inmenso valle, que en su verde espesor, alberga incontables hatos de ganado, fincas de cultivos cafeteros y muchos productos más y sobre todo de una belleza indescriptible. Un valle que comienza donde se unen los dos ríos, donde las montañas se abren para dar paso a la llanura, en donde el sol extiende su invisible manto de calor; donde las flores y las aves, junto a los cultivos, forman el cuadro más bello y acogedor de éste paisaje, que ojos algunos, hayan contemplado. Es el valle donde la alegría acalla a la tristeza, donde lo ingrato no tiene cabida, donde las aves juguetean en las flores y el vaivén del viento; donde las flores perfuman con su aroma y las aves con sus cantos adornan y alegran la pradera. ¡Qué agradable es estar al aire libre en campo abierto!, donde no se encuentran límites ni para correr o gritar, donde la vista se deleita observando un espectáculo maravilloso, de un sol radiante en todo su esplendor, las nubes posadas en la cima de las montañas, el verdor del valle aún humedecido por la lluvia que hace poco dejó de caer en éstas tierras.

Por las faldas de una cercana montaña, alcanzo a ver una recua de campesinos que bajan cargando el producto que acaban de recoger de su cosecha. Con sus canastos llenos, amarrados a su espalda, forman una caravana larga y silenciosa, pues el trajín de todo el día, unas veces bajo el sol y otras, bajo la lluvia es agotador. Cansados se acercan a la casa a descargar el fruto de su labor y luego, al pie del fogón de leña se acomodan a saborear un suculento plato montañero, que sus mujeres gustosas han preparado para ellos; luego entonarán una oración, después, contarán alguna historia de duendes y de brujas o de pronto una leyenda de mitos ya olvidados, que los antepasados contaron y otros que en cambio entonarán una copla u otras canciones ancestrales, acompañados de un tiple, una guitarra y tal vez de una bandola; instrumentos estos que no pueden faltar en una casa campesina, pues son ellos, compañeros inseparables de los hombres que afanosamente cultivan el arado y que por sobre todo, estos instrumentos de cuerda ahuyentan a los duendes, según me contaban los abuelos, ya que según ellos, cuando un duende escucha el rítmico sonar de un tiple, se acuerda de la música celestial, entonces se va llorando y no vuelve más.

Imagino desde mi camino, cómo son de agradables esas tertulias campesinas, después de las cuales cansados hombres y mujeres se van a la cama a descansar de la labor del día, para madrugar al siguiente y continuar incansables su trabajo, ellos, en el arado: sembrando o cosechando, desyerbando o abonando sus cultivos; pilando el maíz, asando las arepas, haciendo mazamorra o lavando ellas, en fin, haciendo su labor como buenas amas de casa, con el único afán de atender bien a sus arrieros o aradores, a quienes ellas cuidan talentosamente, para que juntos, ellos y ellas puedan sacar adelante a sus familias.

La tarde avanza sin detenerse. Prosigo adelante, no sé hasta dónde, pero caminaré todo el día, quiero seguir disfrutando de él, de la naturaleza, del aire fresco, del sol, de la lluvia, de todo lo que veo: las flores, las aves, el ganado. No muy lejos de aquí, alcanzo a divisar un viejo puente colgante sobre el río; un puente de madera envejecida por las inclemencias del tiempo, pero todavía, resistente al paso de caballos y de bueyes y de mulas cargadas o del ganado que se acerca a la ramada o de gentes que transitan el lugar. Me parece que éste puente data del siglo pasado, según me contaban mis abuelos, pues es cierto que cuando se construía un puente de madera como éste, lo más prudente era que se le hiciera un techo a lo largo de él, con el fin de que las aguas lluvias y el sol al mismo tiempo, no deterioraran muy pronto ese paso sobre el río. Por ésta razón, es que en estos tiempos tan modernos del concreto y del hierro, es curioso conocer un puente de éstos, pues parecieran el corredor de una casa, con aleros en su estructura.

El río silencioso pasa por debajo de éste solitario puente, como si fuera una gigantesca serpiente que se desliza por debajo del tronco de un árbol milenario, derribado por el hombre; pero aquí el agua es tan abundante y cristalina que refleja la majestuosidad del puente, como si fuera un gran espejo reflejando la casa colonial de antaño; cubierta con rojizas tejas de barro, que manos amasaron y moldearon para luego secarlas al calor de la candela producida por la leña ardiente en los grandes hornos del tejar. La madera añeja, le da un tono interesante al puente, es como si el tiempo se detuviera en sus travesaños y vigas uniformemente amalgamados, que se mecen al paso de la gente y de cielo, al igual que el sauce que crece al pie de algunas casas de la región.animales que lo cruzan y da la impresión que se derrumba, pero no; está muy bien diseñado y los gruesos cables de acero que lo sostienen en el aire, no sede más de lo normal del peso con que puede, se mese solamente y luego vuelve a quedarse quieto como siempre.

¡Bueno! No me detengo más, contemplando la estructura de éste puente; quiero seguir caminando sin olvidar que ya comienza a atardecer; me he alejado ya muchísimo de mi cabaña, pero algo me incita a seguir adelante, no sé hasta dónde, pero quiero descubrir nuevos paisajes, subir a la montaña y volver a la llanura, cruzar el río, recorrer varios caminos y después volver a descansar a mi cabaña. Ya no quiero detenerme, continúo hacia delante y veo algunas garzas que vienen a posarse cerca del río, al pie de los guaduales que gigantescos se elevan hacia el cielo, al igual que el sauce que crece al pie de algunas casas de la región.

CONTINUARÁ……

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Nuevamente gracias a todas y cada una de las personas que hicieron parte de este proyecto, durante este año que termina. Deseamos que esta última entrega del año, cumpla el propósito que deseamos para el entretenimiento de todos y cada uno de nuestros lectores y amigos.

Gracias de nuevo a los estudiantes que nos apoyaron con sus trabajos; a ellos nuestra eterna gratitud, nuestras más sinceras felicitaciones por sus grados… y a todos nuestros seguidores: UNA FELIZ NAVIDAD Y UN PROSPERO Y VENTUROSO AÑO 2010.

¡HASTA PRONTO!!!!!!!

Xundabé 15

EDITORIAL XUNDABÉ.
(Decimaquinta Edición)
Un mes más, para celebrar el tiempo del amor y de la amistad. Es en éste mes, en que nos recordamos mil cosas, con las que demostramos nuestra gratitud y admiración a quienes se encuentran alrededor nuestro. Es por eso, que pensando en dichas fechas, nos hemos dedicado los más grandes elogios, para hacer que la amistad sea cada vez más grata.

Es la amistad, la más bella expresión de convivencia tanto a nivel familiar como socialmente hablando. “No hay mejor amigo, que aquel que da la vida por el otro”, dice una antigua frase, que atribuimos al salvador de la humanidad, por la generosidad con la que rindió su vida, en sacrificio por los hombres. Y, es el mismo Dios quien habla de la grandeza de la gratitud y lo despreciable de la ingratitud. Debemos por lo tanto, ser agradecidos con los demás, para que a su vez, los demás sean agradecidos con nosotros.

Que este mes de amor y de amistad, no solo se limite a estos treinta días, si no que se prolongue por todos los meses del año, y por siempre, durante toda la vida de la humanidad. Saludamos a todos aquellos, que de una u otra manera han contribuido a que quienes conformamos este grupo de escritores, familiares y acompañantes, logremos alcanzar las metas propuestas, para dejar un legado a las nuevas generaciones, con la certeza que sabrán aprovechar al máximo, este ejemplo que hoy estamos promoviendo.


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Nuestras mujeres, integrantes del grupo de escritores, presentan el siguiente trabajo literario en un merecido homenaje a todas las mujeres del mundo; que a través de todos los tiempos, siempre han sido protagonistas de la historia; pero también, han sido estigmatizadas, por creerlas el sexo débil. Con la colaboración de Rosalba Gutiérrez, Yolanda Rendón y Gloria Arias: este sencillo pero sentido homenaje a la mujer de ayer, de hoy, de mañana y de siempre; para resaltar este mes de amor y de amistad.

POR LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE LA MUJER.
POR LA IGUALDAD ENTRE HOMBRES Y MUJERES.

Vengo desde el ayer, desde el pasado oscuro y olvidado con las manos atadas por el tiempo, con la boca sellada desde épocas remotas.
Vengo cargada de dolores antiguos recogidos por siglos, arrastrando cadenas largas e indestructibles.
Vengo desde la oscuridad del pozo del olvido con el silencio a cuestas, con el miedo ancestral que ha corroído mi alma desde el principio de los tiempos.
Vengo de ser esclava por milenios, esclava de maneras diferentes: Sometida al deseo de mi raptor en Persia, esclavizada en Grecia bajo el poder Romano, convertida en vestal en las tierras de Egipto, ofrecida a los dioses en ritos milenarios, vendida en el desierto o canjeada como una mercancía.
Vengo de ser apedreada por adultera en las calles de Jerusalén por una turba de hipócritas, pecadores de todas las especies que clamaban al cielo mi castigo.
He sido mutilada en muchos pueblos para privar mi cuerpo de placeres y convertida en animal de carga; trabajadora y paridora de la especie.
Me han violado sin límite en todos los rincones del planeta sin que cuente mi edad madura o tierna, o importe mi color o mi estatura.
Debí servir ayer a los señores, prestarme a sus deseos, entregarme, donarme, destruirme, olvidarme de ser una entre miles.
He sido barragana de un señor en Castilla, esposa de un marqués y concubina de un comerciante griego, prostituta de Bombay y en Filipinas y siempre ha sido igual mi tratamiento.
De unos y de otros siempre esclava, de unos y de otros, dependiente, menor de edad en todos los asuntos, invisible en la historia más lejana y olvidada en la historia más reciente.
Yo no tuve la luz del alfabeto. Durante largos siglos aboné con mis lágrimas, la tierra que debí cultivar desde mi infancia.
He recorrido el mundo en millares de vidas que me han sido entregadas una a una.
Y he conocido a todos los hombres del planeta. Los grandes y pequeños, los bravos y cobardes, los viles, los honestos, los buenos, los terribles.
Más casi todos llevan la marca de los tiempos. Unos manejan vidas como amores y señores, asfixian, aprisionan, manipulan y oprimen.
Yo los conozco a todos, estuve cerca de unos y de otros, sirviendo cada día, recogiendo migajas, bajando la cerviz a cada paso, cumpliendo con mi karma.
He recorrido todos los caminos, he arañado paredes y ensayado silencios, tratando de cumplir con el mandato de ser como ellos quieren, más no lo he conseguido.
Jamás se permitió que yo escogiera el rumbo de mi vida. He caminado siempre en una disyuntiva: ser santa o prostituta.
He conocido el odio de los inquisidores que a nombre de la santa madre iglesia condenaron mi cuerpo a su servicio y a las infames llamas de la hoguera.
Me han llamado de múltiples maneras: bruja, loca, adivina, pervertida, aliada de Satán, esclava de la carne, seductora, ninfómana, culpable de los males de la tierra.
Pero seguí viviendo, arando, cosechando, cosiendo, construyendo, cocinando, tejiendo, curando, protegiendo, pariendo, criando, amamantando, cuidando y sobre todo: amando.
He poblado la tierra de amos y de esclavos, de ricos y mendigos, de genios y de idiotas, pero todos tuvieron el calor de mi vientre, mi sangre y su aliento, y se llevaron un poco de mi vida.
Logré sobrevivir a la conquista brutal y despiadada de Castilla en las tierras de América, pero perdí mis dioses y mi tierra y mi vientre parió gente mestiza, después que el amo me tomó por la fuerza.
Y en este continente mancillado proseguí mi existencia cargada de dolores cotidianos, negra y esclava en medio de la hacienda, me vi obligada a recibir al amo cuantas veces quisiera, sin poder expresar ninguna queja.
Después fui costurera, campesina, sirvienta, labradora, madre de muchos hijos miserables, vendedora ambulante, curandera, cuidadora de niños o de ancianos, artesana de manos prodigiosas, tejedora, bordadora, obrera, maestra, secretaria, enfermera.
Siempre sirviendo a todos convertida en abeja o sementera, cumpliendo las tares mas ingratas, moldeada como cántaro por las manos ajenas.
Y un día me dolí de mis angustias, un día me cansé de mis trajines, abandoné el desierto y el océano, bajé de la montaña, atravesé las selvas y confines y convertí mi voz dulce y tranquila, en bocina del viento, en grito universal y enloquecido.
Y convoqué a la viuda, a la casada, a la mujer del pueblo, a la soltera, a la madre angustiada, a la fea, a la recién parida, a la violada, a la triste, a la callada, a la hermosa, a la pobre, a la afligida, a la ignorante, a la fiel, a la engañada, a la prostituta.
Vinieron miles de mujeres juntas a escuchar mis arengas, se habló de los dolores milenarios, de las largas cadenas que los siglos nos cargaron a cuestas.
Y formamos con todas nuestras quejas un caudaloso río que empezó a recorrer el universo ahogando la injusticia y el olvido.
El mundo se quedó paralizado, los hombres y mujeres no caminaron, se pararon las máquinas, los tornos, los grandes edificios y las fábricas, ministerios y hoteles, oficinas y talleres, hospitales y tiendas, hogares y cocinas.
Las mujeres por fin lo descubrimos:¡Somos tan poderosas como ellos y somos muchas más sobre la tierra! ¡Más que el silencio y más que el sufrimiento! ¡Más que la infamia y más que la miseria!
Que este canto resuene en las lejanas tierras de la Indochina, en las arenas cálidas del África, en Alaska y América Latina, llamando a la igualdad entre los géneros a construir un mundo solidario –distinto, horizontal, sin poderíos- a conjugar ternura, paz y vida, a beber de la ciencia sin distingos.
A derrotar el odio y los prejuicios, el poder de unos pocos, las mezquinas fronteras, a amasar con las manos de ambos sexos el pan de la existencia.


La Agencia de Noticias Coránicas de Irán, destacaba en una entrevista con el teólogo Islamista: Mura Gunes: “Occidente trata de desviar a las mujeres de su papel principal y real en la sociedad, presionándolas con lemas vanos sobre libertad e igualdad”. También añadió que una de las tácticas que utiliza, es apartando a las mujeres de sus familias, atrayéndolas al mercado laboral.

QUE ESTE TIPO DE COMENTARIOS NUNCA MÁS SE VUELVAN A ESCUCHAR;

XahOlg.

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Es importante destacar los trabajos que presentan muchos de nuestros seguidores, a los cuales les agradecemos muchísimo su aporte, ya que con ello nos demuestran su gran interés por seguir en continuo contacto con el grupo. Aunque muchos de los trabajos que nos llegan, no son inéditos, sabemos la entereza de los compañeros para compartir su amor por la literatura, y es por esa razón que publicamos todo lo que nos llega, con la importancia que para cada colaborador significa.

Esperamos que en las próximas entregas, nos lleguen más aportes de todos los que desde ya hace tiempo, son parte integral del taller de escritores. Sabemos del cariño con el que nos acompañan siempre; sabemos que tiene muchas capacidades y aptitudes para ser muy buenos escritores; por lo tanto los seguimos animando para que lo hagan, como lo han ahecho durante las charlas que semana a semana realizamos; aprendiendo, enseñando y sobre todo compartiendo el agradable pasatiempo de contar algunas vivencias a través del cuento.

HUELLAS EN LA ARENA
(Anónimo)

Una noche soñé que caminaba a lo largo de una playa, acompañado por Dios.

Durante la caminata muchas escenas de mi vida fueron proyectándose en la pantalla del cielo. Según iban pasando cada una de esas escenas notaba que unas huellas se formaban en la arena. A veces aparecían dos pares de huellas, en otro, solamente aparecía un par de ellas.

Esto me preocupo grandemente porque pude notar que durante las escenas que reflejaban etapas tristes de mi vida, cuando me hallaba sufriendo de angustia, penas o derrotas, solamente podía ver un par de huellas en la arena entonces le dije a Dios: Señor, tu me prometiste que si te seguía, tu caminarías siempre a mi lado; sin embargo, he notado que durante los momentos mas difíciles de mi vida solo había un par de huellas en la arena. Porque cuando mas lo necesitaba no estuviste caminando a mi lado.

El señor me respondió: las veces que has visto solo un par de huellas en la arena, hijo mió, ha sido cuando te he llevado en mis brazos.


LA VIDA
(Anónimo)

Hay momentos en la vida en los que extrañas tanto a algunas personas, que quisieras sacarlas de tus sueños y envolverlas en un abrazo.

Sueña con lo que desees soñar, ve a donde desees ir, se lo que deseas ser, se feliz, solamente tienes una vida y una oportunidad para hacer las cosas que quieres hacer.

Ten la suficiente felicidad que te haga dulce, los suficientes tropiezos que te hagan fuerte. La suficiente tristeza que te haga humano y la suficiente esperanza que te haga feliz.

Siempre ponte en los zapatos de otras personas. Si sientes que te duele, probablemente le dolerá a esa persona también.

La mayoría de la gente feliz no necesariamente tiene lo mejor de cada uno; ellos solamente toman lo mejor de las cosas que aparecen a lo largo del camino.

La felicidad existe para aquellos que lloran. Aquellos que han buscado. Aquellos que han tropezado. Porque solo ellos, pueden apreciar la importancia de personas que han tocado vidas.

La vida comienza con una sonrisa, crece con un beso y termina con una lágrima.

El futuro brillante estará basado siempre en un pasado olvidado, no puedes continuar con tu vida hasta que dejes escapar tus fracasos del pasado y dolores de tu corazón.

Cuando tú naciste, estabas llorando y todos alrededor tuyo estaban sonriendo. Vive tu vida de manera que cuando mueras seas tú quien estés sonriendo y los demás quienes estén llorando.

Por favor, haga un paréntesis en su vida y reflexione: de gracias por todo lo que tiene, aprécielo; mire para abajo. Usted es una persona privilegiada, tiene techo, empleo, salud, casa, comida, educación.


¿Problemas? ¡Claro que los tienes!, todos los seres humanos sufren, si usted hace una evaluación de su vida y mira hacia este sitio donde hay miseria, soledad, abandono ¡usted es un elegido!

Estimemos nuestra vida y todo lo que poseemos. Vale muchísimo todo lo bueno que hagas, cuando sabes sacarle provecho, y hacer los demás sepan aprender de él.

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A continuación, seguimos con la tarea de seguir publicando temas de interés público, por su valor literario y sobre todo por su enseñanza de las matemáticas. Un trabajo que si bien sabemos no es creación de ninguno de nosotros, es tomado de los más importantes textos de esta ciencia madre. Nuestro colaborador y amigo ANFEPHE; es quien está al frente de este tema, por el cual a sido profundamente apasionado desde sus tiempos escolares. A él, le agradecemos su incansable trabajo con el grupo, ya que su aporte significa mucho para los pacientes que participamos de esta bella experiencia.

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LA ESCUELA DE BAGDAD. (Siglos IX al XII) Los árabes fueron los verdaderos sistematizadores del Algebra. A fines del siglo VIII floreció la escuela de Bagdad, a la que pertenecían Al Juarismo, Al Batani y Omar Khayyan. Al Juarismo, persa del siglo IX, escribió el primer libro de Algebra, y le dio nombre a esta ciencia. Al Batani, sirio que vivió entre el año 858 y el 929; aplicó el Algebra a problemas astronómicos. Y Omar Khayyan, persa del siglo XII, conocido por sus poemas escritos en “rubayat”, escribió un tratado de Algebra.

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LAS MATEMÁTICAS EN LAS UNIVERSIDADES HISPANO-ARABES. (Comprende desde el siglo VIII, hasta el siglo XV) La cultura árabe alcanza elevado desarrollo en ciudades como Sevilla, Córdoba y Toledo. De las universidades hispano-árabes fluye la cultura musulmana hacia Europa. Tres nombres pueden señalarse como representación de la cultura árabe en España: Geber Ibn-Aphla, (Sevilla, siglo XI), que rectificó las tablas de Ptolomeo; Arzaquel, (Toledo, 1080), autor de unas famosas Tablas; y Ben Ezra, (Calahorra, 1089), rabino de Toledo.

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PROPAGADORES EUROPEOS DE LA MATEMÁTICA HISPANO-ARABE. (Siglo XIII). La matemática hispano-árabe se introdujo en Europa a través de las traducciones que hicieron numerosos eruditos que se trasladaron a las universidades árabes de Córdoba, Sevilla, Toledo, etc. Se destacaron como traductores: Juan de España, que puso en latín las obras de Al Juarismo; Juan de Sacrobosco o Hollywood, que tradujo diversos tratados; y Adelardo de Bath, el más distinguido de éstos, que dio una versión latina de Euclides.

RECORDANDO A MIS COMPAÑEROS DE COLEGIO.
Homenaje, por Baldemar Ramírez

Tal y como lo había prometido en la pasada edición, es el momento de dar paso a la lista de los antiguos compañeros de estudio de nuestro amigo y maestro Marino, aprovechando la visita, que por este tiempo nos hace uno de sus más cercanos amigos y compañeros del colegio: don Gerardo Ospina. Este es pues un reconocimiento a la labor de una persona que se ha esmerado por que su ejemplo trascienda en aras del servicio a la comunidad; por tanto en su homenaje le recordamos a sus amigos de la infancia y la adolescencia. Esperamos no olvidar a ninguno; aunque muchos ya se han ido y de los que tan solo nos queda un grato recuerdo de su paso por la vida; son ellos: Gustavo y Jhon Jairo Restrepo, Luís Fernando y Jhon Jairo Madrigal, Francisco Pérez Castrillón, Juan José Gómez Pulgarín, Federico Gómez, Ricaurte Présiga, Miguel Ángel Montoya Duque, Jorge Urán Madrid, Francisco de Paula Pérez Herrera, Mario Loaiza, Luís Fernando Ruiz, Rodrigo Urrego Urrego, Sergio Jaramillo, Nelson Ortiz Calle, Jairo Urrego Serna, Luís Fernando y Carlos Alberto Restrepo Salazar, Francisco Lezcano Florez, Rubén Darío Gallego, Humberto Vargas, Luís Mariano Navarro, Dorian Berrio, Martiniano Urrego, Guillermo León Jiménez Urrego, Jairo Gómez Rojas, León Jaime Londoño, Arnulfo Álvarez, Hamilton Restrepo, Kennet Moreno, Leonardo Cossio, Diego Laverde Gaviria, Bibiano Arcila, Napoleón Jiménez, Antonio Marín, Luís Ernesto Rueda Gómez, Manuel Herrera, José María Florez, Jaime y Leonardo Urrego, Manuel Higuita; Efrén Correa Uran, y el inolvidable grupo de los “Chophes” Quienes Fueron: Jairo Correa Ruiz, (Felipe Cuarto el Hermoso); Oscar Alberto Velásquez Ortiz, (Taulamba); Orlando Londoño Arango, (Albert Aistein); Leobardo Florez Madrid, (el Monje), y por supuesto nuestro amigo Marino Gaviria Vargas, (Kalimán). ( Recordemos que en la década de los 60’, los colegios aún no eran mixtos todavía)

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Para dar cumplimiento a lo pactado con nuestros colaboradores, damos paso a la segunda parte de “Abismo”; un cuento que teniendo mucho de fantasía o ciencia fisión, nos trae una interesante enseñanza, sobre como debemos afrontar las experiencias en la vida; como podemos aprovechar toda oportunidad que se nos presenta y cómo debemos enseñar a los que requieren de una buena orientación. Pero dejemos que la imaginación vuele a través de esta interesante narración.


ABISMO.
(Nedier Renato Valencia M.) Estudiante de Ingeniería Mecánica.
CONTINUACIÓN.

Allí me encontraba de nuevo, en el piso y casi inconsciente, llegando a escuchar solo unas cuantas palabras que el guerrero me dijo con voz imponente: -…no te lo repetiré una vez más… ven conmigo o veras tu vida acabar aquí y ahora…-, no tuve más opción… -de acuerdo, llévame contigo-, el guerrero guardó su espada y se acercó a su caballo, le quitó la montura y la armadura, luego lo dejó ir, después me hizo un ademán para que lo siguiera.
Me acerqué a él y de pronto me señaló con la palma de su mano… empecé a sentir el mismo dolor de cabeza que la ultima vez, esta vez, vi más cosas también, estaba yo de nuevo en tantos lugares con la misma ropa y con diferente gente, les hacía daño y todos morían, solo uno salió con vida, solo uno me enfrentó con valor, era él, el guerrero, allí estaba con el cabello corto y con un smoking negro y guantes, y lo más extraño, era que no tenia aquella cicatriz en su ojo izquierdo, me decía cosas como: -…escoge bien tu bando… no sigas este camino… y te dices a ti mismo “ángel piadoso y misericordioso”… más adelante pude ver que aquella cicatriz la hice yo con una espada que en este momento doy por extraviada, la escena cambió, hay una especie de desierto, yo estoy allí montado en un caballo muy similar al del guerrero, un caballo blanco, detrás de mí hay millares y millares de criaturas como yo, al otro lado están nuestros enemigos… la guerra comienza y lo primero que veo es a aquel guerrero y sus tropas acercándose hacia mí, veo destrucción acercándose rápidamente… la campaña comienza y veo a aquel guerrero saltar de su caballo para despojarme del mío, ya solo veo sangre de mis enemigos, no veo al guerrero… donde esta?... no me importa… continúo peleando….

Abrí los ojos y lo vi a él, con una mirada que decía haber visto todo lo que yo vi… continuamos callados y emprendimos camino hacia aquel destino del cual no sabía nada, caminamos por un buen rato, él, parecía estar tranquilo y no se le notaba cansado, bueno era entendible, después de todo, él no tenía una herida en el pecho por la cual preocuparse… luego de un buen rato intenté sonsacarle información de aquella batalla y de nosotros dos, de nuestro parecido, bueno, más bien intenté entrar en una conversación para no quedarnos en silencio todo el camino…
Mykhael: dime cómo te llamas?…
Guerrero: mi nombre no es de importancia por el momento…
Mykhael: a que te refieres?
Guerrero: ya lo sabrás cuando lleguemos…
Mykhael: a dónde me llevas?
Guerrero: si te dijera te negarías rotundamente.
Mykhael: y que tal si me niego ahora.
Guerrero: te llevaría por la fuerza.
Mykhael: o sea que me necesitas vivo… y, no me hubieras matado en la pelea?
Guerrero: no, simplemente me sirves más vivo, porque puedes caminar, y no te he matado porque quiero que veas esto…
Mykhael: que es lo que voy a ver.
Guerrero: ya lo sabrás a su tiempo…
Todo permaneció en calma un momento…..
Mykhael: vas a matarme cuando lleguemos…?
El guerrero dejó de caminar, me miró a los ojos y me dijo con un tono de regaño…
Guerrero: no es por tu vida por la que debes preocuparte…… eso te lo aseguro….
Mykhael: entonces porque debo preocuparme…???
Se quedó callado y me sonrió…. Continuamos caminando por varias horas, nos estábamos alejando ya de aquella guerra y nos acercábamos a una enorme puerta, que llevaba grabada en ella el símbolo del anillo que el guerrero había arrancado de mi dedo… la puerta parecía estar sellada por alguna especie de hechizo…. Frenamos unos cuantos metros ante la puerta y esperamos….
Mykhael: que estamos esperando???
Guerrero: ya lo veras…
Me pidió que detuviera el orbe por un momento…
Guerrero: ten cuídalo como si fuera tu vida…. Jejeje…
Luego se acercó a la puerta, la observó un momento y luego le dio un golpe tan fuerte que esta tembló… pero no se abrió, se alejó de aquella puerta y esperó…. Inmediatamente después, algo empezó a salir del suelo, era una especie de demonio, enorme y rojo como el infierno, con dos cuernos largos y en espiral, patas de cabra y un enorme cuerpo lleno de músculos, con alas endemoniadas, una armadura que le cubría el hombro derecho y una hacha gigantesca en su mano derecha, una cola larga y picuda, en su cinturón tenía una especie de bolsa o más bien saco con algo en su interior desconocido… aquel demonio nos miró con gran arrogancia y halitos de superioridad… y nos reclamó….
¿???: Quien osa venir hasta aquí y despertarme… son acaso ustedes dos criaturas insignificantes… denme una buena razón por la cual no deba llevarme sus almas y guardarlas en mi saco….?
Guerrero: tu nombre…. Dinos tu nombre… tu pobre cosa…
¿???: jajajaja…. Tienes agallas, insecto…. Mi nombre es Tiamat y soy el que cuida la entrada al abismo…
Mykhael: el abismo?
Tiamat: no conoces el abismo…. Jajaja….. Pues no te daré el placer de conocerlo… no podrías soportar tal sufrimiento, insecto…jajaja
Guerrero: ¡A callar!
Tiamat: eh ¡
Guerrero: así que tu eres Tiamat, el demonio que custodia el abismo, el hogar de aquellos demonios que han sobresalido por su poder y su maldad….mmm…. entonces supongo que sabrás como abrir la puerta?
Tiamat: jajaja…. Abrirla…. Eso es imposible para un par de ratas como ustedes…
Guerrero: imposible…. Dime por qué es imposible?
Tiamat: si tanto afán tienes de que te lo diga…. Te lo diré: no la abrirás por que para ello necesitas mi sangre… y como ves, no estoy dispuesto a dártela…
Guerrero: mph!!!...¡pues entonces haré que tu sangre corra por mi espada!….
Tiamat: tienes agallas, insecto… veamos si tienes lo necesario….. ahhhhh…
De inmediato Tiamat el demonio nos ataca con su hacha, tuve que saltar lejos de allí, velozmente… mientras el guerrero se limitó a esquivarla sin miedo alguno… después el guerrero saltó y extendió sus enormes alas negras, por lo cual Tiamat comenzó a lanzar fuego a través de su boca, pero fue inútil… por que el guerrero ya estaba cerca de su rostro… y sin darse cuenta le propinó un golpe tan fuerte que lo obligó a caer contra la puerta…
El demonio se levantó sorprendido de ver tanto poder… y dijo:
Tiamat: tu, tú no eres humano…. Que eres???
Acto seguido intentó matar al guerrero con su hacha pero no lograba atinar ningún golpe, yo me hallaba seguro fuera de esa pelea, observando con gran admiración…

CONTINUARÁ……..




TERTULIA
(Marino Gaviria Vargas. Paciente)

Comenzaba la reunión de viejos amigos que tiempo ha, no nos encontrábamos como en esta ocasión. Llegaron todos los que por sus nuevos empleos y compromisos estudiantiles los había llevado a otras regiones del país o incluso al extranjero; de donde traían nuevas costumbres y otros regionalismos con los que no estábamos familiarizados, pero por lo ameno de la charla compartimos alegremente sin olvidar nuestras raíces.

Simpáticas anécdotas surgen a lo largo de aquella tertulia que no seria la primera ni la ultima, ya que seguirían sucediendo durante dos días que duraría la estadía en esta ciudad de origen .Uno de los asistentes cuenta como debió sortear las dificultades del idioma en un país completamente diferente al suyo, cómo pudo solucionar problemas valiéndose del lenguaje mudo de sus manos que fueron la única alternativa mas propicia para hacerse entender .No podía escribir, era un idioma desconocido, no sabia pronunciar aquel lenguaje extraño; así que recurrió al método señalado

Cómo pudo escalar una buena posición –comenta otro de los asistentes – teniendo en cuenta que debió aceptar el reto que se le presenta por cuanto sus estudios universitarios no tenían nada que ver con el empleo asignado. No fue fácil. Lavar platos en un restaurante, pasar luego a reparar autos, aun sin saber nada de esta ultima, pues su verdadera carrera había sido la arquitectura; Así que enfrentó con entereza estos problemas que a pesar de todo, hoy lo tienen como uno de los grandes empresarios de todo tipo de vehículos de aquella región.

Todos y cada uno a su debido tiempo, manifestó sus experiencias vividas en su actual sitio de residencia y en medio de risas y comentarios, de graciosas burlas inofensivas que nos hicieron recordar aquella época de la escuela, cuando apenas siendo unos niños traviesos, imaginábamos un futuro completamente diferente a lo que en realidad estamos viviendo.

La comida, la copa que compartimos nuevamente, nos había mostrado el valor de la amistad, una amistad que sin fronteras se ha seguido alimentando a través del tiempo y la distancia. No fue en vano esa reunión; todos conocimos los progresos de unos, los desaciertos de otros, y una vez más, quedaba confirmado que con la ayuda mutua, podríamos superarnos y así mismo imitar las cosas buenas de aquellos que como ahora, seguimos siendo los camaradas de siempre .

Horas más tarde, y después de tanto compartir dichos y costumbres de otros pueblos, creímos que lo más conveniente era continuar con los preparativos del regreso a nuestro sitio de trabajo, tan lejos de la ciudad que nos viera nacer y crecer; en la que tuvimos la oportunidad de estudiar durante doce años en el colegio y más tarde algunos más en la universidad, donde precisamente, había nacido una linda y perdurable amistad.

No podíamos olvidar aquellos años locos de la juventud, cuando nos enamoramos de la vida, de las aventuras ilógicas y de las niñas que sin querer de veras, creíamos amar, sin importar en qué error podríamos estar cometiendo, según el modo de pensar de nuestros anticuados padres que pesaban que por ser estudiantes no teníamos derecho a sentir tal pasión por las compañeras del grupo, o de la vecina que a diario veíamos pasar a nuestro lado, como invitándonos a dar un paseo por el parque, ya que para nuestro modo de pensar no alcanzábamos a maquinar más que inocentes y picantes aventuras de estudiantes.

Así fue, que ya al amanecer de un nuevo día, todo volvió a la normalidad. Con nostalgia inevitable, llegó el momento de la triste despedida, pensando que el próximo fin del año que apenas comienza, nos volveremos a encontrar para reafirmar una vez más los lazos de amistad que por siempre nos han tenido unidos y que, por supuesto, juntos nos resistimos a romper por fuerte que sean los vientos que soplen de manera adversa para nuestra relación de hermandad.

Y llegó el doloroso instante de decir una vez más: Hasta siempre.

XUNDABÉ. (Decimacuarta Edición)


EDITORIAL XUNDABÉ.
(Decimacuarta Edición)



Una nueva edición se nos ocurre, en éste mes, tradicionalmente en las últimas décadas, dedicado a los ancianos especialmente y claro está, con todos aquellos hombres y mujeres que han gastado toda su vida, en la construcción de un mundo mejor para sus generaciones. Ellos, desde muy temprana edad, se dedicaron a cultivar el campo, con el que abastecieron las grandes ciudades; construyeron las inmensas empresas que hoy conocemos y que fortalecen la economía de la sociedad; hicieron patria educando a sus hijos y nietos, a pesar de que una gran mayoría de ellos fueron analfabetas y por lo tanto, su ignorancia y falta de educación los llevó a cometer errores, que supieron enmendar con su honestidad y honradez, porque siempre se caracterizaron por cumplir su palabra; la que llegó a convertirse en una escritura verbal con un sello firme y seguro de cumplimiento en el momento pactado; eso, los hizo grandes, dignos de imitación y por tanto, ejemplo para sus generaciones.

“XUNDABÉ” taller de escritores; conformado por adultos mayores; por no decir “abuelitos”, saludamos a los ancianos que forjaron la historia de una Antioquia grande y de una Colombia, que poco a poco avanza al ritmo de los tiempos. Nosotros, que un día también fuimos jóvenes y que de alguna manera, también colocamos nuestro granito de arena para construir sociedad, hoy, ya vamos conformando otro grupo de adultos mayores; por eso, apoyados por este puñado de estudiantes, jóvenes alfabetizadores, que desinteresadamente nos regalan su energía y conocimientos intelectuales, no cesaremos de escribir, para llevar un mensaje de alegría, de esperanza, de superación a toda persona que lea nuestra página cargada de mensajes amenos y sencillos, con la que tan sólo pretendemos contribuir a que nuestro paso por el mundo sea más ameno, pensando siempre que hay un Ser Supremos, que nos ama, nos bendice y nos guía por los caminos de la felicidad, para que un día logremos con satisfacción las metas que nos proponemos alcanzar, en beneficio propio y el de los demás.

Que éste mes del adulto mayor, sea de verdad un mes, en que realmente reconozcamos que nuestro bisabuelos, abuelos y padres, merecen respeto, consideración y sobre todo un apoyo incondicional, para vivir plenos de satisfacciones, viendo cómo crecen quienes hoy son, lo que nosotros fuimos ayer.

Dios, bendiga a nuestros “VIEJITOS”, esos que recuerdan con nostalgia su niñez, que durante su juventud, adquirieron una experiencia única con que supieron inculcarnos los grandes valores que siempre deberían regir los destinos de la humanidad; que disfruten de cada día del mes como lo debe de ser todos los días de su vida, para que los niños y jóvenes que van quedando, los recuerden, nos recuerden con cariño y sobre todo con mucha, mucha GRATITUD.



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Una de las más resientes amigos del taller de escritores, llega con un aporte interesante, como para celebrar este mes del adulto mayor. Es grato saber que los pacientes nuevos, poco a poco se van acercando a nuestro grupo y comparten sus ideas y propuestas en bien de la recuperación de todos y cada uno. Don Eustacio Palacios, nos hace entrega de un anónimo con un mensaje hermosísimo, con sentido de vida y comprensión de ésta, de lo que somos y de lo estamos, en éste viaje que realizamos en el tren de la existencia.



UN VIAJE EN TREN
(Anónimo)


Nuestra vida es como un viaje en tren, llena de embarques y desembarques, de pequeños accidentes en el camino, de sorpresas agradables, con algunas subidas y bajadas tristes.

Cuando nacemos y subimos al tren, encontramos dos personas queridas que nos harán conocer el viaje hasta el fin: nuestros padres.

Lamentablemente, ellos en alguna estación se bajaran para no volver a subir más. Quedaremos huérfanos de su cariño, protección y afecto. Pero a pesar de esto, nuestro viaje debe continuar; conoceremos otras interesantes personas, durante la larga travesía, subirán nuestros hermanos, amigos y amores. Muchos de ellos solo realizaron un corto paseo, otros estarán siempre a nuestro lado compartiendo alegrías y tristezas.

Es curioso ver como algunos pasajeros a los que queremos, prefieren sentarse alejados de nosotros, en otros vagones. Eso nos obliga a realizar el viaje separado de ellos. Pero eso no nos impedirá, con alguna dificultad, acercarnos a ellos. Lo difícil es aceptar que a pesar de estar cerca… no podemos sentarnos juntos, pues muchas veces otras son las personas que las acompañan.

Este viaje es así, lleno de atropellos, sueños, fantasías, esperas, llegadas y partidas, saben que este tren solo realiza un viaje, el de ida. El gran misterio de este viaje es en cual estación nos tocara descender.

Pienso en que cuando tenga que bajarme del tren, ¿sentiré añoranzas? Mi respuesta es si; dejar a mis hijos viajando solos será muy triste.

Separarme de los amores de mi vida será doloroso. Pero tengo la esperanza de que en algún momento nos volvamos a encontrar en la estación principal y tendré la emoción de verlos llegar con muchas más experiencias de las que tenían al iniciar el viaje. Seré feliz al pensar que en algo pude colaborar para que ellos hayan crecido como buenas personas.

Ahora, en este momento, el tren disminuye la velocidad para que suban y bajen personas. Mi emoción va aumentando a medida que el tren va parando.


¿Quién subirá?, ¿Quién será? Me gustaría que usted pensase que, desembarcar el tren, no es solo una representación de la muerte o el termino de una historia que dos personas construyeron y que por motivos íntimos dejaron desmoronar.

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Damos continuidad al tema de las matemáticas que nos aporta nuestro amigo y colaborador: Anfephe; ya que nos parece puede ser un gran apoyo a nuestros lectores y sobre todo a aquellos que por su calidad de estudiantes, se interesan por obtener más conocimientos sobre la ciencia madre. No es en vano que lo hacemos; ya que contribuimos a la difusión y gusto por el saber de ésta ciencia tan vital en la vida diaria.

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DIOFANTO: Vivió entre los años 325 y 409 de la era cristiana. Famoso matemático griego perteneciente a la Escuela de Alejandría. Se le tenía hasta hace poco como el fundador del Algebra, pero se sabe hoy que los babilonios y caldeos no ignoraban ninguno de los problemas que abordó Diofánto. Fue, sin embargo, el primero en enunciar una teoría clara sobre las ecuaciones de primer grado. También ofreció la fórmula para la resolución de las ecuaciones de segundo grado. Sus obras ejercieron una considerable influencia sobre Viete.

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HYPATIA: Entre los años 370 y 415 D. de C; vivió esta excepcional mujer griega, hija del filósofo y matemático Teón. Se hizo célebre por su saber, por su elocuencia y Por su belleza. Nacida en la ciudad de Alejandría, viaja a Atenas donde realiza estudios; al regresar a Alejandría funda una escuela donde enseña las doctrinas de Platón y Aristóteles y se pone al frente del pensamiento neoplatónico. Hypatia es uno de los últimos matemáticos griegos. Se distinguió por los comentarios a las obras de Apolonio y Diofánto. Murió asesinada bárbaramente.

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LOS ALGEBRISTAS DE LA INDIA: (Siglos V, VI y XII D.C.)
Tres nombres se pueden señalar como hitos en la historia de la matemática india: Aryabhata, Brahamagupta y Bháskara. Aryabhata del siglo V, conoció la resolución completa de la ecuación de segundo grado. Brahamagupta, del siglo VI, fue alumno de Arybhata, expuso en sus obras “Ganita” y “Cuttaca” la resolución de las ecuaciones indeterminadas. Y Bháskara, del siglo XII, recoge los conocimientos de su época en su obra “Sidhanta Ciromani”.


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Recibimos con agrado el nuevo artículo que nos envía un joven estudiante de universidad, con el cual esperamos complacer los deseos del grupo de publicar todos los escritos que nos lleguen, cualquiera que sea el argumento, pues creemos que todo escrito tiene su valor intelectual y de alguna forma contribuye a que, tanto pacientes como lectores, se distraigan un poco mientras ponen su imaginación a volar, tal cual lo hace el autor del próximo cuento, con sentido de ciencia ficción. Bienvenido el joven Nedier Renato Valencia M, estudiante de primer semestre de mecánica industrial, que ha querido a través de este medio, mostrarnos sus dotes de escritor aficionado, que con humildad quiere que su aporte sirva de distracción y recreación a todos y cada uno de nuestros lectores.

Para hacer más ameno e interesante este relato; nos pareció importante que se haga en varias entregas, debido a lo extenso del tema; creemos que es una nueva aventura que debemos emprender en éste deseo de continuar aprendiendo y divulgando la obra de todo amigo que quiera compartir su trajo intelectual con el grupo de escritores. He aquí, un cuento maravilloso y grato de leer.


ABISMO.
(Nedier Renato Valencia M)

No sé como empieza todo, solo sé que yo lo provoqué. No sé cómo llegué aquí…. Solo sé: que aquí estoy.
En la oscuridad me hallo… en un lugar muy alejado…. Vacio, triste, solo, sin esperanza… en mi mente estoy, no sé cuándo ni cómo llegué allí, solo desperté y me di cuenta de que allí me encontraba yo, en un lugar tan extraño como complejo, no sentía nada, no olía nada, todo mis sentidos estaban paralizados, excepto uno….

Abrí los ojos y todos mis sentidos volvieron a mí, haciéndome sentir sólo dolor, miedo, rabia, cansancio. Por lo primero que me preocupe fue por verme a mí mismo, pude ver mi rostro en un pequeño charco que se había formado a un lado mío, estaba vestido con ropa muy extraña, una armadura de plata con símbolos deslumbrantes por todo el cuerpo, menos en mi cabeza, de pronto sentí algo cálido, un extraño liquido rojo estaba saliendo en abundancia de mi pecho justo en mi corazón, no solo estaba ahí sino también en mis manos y en parte del suelo… pero cómo? Cómo llegó ese liquido a salir de mi interior? El liquido salía a través de una herida, una herida provocada por una espada acaso?…. Pero cual espada? Veía la vaina en mi cintura pero no veía la espada, de igual forma por qué habría yo de buscar con tanto recelo aquel extraño líquido? no le di más importancia e intente pararme…. Fue entonces cuando algo llamó mi atención… todo a mi alrededor parecían las secuelas de una gran guerra, por todas partes había destrucción, gente muerta, criaturas extrañas, guerreros alados caídos del cielo; unos portaban armaduras un poco similares a la mía, otros tenían armaduras muy extrañas… mmm…. Que hacía yo ahí? Acaso hubo una guerra en la que yo participé, acaso fue una masacre? O acaso fue un intento de destruirme a mí y a mis “aliados”, intenté caminar pero aun estaba muy adolorido y mis músculos estaban adormecidos, sin mencionar la enorme herida que me afligía.

Mientras caminaba, noté que dejaba un rastro de plumas blancas por el camino… decidí mirar, y vi que justo en mi espalda quedaban rastros de lo que pudieron ser alas, blancas y claras como el día, de ellas ya solo quedaban unas cuantas plumas… parecían haber sido casi mutiladas por algo o alguien… que soy? y porque me pasó esto?. Seguía caminando por aquel campo de guerra lleno de criaturas, monstruos y demás cosas que pudieron haberse relacionado conmigo, finalmente hubo algo que me llamó la atención, y eso fue una extraña bandera con un símbolo en ella, símbolo que pude ver también en uno de los anillos en mis dedos, debajo de aquel símbolo había una escritura que decía: “somos los tres mundos”, por el símbolo supuse que aquel cuerpo era uno de los nuestros o uno de mis guerreros en mayor caso, inmediatamente después de haber visto el símbolo, a mi mente la atacó y recuerdo, me empecé a marear y vi todo borroso, de pronto sin darme cuenta estaba viendo pedazos de recuerdos que parecían míos, era yo, en varias partes con gente diferente, todos a mi alrededor sufrían, era yo quien lo causaba, era yo quien les hacía daño, hay muchas muertes y yo estoy…. Sonriendo…. No entiendo…. De pronto llegué a un último lugar, un campo abierto, una zona árida, se parece a este lugar, o acaso es este lugar? Pero que fue eso… porque estaba yo en esas visiones, por que causé tanto daño, por qué sonreía? Y aquel anillo que llevo ahora también lo tenía en aquellas escenas… mmm… no se qué está pasando…

Volví en sí, acaso era solo un sueño, o un simple dolor de cabeza? No lo creo…. Esos recuerdos son míos, no me queda más que seguir caminando. Continúe mi camino y vi algo, o más bien lo que quedaba de alguien; era uno de los guerreros abatidos, parecía del bando contrario al mío, creo, intentaba levantarse pero no parecía tener fuerzas, estaba herido y a punto de morir según pude notar, fui a verlo y a intentar sacarle un poco de información, lo levanté un poco del piso y cuando intenté preguntarle algo me dijo: - seré yo quien te mate, solo yo y nadie más, mykk…. Agh…. – de pronto murió sin poder escuchar lo que parecía ser un nombre o un indicio de lo que según él, yo fui…. O soy? lo único que me llamó la atención de él, fue el anillo que tenía en su mano derecha, en el dedo anular, un anillo con un símbolo diferente al mío… sí, era del bando contrario, pero cómo? Porqué me conocía? Y cuando me vio solo pude ver odio en su mirada… por qué? Porqué si hubo una guerra, alguien se preocuparía por una sola persona? A menos que esa persona fuera el que comanda uno de los bandos… o me equivoco? Las palabras de aquel sujeto me dejaron pensativo…. Acaso inicié una guerra de criaturas extrañas, donde según veo no hay ningún humano, acaso soy el bando malo, aunque a decir verdad en una guerra no hay buenos ni malos, solo guerreros luchando por un objetivo, no puede ser posible, según lo que he visto y lo que he comparado en mi, soy un ángel, y no puedo ser malo.

Continúe caminando por unos minutos, estaba exhausto, era un desierto árido lleno de cadáveres (pero qué clase de batalla se libró aquí, qué tipo de magnitudes abarcaba para causar tanta destrucción?), mas adelante escuché pasos, pasos muy rápidos se acercaban a mí a gran velocidad, no veía mucho por lo que hacía poco había empezado a aparecer neblina y el viento soplaba impidiéndome ver el horizonte, alcancé a ver una silueta, se acercaba a mí, cada vez la veía más y más clara, lo veía, era alguien montado en una especie de caballo con un aspecto tétrico; negro, de ojos rojos como el fuego, adornado con un traje que protegía sus puntos vitales, de sus patas salía fuego, y su aliento aunque aún lejos de mi, era frío y tenebroso; se podía ver su respiración; finalmente el caballo y su jinete llegaron a mí, así que me puse en la tarea de detallar cada rasgo del jinete; lo primero que vi fue su armadura, resplandeciente como el sol, de un color plateado, tenia símbolos cuidadosamente grabados, tenía una capa roja que tapaba su mano izquierda, tenía una espada que le llegaba a los talones, lo podía notar por la vaina, un casco que cubría su rostro, un casco que daba la impresión de ser de un demonio, era intimidante estar al lado de aquel guerrero, su contorno físico era muy grueso, era delgado pero se notaba en sus brazos, piernas y torso una increíble fuerza y velocidad, ese era el cuerpo de un guerrero, se bajó del caballo y me miró fijo a los ojos, unos ojos negros, llenos de valor y furia, pero a su vez tan llenos de tranquilidad; no pude evitar llenarme de pánico, intenté calmarme, y noté que en su mano derecha traía algo, una especie de orbe lleno de energía, lo cargaba con recelo, me llamó mucho la atención aquella esfera, sentí ganas de quitársela, pero eso sería imposible… solo me quede allí viéndola con envidia.

Se descubrió la mano izquierda y con ella se quitó el casco y lo tiró al piso como si ya no importara… le vi el rostro… no puede ser, como es posible, ¡era yo! ¡Era yo! Qué demonios estaba pasando, porqué estaba yo allí si yo estoy aquí mirándolo a él; su rostro parecía el de un joven de 23-25 años más o menos, pero en sus facciones había una madurez y una fuerte mirada que denotaban más edad y sabiduría, diferente de mi, tenía una barba un poco desvanecida, y en su ojo izquierdo a diferencia mía tenía una cicatriz no muy remarcada pero tampoco bien escondida, su cabello era de un blanco grisáceo en forma de puntas en la cabeza, su cabello bajaba por el hombro izquierdo, de patillas muy largas y elegantes, a diferencia de mi cabello que era negro y caía ajustándose al contorno de mi cabeza.

Era impresionante verme a unos cuantos pasos de distancia, con algunos rasgos un poco cambiados pero en base, lo mismo, todo estaba en silencio… -oye…. Tu…. Mykhael… - me preguntó… me habló por mi nombre… ese no es mi nombre…. Continuó… -te has perdido acaso? O es que no recuerdas nada?- , - porqué me llamas Mykhael, es ese acaso mi nombre? Le respondí… -si ese no es tu nombre como debo llamarte entonces?-,-solo pude quedarme callado y prestar atención a lo que me tenía que decir: -ven conmigo, debes ver algo-, -no iré contigo, ni siquiera sé quién eres, no hay manera, y si eres mi enemigo?-, inmediatamente después de haber dicho esto aquel guerrero se volteo sin soltar aquel orbe, se quitó la capa y también la tiró, se volvió hacia mi y… sin duda alguna sacó su espada velozmente y la movió de una manera extraña, acto seguido y sin darme cuenta la apuntó directo hacia mi cuello, de tal manera que la punta logró atravesar un pliegue de mi piel, la mantuvo firme contra mí, y note que en su espada había sangre fresca…. Acaso esa sangre venia de escarbar profundo en mi pecho…. Sería él quien me causó casi la muerte… noté también que en su dedo anular tenía un anillo con el símbolo del bando contrario, luego… me dijo: - vendrás conmigo, vivo o muerto no me importa, solo necesito que tu cuerpo me acompañe, tú decides-, de repente observé que de su espalda nacían dos extrañas extensiones, las abrió totalmente y las sacudió haciendo que el polvo evacuara rápidamente aquel lugar, eran alas, dos alas negras como la noche, imponentes como su dueño, eran hermosas y daban un aire de seguridad, las mostró hacia mí en un acto de superioridad y arrogancia, como si supiera que yo había perdido las mías.

Pensé: para que tiene un caballo si puede volar y llegar más rápido a donde quiere ir, -volar no sirve de nada en una guerra, puede ser peligroso, mientras que en el suelo estoy a salvo y tengo más probabilidades de protegerme, además, con este fuerte viento no te hubiera encontrado volando…- , pero cómo supo lo que estaba pensando, puede acaso leer mi mente?, me mantuve en silencio… ni siquiera estoy a salvo en mi mente… así que intenté confrontarlo de otra manera… alejé su espada con mi mano y le dije señalándole con mi mano derecha, en la que llevaba el anillo: -quien quiera que tú seas eres de el otro bando, y por ende eres mi enemigo-, acto seguido moviendo de nuevo la espada en forma extraña y veloz, me arrancó el anillo con una gran precisión, ya que solo dañó el anillo fuera de mi dedo, una vez estando el anillo en el aire lo cortó en dos, haciendo gala una vez más de su extremadamente buena precisión, y al termino recalcó: -amigos, enemigos?, ¡mira a tu alrededor Mykhael… ángel ignorante!, aquí no hay enemigos, ni siquiera hay vida, pero si prefieres tomarlo de esa manera, hazte con una espada e intenta defenderte…- cuando bajó un poco la mirada aproveché para coger una espada que estaba a mi lado, la levanté con mi pie derecho y la tomé con la mano derecha, dándome cuenta de que también yo sabía manejar una espada, hubo un choque entre ambas armas, mi mano tembló al sentir la fuerza de tal adversario, las espadas seguían chocando y mientras que a mí me costaba trabajo anticiparme a él, él se limitaba a estar en completa tranquilidad, sin siquiera soltar el orbe se encargaba de mi con su sable, en un momento lo vi perder los estribos, con una tremenda fuerza partió a la mitad mi espada, y con un halito de ella me mandó a volar a varios metros de distancia lejos de él.
………………..CONTINUARÁ.


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SENCILLOS HOMENAJES
Baldemar Ramírez. (Paciente)


“Todos vuelven al lugar donde nacieron”… dice una canción que popularizara el cantautor ecuatoriano, residenciado en Colombia; el maestro Olimpo Cárdenas. Es cierto. Todos queremos regresar algún día, al lugar donde nacimos y, en esta oportunidad, fue nuestro maestro y fundador, quien hace poco, estuvo en su aldea natal. Como buen escritor que es; no olvida nunca, que siempre debe llevar papel y lápiz, indispensablemente.

Me tomé el atrevimiento de sacar del archivo de don Marino, el más resiente poema, que hiciera el pasado mes de Noviembre, cuando por alguna razón, debió viajar a su patria chica; 50 años después de haber salido de allí. Fue en el parque de su natal Altamira – corregimiento perteneciente a Betulia en Antioquia – donde se inspira este bello poema en homenaje a la tierra que lo vio nacer y, de la cual habla con tanto cariño, como lo hace cuando se refiere a su Urrao del alma, pujante pueblo del Suroeste que le prestó sus calles para crecer, sus colegios para estudiar, sus maestros para aprender.

Precisamente para ellos es también este homenaje que inspira el maestro, a través de sus letras, a quienes nombra con gran cariño y gratitud, porque fueron ellos lo que le infundieron el amor por las letras. A don Rafael Yépez Rivera, su profesor de español y literatura, quien más lo animó a escribir en los centros literarios de aquella época, ya que el maestro Marino, mostraba su vena de escritor; don Rafael, es diácono permanente desde hace más de treinta años en la Parroquia San José de Urrao. Con él, el maestro nombra siempre a quienes tuvieron que ver en su aprendizaje como lo fueron: Margarita Rueda, primera maestra en la anexa “Helena Benítez” 1º, primer semestre en 1961, Ligia Durán, “Escuela Jaiperá,” 1º, segundo semestre en 1961. Luego, en la Escuela Urbana de Varones “Cacique Toné”: Ana Felisa González, 2º en 1962; Hernán Vásquez Duque, 3º en 1963 – fallecido en 2002; Santuariano de origen quien llegara a Urrao para quedarse; conoció tanto la historia del pueblo Urraeño, que se ganó el titulo de hijo “adoptivo y admirable” y “la historia andante de Urrao”. La casa de la cultura del pueblo fue bautizada con su nombre- ; Emilio Ibarra y Gustavo Torres Vivares, 4º en 1964; Sigifredo Restrepo, 4º en 1966; Eduardo Londoño, Orlando Guzmán, en 5º preparatorio en 1967. Ya en la secundaria: Arturo Gaviria; Guillermo Restrepo, Héctor Martínez, Gilberto Valderrama, León Roldán; 1º de bachillerato; esto en el Liceo Regional: “Simón Bolívar”, en 1968; Ramiro Muriel, Reinaldo López en 2º Bto. En 1969; Rafael Yépez Rivera, Guillermo Carrasquilla, 3ºBto, en 1970; Esteban Jiménez y, Aura Rita y Oscar Restrepo, en 4ºBto, en 1971; hasta donde pudo llegar el maestro y, por supuesto a su gran rector fundador del liceo y creador de los Hogares Juveniles Campesinos: Jesús Iván Cadavid Gutiérrez, en cuya memoria se bautizó la institución Educativa desde su fusión con la escuela primaria, -Sacerdote Jesuita de Sopetrán; quien también llegó a Urrao para quedarse allí; fallecido en Medellín, en 2001. He aquí, un pequeño y significativo homenaje de un alumno, a su tierra y sus maestros.


ALDEA ANTIOQUEÑA
(Marino Gaviria Vargas. Paciente)


Por las verdes montañas antioqueñas,
empinados caminos serpentean,
para llegar hasta la sima de la cumbre
y descubrir allí la más hermosa aldea.

Esa aldea en la que antaño yo naciera,
para cantar con el poeta de la raza:
nací libre en la pelada sierra,
de las bellas montañas antioqueñas.

De Altamira yo vengo y orgulloso,
canto siempre los aires montañeros,
qué pujante y esbelta está mi aldea,
donde vivieron ayer viejos arrieros.

Aquellos mismos que a lomo de las mulas,
que en filas formaron la arriería,
aquellas que con su fuerza bruta,
por los caminos sembraron la alegría.

Esa misma alegría que describo,
no solamente por ser oriundo de esta aldea,
si no, porque en el fondo de mi alma,
una bandera de paz allí fondea.

Oh! Altamira que a mi mente inspira,
después de regresar hasta tu altura,
hace ya cincuenta años no venía,
a contemplar absorto tu hermosura.

Espero pues volver de nuevo,
otro día con más gozo y con más tiempo;
a recorrer tus calles empinadas,
cargadas de nostalgias y recuerdos.

No te puedo decir adiós, si no hasta luego
y ruego a Dios que muy pronto me permita,
mirar desde el atrio de tu imponente iglesia
ese hermoso parque, por el que mi corazón palpita.

Y es que a Dios en su infinita gracia,
con toda el alma y corazón le pido,
retornar muy pronto a mi amada patria chica
y recordar así, mi patrio nido.

Para recorrer sus empinadas calles,
y admirar ese imponente pico,
donde nació y creció esta bella aldea
de espectacular belleza y noble estilo.


También, de su archivo, me tomé la licencia de extractar este poema que me atrevo transcribir en humilde homenaje a mi maestro; a quien le he prometido, hacerle un nuevo homenaje en la próxima edición, haciéndole un recuerdo de sus viejos compañeros de estudio; quiera Dios, que logre recopilar el mayor número de nombres posibles, ya que a nuestra edad, evocamos con nostalgia, aquellos años maravillosos del colegio, a nuestros maestros, y con verdadera alegría a quienes compartieron nuestras travesuras de niño y adolescentes.

Con cariño y humildad, a mi amable maestro: Marino Gaviria Vargas.



NOCHES SIN TI.
(Marino Gaviria Vargas, paciente)


Noche sin luz, de tiniebla y de tristeza,
ya la luna no ilumina como antaño;
sin tu amor, mi vida no es la misma,
tu ausencia fugaz vida mía, me hace daño.

Noche sin luz, sin luna, sin estrellas,
sin ti, la oscuridad terrible
apagó la llama que tenía de esperanza
y el cruel dolor, mi corazón oprime.

Si regresaras por mi amor mañana,
la oscuridad de esta noche cesaría
y volvería a sonreír de nuevo,
como cuando dije que siempre te amaría.

Yo espero pues, muy pronto tu regreso,
para abrazarte de nuevo entre mis brazos,
para darte un abrazo y muchos besos
y retenerte, vida mía en mi regazo.

Y espero que esta noche triste,
sin luz, sin luna, sin estrellas,
me llene el alma de alegrías,
para convertirse en la ilusión más bella.

Esa ilusión que juntos vida mía,
vivimos en noches como antaño,
esta noche tan larga y de tristeza,
ha de volverse en la más bella del año…..


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No podemos dejar de recordar que siempre estaremos muy pendientes de quienes nos leen, nos escriben, hacen sus críticas y sobre todo sus aportes con el que nos animan a seguir siempre adelante.


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CON SENTIDO DEL HUMOR.
(Adelaida Grajales P. Paciente)


Ya para terminar ésta entrega de Xundabé; damos paso a un artículo muy interesante, que nos presenta la paciente en éste caso; muy conveniente que tengamos en cuenta para que nos demos cuenta que aquí, también cabe un poco de humor y diversión por medio de un chiste o una anécdota graciosa, que nos haga olvidar siquiera por un momento los malos ratos que podamos vivir en el tiempo.

Agradable Tentación

Juanito –dice la madre- no olvide mijo ir a llevarle las empanadas a doña Luisa.
El niño corre al llamado de su madre; pero por el agradable aroma del producto, no pudo resistirse a la tentación de probar las empanadas y fue así que mordió la punta de una de una de ella, luego la otra punta, saboreando dicho manjar haciéndose a la idea que no lo notaría.
Mordió una, dos, tres y así sucesivamente, hasta hacerlo con todas la que llevaba; al término de las cuales se dio cuenta que ya no quedaba una sola que no estuviera mordida.
No había nada que hacer, pero el mandado debí de terminarse. Pronto maquinó una buena razón para justificar la falta, y lleno de valor se acercó a la puerta, toca el timbre y sale la señora.
Que quiere el niño- pregunta doña Enriqueta-
Tranquilo como el que más, aclara su garganta y dice:
Doña Enriqueta: que aquí le manda mi mamá las empanadas y que perdone eso de las puntas, pero que fue que no le alcanzó la masa!

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Un Pastuso Ganador.

Un paisa, un cachaco y un pastuso salen de viaje, pero tan sólo llevan un pastel par los tres. En el camino, ya de noche se sientan a descansar y resuelven que para saciar el hambre, un pastel es muy poco para repartir. Se ponen de acuerdo y resuelven que el que sueñe más lejos ese será quien se coma totalmente el pastel.
Al despertar, comienza la resolución al dilema.
Yo soñé -dice el cachaco- que estaba en la china, recorriendo sus muralla; eso es lejísimos!
Yo -dijo el paisa- soñé que había abordado un cohete y fui a dar a la luna. Lejisísimos, tanto, que a la velocidad del cohete se requieren cincuenta y seis hora para llegar allí; mientras que a la china serán veintiséis o veintiocho horas a lo sumo.
Y, vos pastoso qué soñaste? Contá haber!
Yo, -respondió muy seguro el pastuso- viendo que ustedes estaban tan lejos y que el pastel se podría dañar, entonces me lo comí!......

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MARTES 21 DE AGOSTO DE 2007
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Espacio dedicado a guardar archivo literario de las publicaciones del Taller de Escritores de la Unidad de soporte Oncológico: XUNDABÉ
Publicado por Carlos Upegui en 13:53 1 comentarios
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Acróstico a mis amigos

Cristian Gaviria Rueda (Servicio social estudiantil)

J amás dejes tu personalidad, no
O primas tus
S entimientos de
E ntusiasmo y alegría con
F uerza y dedicación.
I luminaste varios corazones.
N unca dejes de
A mar, pues es lo único que en esta
V ida vale, no olvides a tus
A migos, compañeros del
L ápiz y el papel y
E ntiende a estas personas
N ecesitadas de tu
C ariño y sencillez.
I ntenta seguir con nosotros
A légranos las jornadas de escritura.

Hermanos

Marino Gaviria Vargas (paciente)
Disfrutando del cálido sol de la mañana, inocentes, jugaban los dos niños, con sus bolas de cristal al arroyuelo; una entretenida diversión que también en mi infancia, solía practicar con mis amiguitos de la cuadra y que nos hacía olvidar hasta de comer o de ir a dormir temprano, ganándonos por eso la reprensión de nuestros padres. Así los dos niñitos jugueteaban en la calle, si importarles quien pasaba por la vía; si era algún carro, una moto, un triciclo, un transeúnte, cualquier cosa, no los perturbaba nada ni nadie. Para ellos solo importaba aprovechar al máximo ese placer de divertirse, jugando sin descanso, con sus bolas, ellos solos.
No advertí nada en especial en ellos, pues los vi como dos niños comunes y corrientes jugando por la calle sin vigilancia alguna de personas mayores; únicamente ellos, entretenidos en pasar el tiempo, sin pensar en otra cosa que no fuera divertirse. A la mañana siguiente, montaban los dos en una patineta y al otro día una actividad distinta: el balón, la bicicleta; los billetes, que representaban un valor diferente, según la marca de la cajetilla de cigarrillos que se lograban reunir; o las tapas de gaseosas y en fin, tantas formas de jugar y divertirse que uno se inventaba cuando niño, para pasar más agradable y desapercibido el tiempo, de aquellos años inocentes de la infancia. Otras veces los veía caminar por las calles del barrio, haciendo algún mandado; pero siempre, siempre inseparablemente juntos. Y al día siguiente, juntos iban a la iglesia, juntos se dirigías a la escuela; iban, venías, corrían y jugaban siempre juntos. Así los vi crecer, sin separarse nunca uno del otro; pareciendo con ello, que no concebían la vida, el uno sin el otro, pues es muy raro ver a uno solo; son como “uña y carne”, no se separan por nada del mundo; son muy unidos para todo: juntos montando en una bicicleta o en la moto o compartiendo un dulce, así es como los he visto siempre desde aquel día en que por vez primera tuve la oportunidad de verlos. El tiempo fue pasando lentamente mientras los dos niños seguían creciendo en estatura, en madurez, en educación y poco a poco se iban convirtiendo en adolescentes. Me preguntaba en muchas ocasiones, porqué esa unión tan arraigada y me di cuenta después, que son un par de hermanos y que desde su cuna son excelentes amigos y confidentes; donde está el uno, siempre debe estar su hermano, se han querido tanto, que es digno de admirar esa unión tan especial, tan humana y solidaria, que siendo uno mayor que el otro, actúan cual si fueran mellizos o gemelos: sus amistades son iguales para los dos y hasta me atrevo a pensar que sus gustos son muy similares.
En mi vida, he conocido muchos hermanos que se quieren mucho, pero ningunos como estos; los he visto pelear o discutir en términos malsanos, pasando largo tiempo sin hablarse y luego se contentan, los he visto separarse sin dificultad y hacer un montón de cosas solos, uno sin el otro; pero estos, son un punto aparte, por su manera de ver la vida, de tratarse, de ayudarse, de compartir hasta el más mínimo detalle, los dos están en un mismo plan según se presente el momento; increíble es ver un par de hermanos que se quieran tanto y sin reparos ni diferencias, tanto, que cuando se pelean por algún motivo, con mucha calma y diplomacia arreglan sus problemas, que no ocurren con frecuencia y en pocos minutos siguen como si nada hubiera sucedido; solo existe el uno para el otro. Una cosa en particular sí he notado en ellos y es que el mayor, como que no se siente muy seguro, sin la presencia del menor en el lugar donde se encuentre y no me extraña mucho esa actitud del niño solo, porque en otros tiempos tuve la oportunidad de conocer a muchos hermanos que presentaban la misma particularidad, de que el mayor, siempre reclamaba la presencia del menor; nunca he podido saber a ciencia cierta cual es el motivo, pero de una cosa si estoy seguro y es, de que en su formación, siempre está el menor para apoyarlos, para secundarlos en sus travesuras, en sus trabajos y sus sueños forjadores del futuro.
He podido observar con especial admiración, que este par de hermanos, siempre están de muy buen humor mutuamente; si discuten, siempre están serenos y consientes de su proceder, casi nunca se les ve pelear; ni siquiera tratarse mal; diría yo, que son un verdadero ejemplo de imitar, un caso ecepsional de admiración: con cuanto amor se tratan; con cuanto respeto lo hacen; qué confiabilidad se demuestran mutuamente, que hasta da la impresión de que su dependencia uno de otro es tan arraigada, que de pronto llego a pensar, que al tener que asumir una separación inevitable, el sufrimiento puede causarles mucho daño. Sin embargo demuestran que su madurez es tal, que saben que el destino pronto los separará por diferentes caminos y deben asumir con entereza y sensatez, la responsabilidad que la vida les irá interponiendo en su viaje por el mundo. Compartir, de la manera tan cálida y humana, tan sincera y respetuosa, como lo hacen ellos; los dignifica, los coloca en una posición tan privilegiada que humildemente toman esa forma de vivir, como cosa tan importante en su existencia, sin que nada se interponga en su diario vivir y de compartir sus quehaceres, sus juegos y todo lo que les ha tocado vivir así tan unidos, tan solidarios y tan juntos.
Han pasado ya varios largos años desde aquel día en que los vi por vez primera y aún siguen disfrutando de la vida siempre juntos: montando en una moto, gozando de una caminata, haciendo los mandados de la casa, arreglando el ventanal de su vivienda, ayudando a sus padres en los trabajos domésticos o de la calle. Siempre he pensado que en todo lugar, en toda enseñanza, se hace saber que la paz está en el corazón de cada uno, pero también en lo que se aprende en el hogar, cosa que se refleja plenamente en el comportamiento de los hijos, en su manera de actuar en la calle con la gente, en su continuo vivir honorable y humilde, como estos dos hermanos que hoy describo, ya que siento por ellos una profunda admiración y que me parece en lo personal; son dignos de ella por su forma de actuar inseparablemente; pues, aunque tienen más hermanos mayores a quienes demuestran su amor, su respeto y amistad; ellos dos, son los que más comparten su vida juntos, sin olvidar o dejar a un lado a sus otros tres hermanos.
Sin querer extenderme mucho diré, que después del tiempo que ha pasado, sigo observando, cómo estos hermanos aún siguen unidos, conservando esa amistad que siempre los ha caracterizado, haciéndolos ver, más que hermanos como amigos y más que amigos, siempre hermanos. El tiempo sigue su marcha sin detenerse y los niños de ese entonces, ya son adolescentes. Todavía estudian y comparten sin medida, todavía traviesos en la calle, aún caminan siempre juntos, inseparables, en la mañana y en la tarde o por la noche, en todo caso, siguen diario, a cada instante, pasando siempre a estudiar al colegio, inseparables los hermanos.

Una experiencia en la montaña

Bryan Rios Marino(Servicio social estudiantil)
Érase una vez un niño llamado Juan, el cual se encontraba planeando un paseo con su mejor amigo Daniel y después de dialogar mucho rato, decidieron hacer el paseo con los compañeros del colegio, cuyo destino seria hacia una montaña.
Por fin llegó el día tan anhelado por todos, ya que de allí vivirían muchas experiencias, por lo tanto, salieron felices y después de caminar por largos senderos, llegaron a la gran meta. Inmediatamente, Juan les propuso que era mejor descansar un buen rato primero, antes que hacer cualquier otra actividad, ya que para divertirse tendrían muchísimo tiempo. Luego de un merecido descanso, Daniel pidió colaboración para que unos fueran armando los campamentos y otros fueran haciendo la comida. Transcurrió el tiempo y llegó la noche; unos contaron historias y otros contaron chistes terminando así el primer día.
Al día siguiente salieron muy temprano de excursión y cuando iban caminando, a Juan, sin que éste se diera cuenta, se le calló un reloj muy valioso que su padre antes de morir le había regalado en un cumpleaños, por lo tanto para Juan este reloj, más que valioso, era un recuerdo muy especial del ser que tanto amó.
Instantáneamente, Daniel en silencio recogió el reloj, guardándoselo en el bolsillo, pero en el transcurso de la caminata Daniel escuchaba una voz interna que le repetía una y mil veces: Juan ha sido siempre tu mejor amigo, por favor no le hagas daño, porque tenlo por seguro, de que cuando Juan se entere de que ha perdido ese maravilloso recuerdo de su padre, sufrirá mucho. De manera pues, que Daniel recapacitó y no solo le hizo entrega del reloj, sino que también le contó lo que pensaba hacer, pero lo más estupendo es que le pidió perdón de todo corazón a su amigo.
Luego llegaron al campamento y así terminó el segundo día.
Nuevamente al día siguiente, también salieron muy temprano de excursión y Juan quería volver a dirigir la caminata, ya que pensaba que él había sido el principal organizador del paseo, pero los compañeros insistían en que Daniel fuera en esta ocasión el guía, porque ambos habían sido los organizadores y no uno solo.
Entonces Juan reconoció que debía de respetar la opinión de sus compañeros y acepto educadamente la propuesta de los demás. Caminaron horas y horas, cuando de repente, uno de los compañeros tubo un accidente y debido a este no podía continuar la marcha, sin pensarlo dos veces, al instante Juan lo auxilió diciéndole que no se preocupara que él lo llevaría cargado hasta el campamento; viendo todos este gesto de solidaridad tan grande, decidieron también ayudarle a Juan y así llegaron por fin todos muy felices, porque habían aprendido una lección más.
Finalmente llegó la hora de volver a la ciudad y Daniel como era de muy buena posición económica, invitó a todos sus compañeros a que se reunieran en su casa para brindarles una comida y así poder comentar con todos las experiencias maravillosas que cada uno había tenido en aquel paseo.

Los ángeles son niños

Paulina Gómez Correa. (paciente)
-Señora Maria, le habla Rosa la mamá de Dorían: ya tengo un ángel en el cielo!
-¿Cómo ocurrió? ¿Tubo dolores? ¿Se fue sonriendo? ¿Lo atendieron bien los médicos?, hago todas estas preguntas atropelladamente; mal oculto mi emotividad. El cáncer en el fémur, hizo metástasis y le consumió su sueño de jugar con la selección colombiana de fútbol; su equipo del alma.
-Si señora, fue bien atendido, no tengo ninguna duda, se puso grave y se fue apagando como una velita. Todos aquí en la casa estamos tranquilos. Siempre tuvimos fe de que se iba a curar, pero Dios lo necesitaba y se lo llevó.
Hay querida Rosa también me alegro, se fue porque Dios lo llamó y no por falta de atención medica. Estoy de corazón con ustedes, reciban un fuerte abrazo en la distancia.
Cerré los ojos. En mi recuerdo aparece un ángel que también tengo en el cielo, él me espera, hasta que la vela quien escribe este cuento, se apague también.
- Maria: teje corozos para los dos.
¿Mamá, me da permiso para acompañar a Medardo a quebrar unos corozos que trajo de la finca?
El sol en tierra fría es picante, con sus rayos luminosos cubre el frente de nuestras casas-tienda (construcción muy común en los pueblos de Antioquia) y llena el ambiente de la alegría primaveral. Por la calle empedrada, llena de cagajones, pasan personas y caballos, formando un binomio sonoro, por el ritmo del galope y paso fino, que producen los cascos herrados.
Detrás del mostrador, mi mamá vende; sal, arroz, fósforos y demás artículos que en esos negocios tienen los comerciantes. Desde allí nos vigila sin proponérselo, su mirada dice: no demores mucho porque debes ayudar a pesar la sal.
Me arrodillo, me siento en los talones, junto mis dos manos en el pecho, sobo una con otra, dándoles calor como si fuera a rezar. El, en cuclillas, con las piernas abiertas, en actitud de desafío de hombre interesante. No recuerdo como está vestido, pero si que tiene sombrero y ruana canteada en los hombros, lo cual me permite ver por la abertura de la camisa, su pecho blanco de niño. Tiene once años, dos más que yo.
Con una piedra, grande como su pequeña mano quiebra los “cocos” en miniatura que son los corozos. Comemos uno por uno sin ningún afán ¡mi mamá que no me mire más!
Encojo los hombros y lo escucho:
Prométeme que vas a ser mi novia, y que cuando estemos grandes nos vamos a casar. Estoy enamorado. Tengo 2 terneros, conozco el ganado, me gustan las fincas y monto cualquier bestia, ensillada o en pelo.
Lo miro en silencio. No pienso en novios, eso para mi es un complique, me intereso por los “coquitos” que estoy comiendo, además tengo una escuela en el deposito que hay en la parte baja de la casa con el tablero que nos hizo mi papá y un banco hecho por mí, con dos troncos de madera desiguales y una tabla en malas condiciones, allí enseño las primeras letras a niños y a bebes (que encarte) del vecindario. Les doy confites, lápices, cuadernos y colores de cuenta de mi papá.
¡Adiós novia: te quiero mucho!
Yo soy su novia, pero el no es mi novio.
Cada vez que pasa por el frente de la tienda, le ordena a su mula que pase despacito, para mirarme con detenimiento, con sus ojos grandes, profundos y tristes.
No recuerdo donde y en que tiempo me dieron la noticia
Va para la finca, llueve sin parar por muchos días. Los caminos están intransitables llenos de baches, cubiertos de greda amarilla y resbalosa, se arriesga a pasar por un canalón estrecho y profundo.
En una irregularidad considerable del piso, la mula pisa mal, y se estrella contra el barranco. La espuela que lleva puesta en el pie derecho, penetra en la barriga de la mula, se enloquece y se encabrita furiosa, es atacada en sus entrañas por el niño-hombre que siempre ha llevado en su lomo. Se desboca y se arrastra hasta destrozarlo, como mártir de historias antiguas.
No quiero oír mas; no se donde están sus restos. Cuando recibo la noticia, siento una fuerza centrifuga que me arrastra y me lleva en el cono de un ciclón multicolor.
Hoy, sesenta años después, estoy unida con la mamá de Dorían, en la esperanza de que unos ángeles con nombre propio, nos cuidan aquí en la tierra, y nos esperan en la eternidad…!

Un Sueño

Sebastián Arias (Servicio social estudiantil)
Un día del mes de mayo, caía una tremenda tormenta, empezaba a anochecer y un toro bramaba a lo lejos llamando a su pareja que caminaba alrededor del chiquero, donde el ternero blanco, acurrucado dormía esperando el amanecer.
De pronto un rayo cayó sobre un gran árbol incendiándolo; mis padres me dijeron que entrara, me acosté en la hamaca de mi padre. Dí varias vueltas para no sentir el frió que hacia. Cuando la hamaca dejó de moverse, yo me dormí y comencé a soñar: ví una vereda con lomas, colinas y cerros, llena de árboles que se mecían y que al inclinarse, me invitaban a entrar en esa mágica experiencia. Con perfumes que mi mente no podía describir por lo fantástico que eran, lo más raro era que había gran cantidad de guaduales.
Extrañado seguía pensando qué lugar era ese, cuando un pequeño ruido a unos diez pasos de mí, hizo que mirara a la derecha y, cuál no sería mi sorpresa, al ver una ardilla y un koala jugando con una fruta que yo no conocía. Dejaron de jugar y el koala dijo:
-No te asustes, ven con nosotros y conocerás el bosque.
Me llevaron a conocerlo, dando un pequeño paseo. Nos internamos en el bosque y se escuchaban toda clase de sonidos, se veía gran cantidad de animales por doquier.
La ardilla tomó la palabra:
-Estás en el antiguo bosque de guaduales; por eso vez muchos: cuídalos. Aquí hay animales para tu alimentación y no mates las hembras preñadas ni las que están criando, así no se acabarán.
Un golpe de la hamaca dado por mi madre me hizo despertar, para que me acostara en mi fría cama, al otro día muy temprano me desperté y al salir el sol, me asome por la ventana y solo vi lomas, cerros y colinas, la magia del bosque había desaparecido y con él todos los animales, solo me quedo el sueño que tuve .

Editorial Xundabé

Cuarta edición.
En este mes de amistad, dedicamos a usted amigo lector un significativo mensaje, que nos anima a compartir con nuestros semejantes, los momentos importante y aún aquellos pequeños detalles, para ser solidarios unos con otros.
Así mismo, saludamos a todas aquellas personas, que desde distintas partes del país, nos han enviado su voz de aliento, con lo cual nos sentimos más comprometidos a mejorar cada día más.
Es importante para nosotros, saber que usted está ahí, leyendo nuestros escritos, con los cuales, nos sentimos identificados con todos y cada uno de ustedes.
Es nuestro deseo, contar cada día, con más y más amigos, que quieran hacernos sus comentarios y porqué no, enviarnos sus escritos, que con todo gusto, le publicaremos en nuestra página.
Hagamos de éste mes, un tiempo muy especial en nuestra vida, con la plena esperanza, que a partir de la solidaridad y sociabilidad que nos une, construimos una sociedad nueva, para proyectarnos a un futuro mejor.
Nuestro taller de escritores les dice de todo corazón:
GRACIAS AMIGO..
Por caminar con migo…
por hacerme con tu afecto…
mucho mas fácil el camino.
Por el tiempo que me das
y al escucharme… aligeras el paso…
del dolor moral de mi existencia…
Por darme ocasión de darte,
algunas veces algo de mí mismo…
haciéndote sentir que eres importante.
Por tomar mi corazón,
que como el tuyo, esta sediento de cariño
por esto y mucho mas…
GRACIAS AMIGO.

Editorial Xundabé

Tercera entrega.

Llegamos a nuestra edición número tres de la página, que por fortuna, ha tenido gran acogida por parte del público lector; que a través de sus amables comentarios, nos van enseñando cosas que debemos saber para ser mejor cada día más. Agradecemos de todo corazón su valioso apoyo, y esperamos que con el tiempo, usted nos ayude a madurar y a crecer, con nuestro intento de mostrar al mundo, lo que puede llegar a ser excelente terapia de superación, para una mejor calidad de vida, de quienes padecen de cualquier tipo de adversidad.

Agradecemos a la doctora Dora Lucía Ramírez, que con su iniciativa, nos animó a crear el grupo de escritores, a sabiendas de que tan sólo nos mueve el deseo de contar pequeñas historias, que nada tienen de trabajos verdaderamente literarios, pero que de alguna manera, puede mostrar el camino de salir adelante a otras personas, que necesitan superar o aliviar un poco sus penas.

Gracias también, al personal médico y empleados de la Unidad de Soporte Oncológico, que con tanta amabilidad, nos atienden y nos aportan tan importante espacio para el desarrollo de todas nuestras actividades. Sin su apoyo sería difícil intentar siquiera, el haber pensado en poner en práctica ésta idea.

Un espacial agradecimiento al doctor Pedro Nel Navarro Oquendo, gerente del Instituto, al doctor Sergio Zúñiga, al doctor John Jairo Vargas, al doctor Tiberio Álvarez, quienes nos hacen sentir como en casa, compartiendo con nosotros su calidad humana. Agradecimientos también a la doctora Gloria Marín, quien con su amabilidad, cariño y entrega a su labor, devuelve la esperanza a los pacientes que llegamos a su consultorio a recuperar la voz perdida por causas de la enfermedad padecida; y a la doctora Juliana A. Pérez R. por su incansable labor de animar y llenar de vida a quienes llegamos hasta ella, buscando alivio a nuestros males. Nunca nos cansaremos de decirles: “QUE DIOS LOS BENDIGA SIEMPRE”, ya que son personas que no esperan recompensa alguna a sus afanes y sólo desean que sus pacientes, recuperen sus esperanzas y sus ansias de vivir felices, con su fe, puesta en el Todopoderoso.

Consideramos, que es bueno destacar la labor desinteresada de nuestro editor licenciado Carlos Upegui, quien sin inconveniente alguno, dedica su tiempo libre, en publicar en la red, nuestro humilde trabajo. Personas como él, nos aportan mucho más de lo que pueden imaginar, ya que nos animan a continuar, con un propósito creado desde nuestra fundación como taller de escritores.
A él, le decimos de todo corazón: gracias, por creer en nuestra intención de ser portadores de un proyecto; que día a día tenga más adeptos, que compartan con el resto del mundo, sus experiencias a través de la narración.

Es importante hacer saber a nuestros lectores, que ésta página está abierta a toda persona que siendo paciente, aficionada a las artes literarias, nos quiera compartir sus cuentos y todo tipo de narración, sin importar en qué lugar del país resida. Es nuestro deseo que todo aquél que quiera escribirnos, lo haga sin temor a ser rechazado su aporte, con la plena seguridad, que su artículo será publicado en nuestra ventana. Gracias nuevamente por contar con nosotros, por leernos, por apoyarnos y por compartir sus experiencias.

Alguien se llevó el sombrero

Ana Inés Valencia. (Paciente)

Salieron a la medianoche, él dijo que podía ver en la oscuridad y así fue como los guió por trochas, montes y valles, ríos y cañadas, hasta encontrar la:- inspección abierta veinticuatro horas-, hubo que tocar la puerta repetidas veces, pues no lo estaba.
Un señor somnoliento cuya condición parecía ser esa, abrió tímidamente un postigo por donde se escapó un sonido no identificado, que lo hizo estremecer.
-Que quieren y cuantos son- preguntó.
-Somos cuatro y venimos a poner una denuncia- contestaron todos.
-Pasa solo el ofendido-
-Su nombre-
-Pedro Riera-
-Ocupación-
-Celestino-
-Haga su denuncia-
-Mi denuncia no tiene calificativo, simplemente:-alguien se llevó el sombrero-
-Se lo robó-
-No señor inspector, se lo llevó-
-Como lo sabe-
-Lo supongo-
-Hay diferencia entre llevar y robar-
-Por eso no sé calificar el delito-
-Describa entonces el objeto robado-
Pedro Riera se tomó la palabra para decir, explicar, dibujar el sombrero, con tal vehemencia, que- inspector tuvo que interrumpirlo, para hacer la siguiente observación:
-La descripción que usted hace tan prolijamente, corresponde al sombrero que lleva en su cabeza-
-Yo no llevo nada en mi cabeza, Señor: -alguien se llevó el sombrero-
-Que pase el primer acompañante- ordenó inspector.
Pasó el primero, pasó el segundo y pasó el tercero.
Todos estuvieron de acuerdo en que:-alguien se llevó el sombrero –y que si el señor Riera, insistía en no tenerlo encima, era por que esa era su propia realidad y debería respetársela, por cuanto en la constitución, era claro el derecho al desarrollo de su propia personalidad.
-Desacato a la autoridad es lo que ustedes han cometido y por lo tanto quedan arrestados sin derecho a fianza-
Trasladados a un estrecho calabozo completamente a oscuras, volvieron a oír el ruido no identificado, la llave en el cerrojo.
-Acá hay alguien más dice Pedro Riera en su capacidad de ver, lleva corbata, botas y sombrero; además en su mano sostiene una maleta que no quiere descargar.
No había pasado un segundo, cuando -llave en cerrojo- volvió a sonar.
El señor de la maleta fue declarado en estado de libertad absoluta. Pero cuando atravesó la puerta al infinito,-inspector le requirió el derecho a saber que era aquello que tan celosamente guardaba.
-Tengo empacados mis sueños-
Contestación que le costó ser devuelto al sitio del cual acababa de salir.
De ahí en adelante todo fue un sueño, soñado por cada uno dé los reos condenados por atentar contra la seguridad del estado.

Acrósticos

Los acrósticos, son expresiones cotidianas de los participantes al taller de escritores, por cuanto con ellos, demuestran a sus médicos y demás personal del instituto, así como a sus acompañantes, familiares y amigos, su más ferviente agradecimiento, por su calidad humana y de servicio al prójimo. Es por eso que hoy presentamos algunos de éstos temas, escritos por nuestros asiduos escritores, pacientes, integrantes activos del taller de escritores “Xundabé”.

AL DOCTOR TIBERIO ALVAREZ
Paulina Gómez Correa. Paciente

T oda tu vida, médico estudioso,
I nventas trucos de magia citadina,
B oleros y tangos elegantes,
E ncuentras en tu guitarra, allí plasmados.
R íes con estrepitoso acento. Eres
I nofensivo, cordial y bello, y
O rdenas al dolor que no nos toque.

A prendimos contigo a amar el
L amento final, como una etapa
V ital unida a nuestra vida.
A migo muy querido te abrazamos,
R eímos fuertemente liberando,
E ndorfinas cautivas en el alma, que en
Z eppelín al infinito enviamos.


A MARINO GAVIRIA
Paulina Gómez Correa.

M iro En tus ojos y tu sonrisa:
A manecer de esperanza.
R eflejan tus palabras
I mpetuosos, cayados deseos
N o expresados.
O h guerreo fugaz y valeroso!

G anas batallas con
A rmas de espumas y de vientos;
V aivén de hamaca, con
I mpulso viajero
R utas de amores
I ncomprendidos y lejanos,
A marran tu vida, a tus sueños
A Paulina Gómez

Marino Gaviria Vargas. Paciente

P or si acaso volvieras al desierto,
A un oasis del Sahara llegarás,
U ne tu pasado a tu presente
L iga tu amor a tu humildad,
I lumina tu alma con dulzura
N o te sientas jamás en soledad,
A unque quieras, no mires hacia atrás…

G racias a Dios, por habernos conocido,
O scura soledad ya no habrá más
M elodías, se han vuelto tus historias,
E sas mismas que a uno hacen soñar
Z arzuelas de una vida cotidiana;

¿Qué bonito es tu desierto…
Qué amistad…..!

A LA DOCTORA GLORIA MARIN.
Marino Gaviria Vargas.

G olondrina que surcas el espacio,
L as estrellas, admiran tu volar,
Otras aves imitan tu aleteo
R audas, en bandadas siempre van
I nspirada entre rosas y azucenas,
A un enfermo, tratas de aliviar.

M ueve al corazón tu tierno encanto,
A nima tu voz para luchar;
R enacen ilusiones y en el alma
I ncesante la vida seguirá,
N ace de nuevo una esperanza;

¡Gracias mujer; por tu bondad!
Elogio a mis quince años

Jesús Antonio Lasso Gallego. (Acompañante)

A mi hija Laura Carolina, en sus quince años.


Hoy ha madrugado más el sol
Y con sus candorosos rayos,
Saludó amoroso al alba que ya se despedía,
A la luna sorprendida abrazó
Y un beso acosado en la mejilla le robó.
-¿Qué te pasa?-Dijo la luna, ruborizándose
Por el candente beso.
-¿Que qué me pasa, que qué me pasa?-
Contéstale el sol,
Con una amplia carcajada de entusiasmo
¿Que qué me pasa? ja, ja, ja, ja ...¿acaso no has mirado los jardines
Florecidos hoy?
¿No escuchas el trinar alegre
De las avecillas en los campos?
Y las multicolores mariposas,
¿Revoleteando en torno a nuestras ilusiones?
Danzando en su vuelo una alegre sonata
¿Encantada en sus alitas?-
-¡Sí! Es verdad- dijo la luna reflexiva
Y un coro de múltiples estrellas
Que cargan con su manto
Como canto celestial dijeron todas:
-¡Sí es verdad, hoy todo es alegría!
Y mirando al infinito como en actitud de gracia
Dijo el sol maravillado:
-Es que este día es muy especial,
Hoy toda la naturaleza se ha regocijado.
Las aves trinan sus mejores cantos
Las flores han formado…¡mira!
Las flores han formado un arco iris encantado
En todos los matices,
Hoy nos sonríe la vida alborozada,
Porque de allá… de allá, del infinito,
Hace algún tiempo cayó una pequeña estrella
Y su maravilloso brillo
Y el calor que emana y alegra nuestras almas,
Justo hoy, justo hoy,
Gritaba el sol entusiasmado
Justo hoy…
La pequeña estrella está de cumpleaños
Y las estrellas repetían en coro:
-¡Está de cumpleaños!, está de cumpleaños,
¡Está de cumpleaños!-
Y se produjo entonces un silencio celestial.
Y como por encanto, el viento que escuchaba atentamente,
En un susurro, lentamente levantó
Su sonora capa abanicada en muchos pliegues,
Formó como un tornado
Y miles de florcillas todas juntas
Formarónse en hileras
Y en su alocado vaivén…
El viento, arrancóle una tela de agua
Al cristalino lago,
Y cubrió con ella todas las flores del jardín.
Cesó la música…
Y como el mejor mago,
De todos los fantásticos sueños.
Formó un hermoso ramo.
Y el sol que miraba sorprendido
No esperaba que el viento lo enrollara con su capa
Convirtiéndolo en legendario príncipe
Y transformado así…el sol
Tomó las flores.
Y en oleadas de susurros, de suspiros y alegrías,
Acercase a la princesa a ofrecerle flores
Y un candoroso beso en la mejilla
El príncipe le dio.
Y el viento y las estrellas y la luna
Y todos juntos
Como un trueno que estalla en el verano,
Resonó en el espacio
Un aplauso prolongado y tierno:

Feliz cumpleaños Laura

La muerte de muerte

Bryan José Crespo García. Servicio Social Estudiantil

Érase una vez, en un pueblo remoto, vivía con sus padres un joven llamado Ryan; que tenía miedo a morir. Su sueño era nunca morir, pero no sabía si esto era bueno o malo. Un día triste y gris, en que este joven tuvo que ver como moría su padre de una extraña enfermedad, pensó profundamente en el sueño que tenía.

Triste por la muerte de su padre, le hizo una promesa a su madre: que nunca iba a permitir que algo malo le pasara; promesa que mas tarde se rompió, debido a que ella, murió de la misma enfermedad de su padre.

Ryan, tuvo que defenderse por si solo, pero siempre se preguntaba: ¿Por qué la gente debe morir?. Perturbado por esto, empezó a viajar por el mundo, para buscar solución a este problema o entender más este fenómeno. Viajó, viajó y viajó pero no encontraba nada que le resolviera tal interrogante.

Habló con muchas personas, pero no le decían nada. Mas tarde, habló con una mujer, quien le indicó, que había un hombre que le podía ayudar. Tardó un año para encontrarlo; era un anciano, quien tenía un hermano gemelo. Ryan le preguntó qué sabía sobre la duda que él tenía.

El anciano dijo; que él, le iba a decir lo que sabía, pero con una sola condición: traerle un poco de agua que había en una fuente, en la cima de la montaña más alta del mundo.

Ryan, empezó su búsqueda, pero al encontrar el agua y llevársela al anciano, ya era demasiado tarde, por que éste, había muerto…

Quedo mucho más triste, por que no iba a saber nada. Se alegró mucho cuando el hermano gemelo del anciano, le dijo todo, acerca de lo que su hermano estaba por decirle.

Le dijo, que el agua que había traído, no era común y corriente; esta convertía en un ser inmortal a todo el que la tomare y siempre sería joven; pero ser inmortal, era algo que podría ser complicado de manejar.

Ryan, no puso atención a la advertencia de lo que le dijo el señor y tomó el agua, pero no sabía por todo lo que tenía que pasar, para entender, el fenómeno de la muerte.

Después de un tiempo, ante se le presentó un hombre, muy misterioso con un traje negro y encapuchado. Este hombre, tocaba la puerta, pero Ryan no le habría. El hombre se marchó pero no sería la última vez que lo vería, por que por muchos días, el hombre volvía hasta que el joven, le dejó pasar. Le explicó; que toda persona debe morir por que este era su destino, pero Ryan, no entendía por que decía esto.

El hombre, se enojó y se convirtió en una calavera con una guadaña y le dijo: yo soy la muerte y me enoja, que tú, seas inmortal. Ryan, asustado por lo que había pasado, quedó paralizado, sin moverse.

La muerte, lo atacó con su guadaña, pero el joven, pudo esquivarlo y coger su guadaña, para golpear y golpear a la muerte, hasta que dejó de existir. Ryan enterró la guadaña en el bosque y estaba feliz, por que ya, no iba a morir nadie.

Un año mas tarde, veía a todas las personas que estaban enfermas y muy ancianas, que debían estar muertas; pero a cambio, estaban sufriendo. De esa manera entendió lo que decía la muerte.

Fue corriendo al bosque a desenterrar la guadaña; se arrepintió, por lo que había hecho y se preguntó; cómo podría remediar este problema. Después de unos segundos, el bosque comenzó a iluminarse.

Ryan no veía bien hasta que después de un rato, se empezó a aclarar y eran todos los espíritus, que estaban a la espera de las personas, que no podían morir. Le dijeron que la única manera de resolver éste asunto era, convertirse él, en la muerte.

Así fue que se convirtió en la muerte y después de resolver el problema matando a todas las personas que debían morir; se puso a pensar, que pudo cumplir el sueño que tenía él, de nunca morir, pues, tendría que vivir por siempre, matando a todo el que le llegara la hora y además; pensó; que ya no le tenia miedo a la muerte, pues él mismo era la muerte.

La gente que pasa

Marino Gaviria Vargas. Paciente

Aquí, en mi lugar de trabajo, en una tarde cualquiera, de un día común y corriente; me dediqué a observar la gente que pasa en frente de mi puesto.
Unos van y vienen, otros suben y bajan, todos con un destino diferente, pero al fin y al cabo cada uno de ellos son la gente. La gente que habita en éste barrio, la gente que habita una ciudad, un país, un continente. La gente que habita éste planeta; el planeta azul por ser más agua que tierra, el planeta verde que posee la madre naturaleza, el planeta Tierra, que es el mismo planeta de la gente, que hoy veo pasar por en frente de mi puesto, personas normales y corrientes.

Veo pasar a tanta gente: unos que llegan, otros que se van, todos distintos, diferentes, pero uno y otro por ser distintos, no por eso ninguno menos interesante que otro. Miro a la gente y pienso: ¿qué pensará cada uno?. Por fortuna, todos piensan distinto; cada quien piensa en lo suyo, tienen un sueño diferente; planean el futuro con su empeño de salir adelante.....Esa es la gente que hoy veo pasar.....Esa es la gente!

Veo a un niño que corre alegremente, pateando con afán una pelota, de seguro va a entrenar a alguna cancha o simplemente a jugar con su gallada o tal vez a encontrar a sus amigos y a jugar un partido programado, yo no puedo preguntarle, sólo pienso y lo imagino, para luego escribirlo en éste cuento.

Una niña que milita en una banda marcial pasa de largo, que bien parece que va muy retardada, con su paso ligero pero firme, cruza el puente de la autopista en un santiamén y se me pierde, mientras escribo otra línea de lo que hoy veo en la gente de mi barrio. Se acercan a mí varias señoras, cada una a preguntar y a hacer su apuesta: ¿qué ganó ayer la lotería? ¿Hoy cuáles juegan? éste numero ganó hace unos días y repitió anoche, se comentan; todas juegan con la esperanza ganadora que a mi puesto las atrae, porque fundan en el azar, una esperanza de poder sustentar o apoyar a su familia.

Veo a dos niños montados en patines, van de la mano en una grata compañía, van compartiendo los dos un solo helado, lo disfrutan felices....también pasan de largo. Un señor que viene en una moto, pára el motor y se detiene, señor, me dice: ¿en qué dirección queda la iglesia y si el padre me atenderá a ésta hora? No lo sé si él estará porque justamente parece que hoy descansa; a una cuadra de aquí queda la iglesia, vaya a ver si el cura atiende, pero creo que tiene que volver al otro día. Una señora pasa con su esposo, él va feliz con su pareja, ella muestra su vientre engrandecido, un milagro de amor se ha hecho en ella y los dos muy felices ya se alejan, esperando muy alegres su retoño. Una anciana que a la iglesia se dirige, va a rezar seguramente y me comenta: ¿qué puedo hacer para que mi hijo estudie si no tengo para pagarle la matrícula?; vaya señora y hablemos en la escuela que de pronto podemos ayudarle y la señora se aleja lentamente mientras sigue pasando por en frente de mí, la gente de mi barrio.

Pasa un joven montado en bicicleta, va a atropellar a una paloma y se detiene; ¡qué animal para estorbar! reniega y luego sigue afanando su carrera; y sigue pasando gente de todas las edades y pasa gente por todas las esquinas: un vigilante, un locutor, un policía, pasa una niña cargando a su perrito, otro niño llevando sus cuadernos, un anciano con su nieto de la mano y una madre con su hijo en brazos; un soldado, una monja, todos pasan; dos hermanos que riendo alegremente a coger un bus a prisa se dirigen; un anciano apoyado en su bordón camina, un cieguito con su vara de invidente, una joven mujer con su gatito. Pasan seis niños que intercambian caramelos y que se cuentan travesuras de la escuela y se burlan uno de otro y entre todos forman un grupo que me hace evocar aquellos años locos de mi infancia, cuando yo como ellos disfrutaba de mi escuela.

Pasa la gente y al pasar, se lleva un poquito de recuerdos que me quedan. Y pasan uno y otro: un niño y un adulto, una joven mujer muy bella, un apuesto caballero y un anciano y un ventero ambulante y un lotero, un reciclador y un carretero; pero no he vuelto a ver pasar a unos, que se fueron de aquí a estudiar lejos, pero dejaron sembrados en mí, gratos recuerdos.

Pasa un señor que vende mazamorra, luego viene el que hace los buñuelos, unos niños que venden gelatinas, la señora que hace empanadas, otro señor con su carro de crispetas, uno más vendiendo solteritas, todos pasan por en frente de mi puesto: el muchacho que vende los limones y el que vende mercancía puerta a puerta, el cartero, el mendigo, el que vende la prensa diariamente; otros van para el billar o a jugar cartas; las muchachas con sus novios de la mano, el señor de la farmacia, el zapatero; todos pasan, van y vienen, suben, bajan y todos por en frente de mi puesto.

Un joven va de viaje y su maleta, cargada de ilusiones y de sueños, parece ser que el viaje será largo, va cargado sin duda de recuerdos de su estancia en éste barrio. Más luego pasa una señora con su bebecito dormido entre sus brazos y otra más con el suyo recostado en un carrito azul de terciopelo; dos gemelitos que estudian en la escuela, con la abuelita que cuida de sus nietos; pasa un perrito corriendo tras de su amo, el amo corre al parecer desesperado y coge un taxi de afán, apresurado, y el animal se devuelve entristecido meneando su cola velozmente, como queriendo preguntar: ¿qué se hizo mi amo?.

Mucha más gente pasa y pasa, unos vienen a descansar de su trabajo, otros van a su labor de diario: el velador, el taxista nocturnal, el panadero, algunos van a estudiar de noche o tal vez a un gimnasio; unos llegan a apostarle a la fortuna, otros ya lo han hecho y se despiden, unos que van y otros que vienen; de seguido van pasando; ¡cuánta gente! Y yo sigo aquí observando en mi puesto de trabajo, en un día normal, de una tarde común y corriente.

El fantasma de Éteres

Jónathan Álvarez Arteaga. Servicio social estudiantil

En una gran montaña cerca de una aldea llamada Éteres vivió un hombre, en un mundo sobrio, de soledad, renospito y miserable ante los ojos de todas las personas. Este hombre pudo haber sido feliz, alguna vez pudo ir a las grandes y hermosas montañas a tomar y a sentir la agradable brisa que golpeaba su rostro, se deslizaba por sus orejas y su pelo hacia oscilar, pero nadie sabia nada de él ni de su vida, nunca lo veían hablar con nadie, sólo bajaba por lo necesario pero no cruzaba palabra con nadie.

Este hombre vivía en la única cabaña de la montaña, el camino para llegar era sencillo, al llegar se podían ver montones de pinos que custiodaban los alrededores de la cabaña, imponentes y hermosos pinos, además había sembrados de manzanos y varias clases de arbustos y en el pórtico del camino habían dos agradables cedros que daban sombra al que llegase a la cabaña, que era grandísima, de dos pisos y con un alto techo de paja. Era intrigante que este hombre con tan hermosa y gran casa viviera solo o alguna vez invitara a alguien a entrar en ella. La gente llegó a creer que este hombre estaba enamorado de su soledad; vivía con ella y otros que simplemente, estaba loco.

Nadie sabía que hacía, ni en que trabajaba este hombre, algunos curiosos veían que todos los días antes de que el sol se centrara en el cielo, el hombre se entraba en el bosque, estos lo seguían pero sorpresivamente el hombre desaparecía y se le volvía a ver antes del ocaso, cuando volvía del bosque.

Los aldeanos de Éteres escuchaban salir: risas y alegrías del bosque, las cuales eran muy raras, ya que sólo aparecían de noche y de un momento a otro, además a esas horas, nadie se entraba al bosque a jugar, o a hacer fiestas o a cualquier otra cosa y en cualquier momento las risas eran como calladas.

Una vez, antes de que el hombre saliera de su casa, al bosque llegó una mujer joven de la aldea a la cabaña, para hablar con este misterioso personaje.

La mujer llamada Victoria, tocó la puerta y a los cuantos minutos le abrieron, Victoria quedó impresionada con la hermosura de la cabaña e impresionada por la frialdad y oscuridad que reflejaba el rostro del hombre. Ella se presentó, pero él nunca dijo su nombre, pero le preguntó:

-¿Qué buscas en mi hogar?

Ella respondió:

-Busco respuestas que me hablen de ti.

El hombre se sintió presionado y le pidió a Victoria que se fuera de su cabaña, pero antes de que éste lograra sacarla de la cabaña, ésta le preguntó:

-¿Siendo como eres, eres feliz?

El hombre se llenó de nostalgia, tanto que hizo brotar una lágrima en sus ojos y quedó inmóvil al instante. Victoria le dijo:

-La felicidad me trajo hasta este lugar ya que la soledad vivía aquí y en el corazón de éste hombre.

Él siguió inmóvil, Victoria luego salio de la cabaña. Él pudo haber dicho que sí, que era infeliz y quería tener una vida agradable. Pero la sinceridad y la franqueza de la joven, le cortaron la lengua y su soledad picó en pedazos.

Al caer la madrugada en la aldea se sintió un fuerte olor a humo. Los aldeanos salieron de su casa y vieron que en la montaña la cabaña se quemaba. Intentaron apagar las llamas con todo lo que podían, antes que amaneciera las llamas fueron apagadas. La casa, al igual que los árboles, los arbustos y los pinos fueron consumidos por el fuego y todo fue removido para poder encontrar el cuerpo del hombre o algo que les diera una respuesta, pero como al estarse quemando la cabaña no se oían gritos de dolor o de temor, posiblemente del hombre; todo era muy confuso.

En Éteres se cuenta la historia de un fantasma que en vida fue fantasma, dicen que prefirió morir sin vivir feliz que morir en soledad o que huyó de Éteres con sus tesoros y antes de ello enterró su felicidad y el amor que alguna vez sintió en el bosque, por ello el bosque en las noches ríe y guarda la felicidad del hombre, aunque nunca la volviera a necesitar.

El fantasma dejó una gran enseñanza a todos aquellos que alguna vez escucharon de él, la enseñanza fue que la soledad nos aísla de la naturaleza y nos repugna de ella, ya que nuestra naturaleza es vivir en comunidad.
A Martha Lucía Castro Londoño

(Por Marino Gaviria)

Paciente del Instituto, se destaca como promotora de proyectos que redunden en beneficio de los usuarios del instituto; por medio de “ASUINCA” Asociación de Usuarios del Instituto de Cancerología. Ha sido, desde la fundación del taller de escritores, ferviente admiradora y seguidora de su evolución; divulgando sus trabajos y buscando apoyo para los integrantes. A ella, los talleristas, le han dedicado acrósticos en su honor, como prueba de agradecimiento y cariño por su desinteresada labor. Destacamos el siguiente, escrito por Marino Gaviria como homenaje a la paciente, y ante todo acompañante, amiga incondicional.

Manantial de amor, inagotable,
Aurora, radiante de alegría;
Ríes siempre, buscando la armonía
Tratando de aliviar grandes pesares,
Hay palabras de aliento, dirigidas,
A todos, los que a diario te rodean
Luces siempre, serena la mirada,
Un aliento, contagias a los otros,
Cuando vez, que alguno desfallece,
I gual te muestras, en las buenas o en las malas,
Acudes presta a socorrer tu gente,
Caminas firme, aunque el presente,
A otros rumbos te mande por caprichos;
Sabes sortear los grandes contratiempos,
Tu mirada, recorre el infinito,
Rasgas con risas, todas las tristezas,
Oh! ¡Mujer, encantadora y bella!
Las amarguras, en tí, no encuentran nido,
Olvidas al instante las infames desventuras,
No le dejas al dolor, que te atormente,
Das amor, sin distinguir credos ni razas;
Oraciones de ternura, para todos tienes,
Ñacundá, de las noches veraniegas,
Olas de amor materno, en tu alma llevas.


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El antojo por vivir

EL ANTOJO POR VIVIR. (Nancy Parra) Hermoso atardecer, bellos anhelosde repente, se oscureció el día,una nube gris, envolvió su ser,diagnóstico fatal.Una fuerte tormenta, enfrió su almaguantes, delantales bancos, batas verdes,agujas… Qué pasó, Dios, qué pasótodo lo veía oscuro,aparece un ángelera tanto el antojo por vivirsoplo de esperanza, buena actitud,calma el granizo, continúa la brisa; escalofrío. Gratitud, duelo, despedidasu seno se iba; su orgullo de mujer,su razón de madre, su éxtasis,dolor, angustia, pesar,sus rizas de oro, también partían,el antojo por vivirdio un nuevo amanecer,cesó la lluvia, salió el sol, volvió la vida…. MEDELLÍN, JULIO DE 2007.

Los Clones

LOS CLONES. (Paulina Gómez). El diagnóstico me dejó perpleja. -¡es una equivocación! Del consultorio a la casa, son veinte cuadras aproximadamente. En ningún momento los pies tocan la tierra, no la siento: quedo alta del suelo. –por qué a mí?Repaso la historia familiar, para ubicar predisposición genética. Lo primero que se me ocurre. Investigo sobre factores de riesgo de cáncer de mama: tabaquismo, alimentación inadecuada, exposición solar, estrés, anticonceptivos, terapia hormonal, edad avanzada… siguen las investigaciones… Ordenan exámenes; tantos como lista de mercado, con el agravante de que no se hacen dos en el mismo lugar. Me remiten al anestesiólogo, llego allí sin fuerzas ni fortaleza. Como rezando letanías, me da las recomendaciones de rigor, conversamos con libertad y tranquilidad, sobre la posibilidad de quedarme en cirugía, como volar a los cielos en un feliz desprendimiento natural. Firmo un mamotreto de normas y condiciones, liberando de responsabilidades a quien meta la mano y cambie la historia de mi historia.Todo pasa como una película con escenas cubistas, donde todo es verdad y está ahí, pero que yo no entiendo nada. Empiezo una vida distinta: amistades, grupos de apoyo, capacitaciones; tratamientos de radioterapia, quimioterapia, fisioterapia, y controles periódicos por cinco años. Aprendo que debo cambiar de actitud ante la vida: disfrutar, gozar, observar, ser más generosa y tolerante, desempeñarme mejor como ciudadana del hoy, y algo muy importante, la libertad y responsabilidad para tomar decisiones. Muchas han pasado por ésta situación. Cada caso es un cuento distinto. Este cuento empieza en la India, donde paré en compañía de dos amigos con diagnóstico de cáncer de riñón y de vejiga, quienes renunciaron a los tratamientos y cirugías que tiene la medicina occidental. En el avión, a 36.000 pies rumbo a Bombay, retozo descalza y semidormida en medio de mis dos amigos, a quienes veo de regreso a Medellín, Colombia, cinco años después como dos clones de Gandhy, con la firme idea de encontrar la armonía del universo, y yo, como la Madre Teresa de Calcuta.

Amable tragedia

AMABLE TRAGEDIA. (Marino Gaviria Vargas).Poco a poco se me fue pagando la voz….Ya no sentía el timbre que tenía, cuando interpretaba mis canciones o declamaba mis poemas; por lo que comencé a sentirme mal, pues debía consultar al médico para salir de dudas, así que me acerqué al consultorio, donde el galeno de turno, me hace el examen rutinario: abra la boca, saque la lengua, diga a, y con paleta en mano me ausculta sin pronunciar palabra alguna. Escribe algo en la historia clínica y vuelve a examinar pulmones: respire profundo, revisa ojos, oídos, toma el pulso y regresa a su escritorio. No entiendo su caligrafía, que más bien parecen caracteres del idioma egipcio.¿Síntomas? –Me pregunta-Perdida de voz por tiempos relativamente cortos pero muy continuamente, no hay dolor, no hay fiebre. -respondo-¿Falta de apetito o dificultad para tragar? Para nada doctor.¿Fumador?Hasta hace diez años, que tuve el valor de dejarlo. Muy bien. Escribe la formula y me dice: antibiótico y a tomar mucho líquido. Nada helado; bebidas frescas pero al clima.Doctor: ¿cuál es su diagnóstico? Nada importante. Cuídese mucho. Estos intespectivos cambios de clima, afectan demasiado los bronquios, las vías respiratorias. Junto a estos medicamentos, puede ayudarle positivamente un remedio casero de esos con que las abuelas cuidaban a sus enfermos. ¿Nada grave doctor?Nada. De todos modos, hay que estar alerta. Regresé tranquilo a casa y en pocos días la voz volvió a recobrar volumen, pero el timbre ya no era el mismo.Pasó el tiempo. En el hospital del pueblo, no había equipos avanzados para detectar el mal que me quejaba otra vez: pérdida de la voz, pero no hay dolor ni fiebre, sin embargo un sabor metálico en la garganta, cada vez que desgarraba al toser. Ya la voz desapareció, ahora es sólo un susurro. Es necesario viajar a la capital a buscar un especialista. Lo hice en cuanto pude y logré conseguir la cita médica.-Buenos días doctor--¡Con esa voz! –fue su repuesta-Llegó el momento: los mismos exámenes. No dice nada. Escribe mucho sin pronunciar palabra; luego alargándome su mano me hace entrega de un papel: hágase éstos exámenes; en cuanto los tenga vuelve. ¿Qué tipo de exámenes doctor? Micro laringectomía y un tac de cuello, para estar seguros de un diagnóstico. Gracias doctor. Nos veremos entonces –le dije- y salí del consultorio, pensando en lo que puede ser. No diré nada, pero que es grave, es grave, por la expresión de su rostro; entendí que mi miedo al mal, más se afirmaba.Hice todos los exámenes con temor de escuchar el diagnóstico, pero con fe de que no lo fuera. Recibí los resultados. Rara expresión la que leí: “Carcinoma Escamo celular Invasor” –si es lo que creo, con seis letras lo habrían dicho todo- pensé. Días largos, noches interminables; la respiración se me dificulta cada vez más, la voz ya se niega a regresar, difícilmente puedo ingerir los alimentos, pierdo peso aceleradamente; la verdad, ya estoy preocupado. Hace días que no puedo salir a trabajar….Al fin, llegó la hora de la cita. -Quien sigue -llama el doctor-El medico lee la historia, revisa los exámenes, me mira preocupado y exclama: ¡debo operarte ya!Doctor: pero……¡Ya!. Si no le practico una traqueotomía ya, corre el riesgo de ahogarse. ¿Ya sabe qué tiene?-No doctor, no me han dicho nada-¿Qué es?“Cáncer”. Hay que actuar rápido.Recibí relativamente tranquilo la terrible noticia. Ya me lo esperaba, desde el momento en que empecé a sentir aquél sabor a óxido.Media hora después, ya me estaba colocando un tubo metálico en la garganta, para facilitar la respiración.Se sentirá mejor –dijo el cirujano- mientras lo programo para una intervención más completa.Definitivamente, no volvería a hablar.Exactamente un mes después fue la cirugía: ocho horas en el quirófano, catorce minutos en los que el medico perdía la esperanza de que saliera con vida; por fin regresé del túnel y todo volvió a la normalidad; la operación continuó y terminó con éxito. Dos días en cuidados intensivos, seis más en recuperación y vuelta a casa.Sigue la radio, luego terapias de la voz. He vuelto a hablar, no como antes, pero pude hacerlo de nuevo. Hace tres años de aquél día en que no creí volver….

Cuento: Cáncer

CUENTO: CÁNCER. (Rosalba Gutiérrez) Un día cualquiera, mientras la fresca agua rocía por la ducha de mi baño, abrazaba mi cuerpo desnudo y mis manos se deslizaban por mis senos; hallé algo extraño en mí: un “frijolito” se había incrustado en mi mama derecha; comenzó a crecer y a ser parte de mi nueva preocupación.Callé la situación, pues tuve miedo de entorpecerme con insignificación, había llegado el momento de empezar a vivir como nunca lo había podido hacer: disfrutar de mi casa, mis vecinos, ser sólo alegría para contagiar a todo aquél que pasara por doquier, servir, vivir, reír, ya no más dolor, no más miseria.El fríjol, crecía, hasta que empecé a sentir mi seno que me ardía un poco, allí donde se hallaba la extraña masa; ese ser entrometido, el cual no había sido invitado a la fiesta; decidí tener valor y empecé a buscar respuestas y opiniones, para decidir lo que tenía que seguir; mis vecinos, allegados y mi hermana, me aconsejaron, casi me obligaron a proceder, con la fortuna de la EPS, que me tenía mi hija por su trabajo.Malaya, la racha de mala suerte. Un respiro tan corto como el la estrella fugas; pero bueno, algo más enfrentar en mi pasar por éste mundo.Vinieron exámenes, uno, otro y otro. Una biopsia, que determinó un tumor maligno: “cáncer de seno”. Había llegado el final…..apenas comenzaba mi vivir: cuatro químios, mastetomía radical: veintinueve radioterapias; menos mal, resistí.De nuevo, arrastrada por las circunstancias, recoché en el primer ciclo de la quimio; mire señorita: búsqueme al doctor para que me pinte ese veneno de color verde, yo soy hincha del Nacional, o dígame usted: ¿acaso es verde, el que me tiene asignado?. No señora, empezamos con el rojo.No niña, he tenido la información que el rojo me tumba mi cabello; yo no quiero quedarme calva.No se preocupe señora, hay pelucas hermosas; miré a mi acompañante con languidez sin perder mi humor que ya me caracterizaba y le pregunté, ¿acaso eso no es muy caro? Ella, me respondió: bueno, tampoco; venden cachuchas, gorras, o a lo mejor a usted no se le cae; de mil, una, imaginé “esa es usted” ¿cierto? bueno. Ya lo decidí, a mí, no se me va a caer.Ella, luego agregó, y por el color del líquido, no se preocupe, usted es hincha del Nacional, pero también es Liberal, será un honor inyectar más color rojo al carmesí de su sangre, cierto…..Sonrió, tapando su encía, pues temí, a la cabeza calva, olvidando que una fase de la circunstancia había sido que le sacaran toda su dentadura para reemplazarla por prótesis, superior e inferior.Mis lágrima, se hicieron incontenibles, pero las acompañaba de risas y abrazos, me burlaba de mí misma mientras inspeccionaba el lugar: una gran sala con sillas reclinomáticas; veía cobijas, sábanas, llantos, ojos serrados, miradas que silenciosamente hacían preguntas, pero sabía que sellaban sin pronunciar palabras, leí en cada rostro el miedo, la zozobra, la inquietud, un letrero que decía en cada frente: “pronto ya no seré de aquí”.Cuatro, tres horas allí, pregunté sobre otras cosas a aquellos que como yo allí recibían el tratamiento.Unos más tranquilos, aún sabiendo de que su situaciones no eran más favorables, hacían comentarios de aceptación a la nueva ruta que les había tocado asumir, sus cánceres.Después de esta primera sección, al salir ordené una malteada con caviar; nunca en mi vida había tenido la oportunidad, pero tenía la noción que era comida de raíces y ahora me sentía con el cielo de mi parte, pero aún con el frijolito que ya empezaba a tornarse mamoncillo, recibí palabras de consuelo en chanzas y concejos y, ya, a año largo del calvario, aún sigo existiendo con la esperanza de un mañana mejor, con la certeza de que todo es por lo que tiene que ser.Hay momentos de soledad y angustia, miedo y temor. Sin embargo ahí voy en mi barca, aunque anclada pero con esperanza, al fin de cuentas, barca es barca y en cualquier momento como barca zarparé; mientras tanto vivo y gozo sin esperar el mañana, sólo vivo mi hoy, ayer ya pasó y mañana quizá nunca llegue…..

Un gracias...

UN GRACIAS….Rochigé (acompañante)Hoy, vengo a darles gracias a todos ustedes, que en éste año; en éste instante de mi vida, hicieron parte de mi nueva historia.¡Gracias, por lo aquí vivido! Fueron momentos de regocijo y aprendizaje, que llevo conmigo como un tesoro para mis días siguientes. Aquí, he podido aprender lo que ya sabía; confrontar certezas y comprender algo más:”todos, somos distintos, pero similares”.Si miro a los demás, como si me mirara a mi misma; si en ves de criticar, me intereso por la diferencia: la respeto, aceptando y tratando de comprender un poco; la vida se me hace más amable.Bendita circunstancia de mi tía, que me regaló la oportunidad de conocer éste espacio, a todos ustedes; es placentero llenar mis recuerdos de cosas bellas, momentos gratos los aquí vividos.La vida, es la maravilla más maravillosa, vivo tan sólo instantes, no temo compartir: experiencias, dudas, miedos, sueños, pesadillas.Aunque me sonroje, no hay intimidad que me guarde por siempre.Aprendí a reírme de las adversidades; ellas, no son más que oportunidades, para entender lo que aun no comprendía; sino llego a la comprensión, no me preocupo.Solo sabiduría necesito, para caminar con paso firme, venciendo tropezones y hasta levantarme de lo que parece una caída.¡Hasta siempre!....felicidades a todos ustedes, en general………

Recuerda viajero

RECUERDA VIAJEROCristian Gaviria Rueda(Primero en prestar su servicio social estudiantil en el grupo).De él presentamos éste trabajo en agradecimiento a su labor.Hubo una vez, un pequeño huérfano, el cual vivía solo con una maleta que le dejo su abuelo, al morir de una extraña enfermedad, para el, su tesoro mas preciado. El pequeño nunca la abrió por respeto a su abuelo; además decidió que el recuerdo de un anciano solo es para quien lo merezca.Así pasó el tiempo, el mismo que en compañía de la parca, se llevo la familia del huérfano el cual estaba convirtiendo el niño en un joven solitario; lo único que mantenía al huérfano luchando era el deseo de conocer el secreto de su conservada maleta. Sabia que debió pelear por sus objetivos, no seria fácil, pero la esperanza es lo ultimo que se pierde; no iba a perder porque el creer en si mismo lo sacaría de las calles.Para el huérfano el único amor fue el que sintió por su familia, pero fue en las calles donde conoció su primer y único amor. Decía: -Mmm…amor…es lo único en lo que debo pensar, además ¿Quién se fijaría en mí?Se entrego completamente a su misión de convertirse en un gran hombre; aunque esto lo privara de ser amado por alguien más.Como pudo, consiguió ayuda para ser aceptado en un colegio, allí comenzaría la gran misio.El joven se alojaba en una habitación muy pequeña, comí de las sobras de otras familias una mala alimentación, pero el mirar la maleta satisfacía su espíritu quebrantado por la soledad. En el colegio se encontró con aquel indeseado amor, al parecer no podía escapar y su pensamiento seguía siendo el mismo, decidió salir de estudiar y criarse por su propia cuenta, aunque en la calle se aprenden muchos vicios, este, todos los rechazaba; no se dejaba influenciar por nadie porque al fin y al cabo no tenia amigos continuo su crecimiento hasta transformarse en un adulto trabajador, serio y lo peor de todo: en un opresor. La poca ayuda que le brindaron cuando hicieron una persona cruel, sin sentimientos – los sentimientos se hicieron para un perdedor – decía.Su trabajo podía sostener por lo menos dos familias grandes, la maleta de aquel niño fuerte, inspirado por el recuerdo de una familia, se comenzaba a desgastar no por ser vieja, si no, por su insensible dueño.El olvido por completo la misión que se forjo de niño, de ser digno de conocer los secretos de un viejo. A todo niño que pedía ayuda lo devolvía de un regaño diciéndole: - lucha como yo por lo que ahora tengo. A sus trabajadores les pagaba un miserable sueldo y los hacia trabajar más de la cuenta, a el, nada de eso le importaba, mientras seguía diciendo: - lucha como yo.El hombre no cambiaba de parecer y empezó a ser odiado por todos, claro, a el no le importaba, pues ahora era rico y poderoso, la maleta del abuelo estaba debajo de una cama y su sueño de niño se desvaneció en la mente de aquel malvado hombre.Un día como cualquiera, organizando varios papeleos, vio aquel nostálgico objeto sin estarlo, pensó: estoy listo, es hora: debo abrir esa vieja maleta.Al momento de abrirla, se dio cuenta de que estaba tan mala que el cierre no se movía por tanta oxidación.No supo como, pero al abrasarla, se encontró en un lugar desconocido y de repente una voz le decía:-¿Por qué me fallaste?-¿Quién eres?- preguntaba el hombre--mírate: eres tan pobre de espíritu y aun así, quieres abrirla?El hombre no soporto la impresión y rompió en llanto al saber que quien le hablaba era su abuelo.-¿Por qué dices que te falle?-pregunto de nuevo--¡recuerda tu misión! Fue lo único que respondió su abuelo.El hombre volvió a su hogar y al verla una vez mas, se fijo cuan malo había sido, no solo con los demás, sino también con el, al negarse un día de joven el amor. Su empresa la entrego a sus trabajadores, regalo sus bienes y su dinero lo dono a los huérfanos, quedando solo con el grandioso recuerdo de su abuelo.Estaba abierta, miro dentro de ella y allí, había una foto de el con su familia, fue entonces que el hombre hizo vivir otra vez sus sueños. Decidió viajar por el mundo buscando la felicidad y el amor que el mismo se negó.El viajero tomo sus sueños e ilusiones, las guardo en su maleta y se marcho.

Preludio a mis quince años

PRELUDIO A MIS QUINCE AÑOSJesús Antonio Lasso Gallego(acompañante)A mi hija laura carolina en sus quince añosCon mucho amor.Como una cascada que parece caer del cieloTomando al solQue ilumina nuestras ansias,Al vientoQue con toda su fuerzaEmpuja nuestros ideales,En torno a la inmensa y maravillosa naturalezaDe nosotros mismosCual nuestro amorQue es sin límites y sin fronteras.Plasmado aquíEn este lienzoPor el excelente maestro creador de sueñosNuestro joven amigo Sebastián.Trasciendo en hechosMás no en palabras,Como para asirme mas a nuestra historia.Hoy, cuando celebramos el aniversario quinceEn este pequeño pero emotivo homenaje,En compañía de todos ustedesNuestros familiares y amigosA nuestra hija carolina.A TiQuien eres el más significativo motivoDe todo mi orgullo y mi alegría,Quiero entregarte con todo mi amor,Este presente hoyPara la posteridad.

Recuerdos

Recuerdos
Consuelo Àlvarez

¡Que bueno!….viví en Cali.Un día, pasé como a las tres de la tarde,por la acera derecha de la calle octava.Desvié la mirada a la derecha yme detuve frente a la fachada de color terracota mediano. Su estructura: muy bonita. Al lado de la puerta, había una placa en letras de bronce; las leí cuidadosamente y decía el nombre de un escritor. Siento pena al no recordar su nombre, no se me grabó fácil.Como pasé varios días y a distintas horas (creo que fue un mes, esperándole la salida). Yo pensaba: ¡que dicha conocerlo! Poder hablar con él y hacer amistad para poderle decir que me enseñara a hacer un escrito; pero la espera fue en vano. Nunca lo conocí. En esa época, era muy tímida y no me atreví a tocarle la puerta para que saliera.¡Estoy feliz! Si alguien es feliz, soy yo………Mi vida es un costalado de historias; como decir: un archivo, es que soy muy arcaica……….
ACROSTICO
Consuelo Álvarez R ojas, combinadas, ¡que hermosas son!O lores y fragancias, nos dan la sensación,S uaves y satinadas, ¡que delicadas!A dornan los paisajes; se admiran con amor.S electas, al apreciarlas en el jarrón………

Se llamaba mariposa

Se Llamaba Mariposa
Ana Inès Valencia (paciente)

El día miércoles cinco de diciembre amaneció nublado. Tuve que demorar la salida para -Samaria El Cerro- a donde todos los días llevo mi vaca, porque se me hizo difícil ver el camino de piedra. Cada vez que paso por él, trato de inventarme un atajo, no para hacerlo mas corto, sino para hacerlo distinto. Aproveché la tardanza y pasé por mi amigo vecino, él esta en vacaciones de fin de año.La vi venir desde lejos con caminada rápida, a pesar de que miraba el cielo; cuando pasó por el lado de nosotros, ya los llevaba cerrados sin disimulo. Una gorra negra de lana le cubría la cabeza por completo, un maletín en el cual cabía una corneta o una flauta y un tubo de cartón colgado de su hombro, era su equipaje.Pasó de largo.El día miércoles cinco de diciembre amaneció nublado Mi entorno se volvió bosque y el Cerro -San Bonifacio- que me circunda desapareció. Comencé a caminar por el sendero señalado de –liberales-, arbusto calificado por los campesinos debido a su color de partido. Mientras contemplaba el cielo en donde aún permanecía una estrella trasnochada, pensaba en lo que leía: una historia en donde los autores de libros atiborrados en la biblioteca del protagonista, bajan de los anaqueles para entrar en una discusión que termina al amanecer. Ensimismada en estos pensamientos, veo pasar a dos niños con una vaca de gran tamaño. Orejinegra; una de sus extremidades traseras torcidas, le dan cierta gracia al caminar.Podría clasificarse de casquifloja.Años de los niños: nueve.Pelos: -oscuroenflechas- quien portaba un cordel.-claroliso- el otroOjos:-colorcaoba- ….el primero,-verdesyserenos- el segundo.Vaca y niños suspenden marcha y-peloenflechas- me aborda.-usted no es de por acá--No soy--¿De donde viene?--De Bogotá en donde vivía-Silencio sin menos cabo.Este niño va a preguntarme todo lo que el quiere saber y yo tendré que fingir afán para escaparme. Es mejor que le dé rienda suelta a su Imaginación.Se puso seria, se enderezo la gorra y empezó a caminar más ligero. Se le callo el tubo y al tener que parar, la alcanzo.-¿Por qué se vino a vivir acá?-Me gusta el paisaje del campo tanto como su gente y porque estoy enferma de amor--Los del Carmen del Viboral, los Carmelitanos, son buena gente, pero no vaya a meterse con los de el municipio vecino, La Unión, son egoístas.-¿Qué es ser egoísta para ti?--eso, egoísta-- La palabra no se define con la misma palabra-- Bueno, ser egoísta es no contestar cuando a uno le hablan, o cuando lo saludan-Silencio sin menos cabo.-¿Qué, no le parece?-Tendré en cuenta esa definición--¿Usted tiene carro?-- Yo no tengo carro, los carros son caros-En estos momentos en somnoliento sol comenzó su levantada y la bella se fue, la bella neblina.-¿Cómo se vino de Bogotá?--En avión--¿No hay carretera?--¿Acaso no lo sabes?--Es que yo no voy más al colegio, pero este sí y señaló a –ojosverdesyserenos-El compañero señalado no ha hablado, egoísta, debe ser de La Unión.-¿Ya sabe que yo no voy al colegio, Bogota es capital o departamento?--Es la capital de Colombia!!!!-¿En Bogotá matan?Silencio sin menos caboMe decido por un si.-¿Usted se trajo todas sus cosas?--Si--Como lo hizo--En camión--Cuanto costo--Un millón--Habría podido comprarse un carro y un caballo--Prefiero mis cosas, terminan siendo parte de uno como lo es un pie--No lo había pensado--Las cosas toman vida, señalan caminos.¿Cuál es la razón por la cual no vas al colegio?--Hablan mucho los profesores y todo lo que hablan es mentira--¿Cómo lo sabes?--Porque lo es--No es una respuesta. La mentira se demuestra con la verdad--¿Cómo se llega a la verdad?-Se puede intentar a través del conocimiento-Este niño me tiene en sus manos, yo tampoco se que es la verdad y además tiene razón, solo dicen mentiras, y no existe. La verdad no existe. Yo hablo más que sus profesores. Me voy por el primer atajo.No entiendo que es la verdad ni eso del conocimiento, pero ella vuelve a acelerar el paso, quiere irse, sigo con ella.-Oiga ¿usted que hace el veinticuatro?-Me reúno con mis hijos y mis amigos, preparamos una cena y nos sentamos a la mesa a las doce de la noche, no sin antes prender las velitas del árbol y las de toda la casa. Cantamos villancicos recordamos a las personas que quisiéramos que estuvieran con nosotros. Una vela roja encendida, es la Navidad para mí. Las cosas se vuelven símbolos, es su forma de hablar.--Como no voy al colegio, no sé que es la navidad para mi--Piénsalo-Silencio sin menos cabo.-El veinticuatro en la mañana, mi mamá en el patio prende una hoguera, monta una olla con aceite, arma unas pequeñas bolas de masa y las fríe, es lo que se llama buñuelo.-Cuando los hace los hace cantando- La navidad para mi, será entonces siempre, un buñuelo.En ese momento se acercó al niño un transeúnte con la sugerencia de revisar la rienda de la vaca, -Debe de estar molesta, la tiene muy apretada-.El hombre la ajustó y ella sonrió. Pero solo lo hizo con sus dientes de abajo, por diseño de la naturaleza, no tiene en la parte de arriba. Paso seguido y- motu propio-, corrió hasta desaparecer.¡Esta no olvida el portillo! Exclama –peloenflechas- y sale a buscarla al grito de ¡Mariposa, Mariposa!A los pocos minutos regresan juntos y ella encabezó de nuevo la marcha y la conversación.-¿Por quien estas enferma de amor?--Por él-¿Cuál es la razón por la cual no lo traes para acá? ¿No dicen ustedes que allá cunde el peligro?--Mariposa, agrega –Peloenflechas-, en los lugares dónde hay problema, la gente esta más alerta y todo el mundo lleva del bulto--Pues a mi me parece que es mejor entonces que rumiar. Al blanquear sus ojos, miro hacia el cielo y exhaló un suspiro-.De súbito, paso un pequeño camión y su conductor ofreció llevarme. Los niños con la mano levantada me dijeron adiós y Mariposa me guiño un ojo.Arrancamos, yo sigo pensando en el niño y recuerdo una frase de Saramago:-Todo lo que yo sé, se lo debo a un ser, que no sabe leer ni escribir-, cuando un fuerte silbido motivó un frenazo en seco. Era-peloenflechas- que venia en carrera y jadeante me dijo:-¿Sabe realmente porque no voy al colegio?--¿Por qué?--Porque yo también estoy enfermo de amor--¿Por quien?--Por ella, por Mariposa y allá no me reciben con ella--No vuelvas nunca al colegio-El miércoles cinco de diciembre del dos mil cinco amaneció nublado, la sonda nodriza Cassini depositó La Huigens en Titán, una de las lunas de Júpiter, luego de siete años de viaje espacial.

Yo conmigo

Yo Conmigo
Marino Gaviria Vargas

Una mañana solitario y triste, decidí que debía recorrer algún camino para distraerme un poco; tal vez, en el trayecto, tratar de meditar y planear sin afán mi futuro, para ver si un día puedo encontrar la felicidad tan anhelada por todo ser humano.En el camino me encontré con mucha gente y aunque quise saludar, nadie me respondía; no me determinaron por más que intenté que me vieran, todo fue en vano, nadie me quiso mirar siquiera.Llegué a un lugar -que no sé dónde- y me sentí vacío.Sin ilusión de seguir, me detuve a mirar al horizonte. No vi nada; solo tiniebla oscura y fría.De pronto; en medio de aquella soledad y ese silencio, escuché una voz que me decía:Hey: escúchame, quiero hablar contigo.Miré a todos lados, pero no vi a nadie.Óyeme: -dijo de nuevo- quiero que sepas, cuánto te aprecio.Pero… ¿dónde estás?, ¿quién eres? No te veo -le dije-Soy Yo! -Me respondió- No puedes verme; sólo sentirme. Estoy contigo y quiero mostrarte muchas cosas. Ya sé, que quieres estar solo, pero yo deseo hacerte compañía y enseñarte, para hacerte entender el porqué de las cosas que te pasan.¿Como cuales? -pregunté-Como, porqué, durante tu caminar, habiendo tanta gente, nadie te vio pasar.¿Sabes porqué? -Continuó- No dijiste nada que llevara un mensaje para enseñar; no hiciste nada que pudiera ser tenido en cuenta para aprender. Viste mucha gente a tu paso, mas sin embargo, no te diste cuenta de lo que estaban haciendo bueno para imitar, o malo que pudieras corregir, por eso fue que nadie se dio cuenta de tu presencia, de tu andar en ese camino.¿Qué debo hacer entonces? -pregunté-Te llevaré por un sendero diferente, en el que verás y aprenderás muchas cosas, que si las sabes aprovechar, te servirán en la vida.¿Y, es muy largo, ese camino?Será tan largo o tan corto como tú quieras. Será largo y tormentoso si no valoras y sacas provecho de lo que ves. En cambio, si aprendes y enseñas, será muy placentero para tu crecimiento.Sin estar muy convencido de quien así me hablaba; resolví que debía vivir esa experiencia. Al fin y al cabo, no estaba haciendo nada y valía la pena cambiar un poco la rutina. Dudoso pues; avancé unos pasos por el camino señalado.Comencé a ver gente a mi paso que se reían unos, me saludaban otros, unos cuantos me reprendían o aconsejaban; no faltó los que me llamaban por mi nombre….¿Lo ves? -Me dijo aquella voz- ¿Ves cómo te conocen?Sí -le respondí- pero me siento mal a veces, por que entiendo que me critican.¡Y que importa! te conocen; saben que estás ahí; has aprendido y enseñado lo que sabes. Fíjate pues, que muchos te admiran y quieren seguir tu huella. Corrige los errores que te critican y no hagas caso de lo demás; has de cuenta que no has visto ni escuchado nada que te afecte o sea negativo para ti. Eso se llama: Tolerancia.Seguí adelante y más allá, encontré a otras personas que trabajaban en distintas labores o hacían cosas que no tenían ningún sentido, pero no dije nada; me acerqué para poder dirigirles un breve saludo, acompañado de una leve sonrisa, para no interrumpir sus quehaceres.Con cuidado, observé y traté de copiar algunas cosas, para que, en su descanso, poderles preguntar sobre las dudas que se me presentaron y continué.¡Muy bien! -me dijo, quien me hablaba-No hice nada. -respondí- Tan sólo saludé y sonreí…Y guardaste silencio para no entorpecer la labor; has resuelto esperar el momento oportuno para hablar. Eso es saber respetar.Más allá, vi a unos mendigos que en silencio, tendían su mano, en espera de una mísera limosna; noté que todos tenían experiencias y muchos conocimientos, que por múltiples razones, tal vez, no han querido o sabido explotar y por eso llegaron a la mendicidad. En mis bolsillos, no llevaba una moneda que dar; me acerqué y les dije: soy tan pobre o más que ustedes; les aseguro que tienen los conocimientos, que a mí me hacen falta para alcanzar una mínima riqueza.Se miraron admirados y entendieron que me unía a su causa de un modo diferente, por lo que entendieron el mensaje y decidieron poner en práctica su sabiduría en favor de los demás.¡Qué bien! -Oí que me decía la voz-Eso es solidaridad. Compartiste tus ideas y te escucharon.Cansado de andar, sentí sed, pero solo encontré unas gotas de rocío, mecidas en las hojas; las tomé para mojar con ellas mis labios. Me sentí mejor y la sed desapareció.¡Qué interesante! -me dijo aquella voz-No veo nada de importancia, -dije-Claro que sí, -siguió la voz- Apagaste tu sed, con unas simples pocas gotasde rocío y te sientes muy bien!Es lo que necesitaba. –contesté-Sí. –Me respondió- Y estás satisfecho. Eso es saber valorar lo poco que se puede obtener y sacarle buen provecho. Pues bien; si valoras el entorno, si amas la naturaleza, el universo: ámate a ti mismo como a los demás y encontrarás la felicidad que buscas.De pronto, sentí que ya no había nadie, el lugar estaba desierto y en total silencio; entonces, en ese instante pude comprender que había tenido una profunda y fructífera meditación; porque en verdad, Yo, estaba hablando Conmigo.

Martha Lucía Castro Londoño

Martha Lucía Castro Londoño
Paciente del Instituto, se destaca como promotora de proyectos que redunden en beneficio de los usuarios del instituto; por medio de “ASUINCA” Asociación de Usuarios del Instituto de Cancerología. Ha sido, desde la fundación del taller de escritores, ferviente admiradora y seguidora de su evolución; divulgando sus trabajos y buscando apoyo para los integrantes. A ella, los talleristas, le han dedicado acrósticos en su honor, como prueba de agradecimiento y cariño por su desinteresada labor. Destacamos el siguiente, escrito por Marino Gaviria como homenaje a la paciente, y ante todo acompañante, amiga incondicional.Manantial de amor, inagotable,Aurora, radiante de alegría;Ríes siempre, buscando la armoníaTratando de aliviar grandes pesares,Hay palabras de aliento, dirigidas,A todos, los que a diario te rodeanLuces siempre, serena la mirada,Un aliento, contagias a los otros,Cuando vez, que alguno desfallece,I gual te muestras, el las buenas o en las malas,Acudes presta a socorrer tu gente,Caminas firme, aunque el presente,A otros rumbos te mande por caprichos;Sabes sortear los grandes contratiempos,Tu mirada, recorre el infinito,Rasgas con risas, todas las tristezas,Oh! ¡Mujer, encantadora y bella!Las amarguras, en tí, no encuentran nido,Olvidas al instante las infames desventuras,No le dejas al dolor, que te atormente,Das amor, sin distinguir credos ni razas;Oraciones de ternura, para todos tienes,Ñacundá, de las noches veraniegas,Olas de amor materno, en tu alma llevas.

Alfonsino (Paulina Gómez Correa)

Alfonsino
Paulina Gómez Correa.Se desmayó, se desintegróY en la playa de azúcar y de sal,Sólo encontré su manta guajira.Entro en su casa, que por lo regular tiene la puerta abierta –lo saludo- no me contesta.Se pasa parte del día sentado, observando los dedos de sus pies. Esa tristeza, con razón o si ella, lo tiene desando lo que no tiene en su casa y despreciando lo que se le ofrece.Conversa únicamente con su perro, éste, contesta con gruñidos suaves, voltea la cabeza unas veces a la izquierda, otras a la derecha, lo mira a los ojos fijamente, si le habla y sonríe, se acuesta sobre el lomo, para que le rasque la barriga. Si no lo determina, mete su cola entre las patas, solidarizándose con su tristeza.Día y noche se cubre con su manta guajira; no sé dónde la adquirió, ni quién la hizo, pero sí sé como es: de doble faz. Por un lado, está pintada a rayas en zigzag, de colores cálidos estéticamente bien colocados, él, dice que esos dibujos forman parte de leyendas de los Wayú.Por el otro lado, hay muchos soles conectados a uno principal, con hilos finos de luz y de oro, éste, se encuentra situado en la abertura con cierre de cremallera.En las noches frías del desierto, la cierra para utilizarla como cobija, y en los días cálidos o hirvientes, la abre para vestirse con ella, a manera de casulla; no se pone por debajo otra prenda. Así vestido recorre mañana y tarde, las playas de arena fina y limpia del mar cercano a nuestras vidas.No quiere regresar a la ciudad a continuar los tratamientos, que médicos y familiares creen indispensables para la recuperación de su deteriorada salud. La presión de su esposa es tal, que las relaciones entre los dos, son insoportables; ella desea que la vida continúe como antes del diagnóstico; se ha vuelto obsesiva, llora y cantaletea todo el día. Quiere imponerle una dieta milagrosa, que ha aprendido en televisión, radio y prensa, complementada con las sugerencias de familiares y amigos:-40 gallinazos, uno diario, preparados en sancocho. Una hermana, se ofreció a conseguirlos en una quebrada cerca de su vivienda en la ciudad, donde votan cadáveres de animales.No acepta el “tratamiento” a base del genocidio de los inocentes gualos de hermoso vuelo, cuya misión es comer carroña, para no infectar el ambiente.-Macerar o licuar toda clase de legumbres y verduras de color verde; ingerirlos día y noche, hasta que piel, ojos, orina excrementos y demás fluidos de su cuerpo, adquieran el color de su equipo de fútbol.-Un brebaje de miel de abejas, ajo, yerba buena, pelo de maíz, tallos de palo santo, algunas bienaventuranzas y agua bendita, pero que sea la que queda en la pila del templo, cuando los feligreses han dejado allí, sus mugrientas esperanzas.No y no. Nada acepta, y menos tomarse en ayunas, los propios orines contaminados con residuos de su mal y con tóxicos que le han inoculado en su sangre, para barrerle células locas, las cuales andan muy campantes por todo su organismo.Como alimento: bebe agua fresca, tinto amargo y ron; son los únicos que no tienen la textura y el sabor del algodón apretujado en su boca, y la garganta se niega a dejar pasar.Cuando su esposa trata de empujarle la comida con sus dedos, una arcada ardiente e infernal es la respuesta.Cualquier día, ve con desinterés un noticiero: muestran en Holanda, un inmenso cultivo de rosas rojas, en cuyo centro, y por arte de magia, aparece un hermoso tulipán negro.Hoy es el día –dice para sí- es un aviso celestial. Amarra el perro para que no lo acompañe. Con pasos lentos pero firmes, emprende su paseo matinal a la playa. –no reversar…no reversa…repite decidido.Cuando vio el tulipán negro, siente en su cuerpo sensaciones insoportables: algo caliente y dilatador recorre por sus venas, llega a la boca para pasar por el tuvo digestivo, con un recorrido bulloso y ardiente hasta llegar al ano. Vuelve y empieza por las plantas de los pies, hasta llegar por laberintos inimaginables, hasta el cerebro, con la impresión de que crece hasta reventarse.Camina de sur a norte, hasta sentirse completamente agotado. Es el momento de girara hacia el oeste. El océano está espléndido; el azul de sus aguas se confunde con visos lila y ámbar de las “aguamalas”, que parecen barquitos diminutos inflados con helio, que el viento trae a todo vapor hacia la playa.Los alcatraces y otras aves, pescan con precisión su ración diaria, observan la playa, por si acaso les han traído migajas de pan o de pasteles, para lanzarse en bandada a recogerlas.A pesar de su cuerpo afiebrado y débil, sus ojos pueden mirar la línea que forma el horizonte al besarse con el cielo; va a llegar hasta allí; se adentra en el mar caminando, hasta que el agua le llega a la cintura. Empieza a nadar, dejando atrás su historia. A medida que desaparece la playa, el agua es mas transparente y puede observar multitud de peces multicolores, en esa pecera gigante construida por el azar.Cada vez está más débil, entrega su decisión a sus firmes deseos de no sufrir más. Entra en un túnel de figuras geométricas, hexágonos de color marrón desvanecido en rojo y amarillo, los cuales se van palideciendo hasta convertirse en blanco brillante e insoportable.Siente su desintegración como una desmembración total. Sus ojos con vida, observan tranquilos, cómo los huesos quedan sin piel y sin músculos, las viseras, se las reparten felizmente sus compañeros del túnel. Antes de cerrar sus ojos para siempre, ve dos manos que se aferran tercamente a la línea multicolor del horizonte.

Paulina Gómez Correa

PAULINA GOMEZ CORREA.Nacida el 9 de Enero de 1938, en Santa Rita de Ituángo, Antioquia. Desde pequeña quiso ser profesora; siendo una de las más destacadas en sus estudios de primaria. El bachillerato, lo realizó a través de la radio, logrando altas notas en las pruebas ICFES, que debía presentar anualmente para certificar su paso al grado siguiente.Tuvo 7 hermanos y de su matrimonio con don Pablo de J. Puerta ya fallecido, le quedaron tres hijos: Pablo León, Claudia y César Augusto Puerta Gómez.Desde su juventud, incursiona en el mundo empresarial, administrando pequeños negocios familiares.Paciente del Instituto de Cancerología a raíz de dos eventos de cáncer: el primero de mama y años más tarde otro de pulmón, ambos de carácter primario; los cuales la hicieron sentir mal, pero con los tratamientos, su organismo reaccionó favorablemente, mejorando notablemente y superando dicha enfermedad.Desde Agosto del año 2006, ingresa al taller de Escritores XUNDABÉ, y allí comienza de lleno a escribir, convirtiéndose en una de las más prolíferas escritoras del grupo; pues, en su bolso, no le faltan la libreta de anotaciones y el lápiz, que usa sin inconvenientes alguno, aún, sentada en un autobús, para aprovechar al máximo los grandes trancónes del tráfico en la ciudad.De sus primeros trabajos, destacamos el siguiente, como homenaje a una de nuestras más consagradas asistentes al taller.

Xundabé: Reseña Histórica

“XUNDABÉ”. TALLER DE ESCRITORES.RESEÑA HISTORICA.Por iniciativa de la doctora Dora Lucía Ramírez, el 14 de Junio de 2006, un grupo de pacientes y acompañantes, bajo la dirección de Marino Gaviria Vargas, se reúnen, para fundar el taller de escritores; con el fin de que cada participante demuestre sus capacidades y exprese sus sentimientos, cultivando un arte maravilloso, que no sólo recrea, si no, que brinda la oportunidad de compartir las vivencias o recrear la imaginación a través del cuento.En Septiembre del mismo año, se toma como lema del grupo, la frase:“EL DOLOR, NO ES EL AZOTE DE DIOS QUE NOS CASTIGA;ES LA MANO DE DIOS QUE NOS REDIME”del escritor y político colombiano Roberto Muñoz Londoño, en su bello poema “El Dolor”.Durante el mes de Octubre, se estudian varios nombres como: La Guaca, Manantial, Xundabé, Crisálida, Remembranzas, Servantiños, entre otros y con la justificación que cada uno presentó; se llevó a cabo una votación secreta, dando como resultado: “XUNDABÉ”. Nombre que le damos como un merecido homenaje a nuestra raza indígena y a su terruño de singular belleza.El 26 de Noviembre, se lleva a cabo la primera demostración literaria, durante la sexta muestra artesanal del Instituto de Cancerología y su Unidad de Soporte Oncológico, logrando que el público asistente le brinde su respaldo.Para Abril de 2007, el grupo de escritores, se encarga de celebrar el día del idioma, con gran satisfacción, ya que los trabajos presentados en su totalidad, son creados en el taller; recibiendo efusivos elogios por parte de quienes asistieron al evento.Se proponen y aprueban: la Filosofía, Misión y Visión del taller.Durante éste primer año de labores, los participantes han sido: Ana Inés Valencia, Paulina Gómez, Rosalba Gutiérrez, Jesús Antonio Lasso, Aldemar Ramírez, Consuelo Álvarez, Marina Tamayo, Mery Roldán, Nancy Parra, Josefina Valencia y Marino Gaviria; quienes acompañados por estudiantes de la Institución Educativa:”Sebastián de Belalcázar” de Medellín, se dedican a aprender y a hacer conocer sus escritos.Los estudiantes que prestan su servicio social, para cumplir con su programa de alfabetización en el taller, aportan grandes ideas, compartiendo con los pacientes sus conocimientos. Son ellos: Cristian Gaviria Rueda, Jonathan Eduardo Álvarez Atehortúa, Bryan José Crespo García; quienes a su vez son apoyados por Sebastián Arias y Bryan Rios Merino; contando con aporte importante del coordinador Carlos Upegui, quien nos aporta una valiosa ventana de divulgación, por medio de ésta página en la Internet.Buscamos a través de ésta página, dar a conocer nuestro trabajo para que usted, amigo lector, que se tomó el trabajo de leerla, lo divulgue ante sus familiares y amigos, para que nos apoye con sus comentarios y sugerencias, que gustosos recibiremos en nuestro correo electrónico:
texundabe@hotmail.compues, tenga en cuenta que somos completamente empíricos y que tan sólo nos mueve el deseo de vivir, de compartir con usted, y de esa manera, animar a quienes, teniendo talento para hacerlo, no se atreven a demostrarlo.Los trabajos que a continuación aparecen, son el comienzo de un taller de aficionados ávidos de salir adelante; con la esperanza que será la primera de muchas publicaciones que tenemos en mente hacer y que si usted nos permite, le daremos a conocer cada quince días, si Dios nos lo permite. En ellas, haremos un pequeño recuento de cada escritor y de su obra.Gracias por leernos."XUNDABÉ”, Taller de Escritores.

Componente teleológico


FILOSOFIA.La filosofía del Taller de escritores se encuentra enmarcada dentro de los fines que pretende alcanzar la Unidad de Soporte Oncológico, para la recuperación y rehabilitación de los pacientes. Por tanto, nuestro taller de escritores, busca que los asistentes, saquen a flote sus capacidades narrativas para ejemplo de los demás, sin importar la clase social o el nivel académico y respetando sus diferencias personales.
MISION.Somos un grupo de pacientes, que concientes de nuestras limitaciones, nos hemos propuesto rescatar los valores intelectuales, que cada uno posee, con el ánimo de lograr una buena recuperación a través, de una terapia amena, cultivando la narrativa y la lectura, como parte de las artes literarias.
VISION.Esperamos que en los próximos cinco años, seamos una entidad, que agrupe y brinde apoyo a los pacientes que se deleitan con la literatura, para mejorar su calidad de vida, que sirva para ennoblecer la existencia de los asistentes al taller y cuyo propósito nace a partir del deseo personal de cada uno de los miembros del grupo.

Etimología. ¿Que significa Xundabé?

ETIMOLOGÍA.“XUNDABÉ”: Palabra indígena de origen Emberá Katío, que significa: “NIDO DE TÓRTOLAS”.XUN = NIDO; “DABÉ = TÒRTOLAS”.…Un territorio inmenso, donde está el valle del Penderisco; cruzado por un largo camino de Bebará a Bedrunco. Allí están los Chamis y Emberás, sorprendidos por los Españoles, ávidos de tierras y tesoros, que llegaron arrastrando esclavos del África. Allí es Xundabé; escenario de esas tres culturas, diferentes en todo y sin lazos de amistad.El cacique TONÉ, fue el huracán guerrero que defendió con alma y vida su terruño de manos de los Españoles desde el año 1539 a 1557, librando tres grandes batallas, como la del Chuscal, con don Pedro Frías; la del Escubillal, con Gómez Fernández y por último, la de Nogobarco, en el Saladito.He aquí, un León guerrero, cuyo nombre Katío se traduce en un torrente indígena como: “RIO DE ORO”. TO = RIO; NE = ORO. Él defendió su nido de tórtolas junto a sus ríos, montes, paisajes, páramos azules y nubes, como un dios mitológico….Tomado de la contraportada del libro: Urrao; 170 años de Berraquera. J.A.Caro.URRAO: Ubicado en el Valle del río Penderisco, en el suroeste Antioqueño, es llamado el "Paraíso Escondido de Colombia", por la espectacular belleza y frescura de sus tierras, enmarcadas por el Páramo del Sol o Frontino; el Cerro Peseta, el San José y la Colina del Indio y regadas por el majestuoso río Penderisco, a cuyo caudal, desembocan los ríos Urrao y Pavón; además de importantes quebradas, que le dan mas colorido y belleza a un paisaje fértil y productivo.